Capítulo 69

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Hanna salió del salón y le hizo una seña a su madre para que también saliera, no había nadie a la vista y eso era bueno ya que nadie sospecharía que la profesora de Literatura estaría mostrándole el gran libro de notas a una alumna que resultaba ser la hija de ésta.

-Te felicito, eh -le sonrió su madre- En tres semanas has subido tus notas, vas bien cariño, a estas alturas podrás graduarte este semestre.

-¡Si! -exclamó- Por fin mamá, ya me aburro aquí.

-Creo que yo igual lo estaría -rió- Ya me voy a clases, no hagas desastres y estudia -la morena asintió y vio como su madre se perdía entre todas las alumnas.

¿Cuándo iba a pensar que ella y su madre llevarían una buena relación? Se arrepentía mucho de haberla tratado mal antes, pero la rebeldía y todo lo que conllevaba a aquello la había hecho actuar de formas que realmente no se podían considerar buenas. Además de lo sucedido con su padre y con Marina. Kristinne, la única persona que había estado con ella, había sido la más perjudicada con la rebeldía de ella, pero ahora todo se había solucionado y en cierta parte había adquirido más madurez ahora.

Era un viernes y Hanna permanecía en su habitación leyendo el libro que su madre le había mandando como tarea. Deb ya debía irse, pero no quería dejarla ahí sola. Sabía que la morena había estado ocultando lo que sentía y había ocultado sus lágrimas para que nadie las viera, para que nadie le preguntara. Pero la pelirroja no era tonta, y los años que la conocía la avalaban. Hanna había actuado normal y más estudiosa de repente, y no había querido hablar de Marco, aunque se imaginaba a que llevaba todas estas circunstancias extrañas, pronto estaría segura ya que hablaría con ella.

-¿Vamos? -preguntó Deb al verla tan concentrada.

-Anda tú -le sonrió- No te preocupes por mi -miró fugazmente el libro- Yo me voy en unos minutos más, terminaré de leer el libro, si tienes un compromiso con Isco vete, en serio.

-Pero... ¿Segura? -sí tenía un compromiso con su novio, pero no le diría- Puedo esperarte.

-Vete mujer -le sonrió.

-Hanna -suspiró- Estás rara chica, eh -sonrió levemente de lado- Si es por Marco -la morena la interrumpió.

-No tiene que ver con él -de pronto se puso seria y Deb supo que de verdad había algo mal- Hanna y Marco no van en una misma oración.

-¿Ha sucedido algo con él cierto? -Hanna suspiró- ¿Qué pasó?

-Él... Él me dijo que ya no quería verme -susurró- No quiere nada conmigo.

-Menudo idiota -susurró también- ¿Y tú qué querías Hanna?

-Yo... Estoy enamorada de él -la miró directamente a los ojos y le sonrió- Me enamoré de Marco, Deb.

-Lo sabía -le sonrió otra vez para reconfortarla.

-¿Qué harás?

-Trato de olvidarme de él -se encogió de hombros.

-¿Y lo conseguirás? -cuestionó.

-Eso espero, sinceramente.

Hanna intentó mantenerse seria, al ver a su mejores amigos bailando como idiotas para reanimarla. Según ellos el instituto estaba robando mucho espacio en su mente y urgentemente necesitaba un poco de diversión, lo que ellos no sabían, era que en su mente ocupaba un gran espacio un castaño encantador y la otra mitad, estaba estresada con todo. Los gemelos bailaban alegremente pasos nunca antes vistos, y ella no quería reírse para que aquellos dos engendros siguieran haciendo el ridículo.

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora