Y caes y caes, te levantas y vuelves a caer...
Observó el cielo que estaba recién amanecido y fue para ella la mejor vista de su vida. Ver el sol recién saliendo en todo su esplendor era casi tan maravilloso como ver el atardecer. Suspiró mirando esta vez las olas un momento más, hasta que sintió la presión de una frazada sobre su espalda, giró un poco la cabeza y pudo ver la cabellera negra de Nick, le sonrió en forma de agradecimiento y éste inesperadamente la abrazó por el costado. Hanna se sintió nerviosa e incómoda a la vez, últimamente en temas de hombres era una gran inútil, no sabía como reaccionar, temblaba ante todo y a veces huía de situaciones peligrosas. Ni luces había de la Hanna segura que no le importaba los hombres, ni sus palabras cariñosas, ni nada eso. Ella antes tomaba a los hombres, solía usarlos y luego los olvidaba, pero ahora su imagen y su personalidad eran totalmente distintas. Se maldecía cada vez que sentía sus mejillas sonrojadas, o cuando las manos le sudaban por el nerviosismo o cuando sólo quería agachar la cabeza para liberarse de alguna situación. Y el causante de todo esto, era Nick, el chico que en ese momento la estaba abrazando y poniéndole los pelos de punta.
Desde que lo había conocido semanas atrás, se había podido dar cuenta de que Nick era un buen chico, sensible, cariñoso y gracioso, no tenía ningún defecto o eso quería creer por lo menos, porque todos los hombres debían tener uno, y el pelinegro no sería la excepción. Nick había estado demasiado cariñoso para su gusto con ella, brindándole demasiada atención. Encontraba lindo y tierno sus gestos amorosos, pero no sabía si confiar en él, o mantener aquella desconfianza que últimamente tenía con todos los del sexo masculino.
Si das mucho, puedes caerte, si das poco, no puede pasarte nada y era ahí la pregunta que se formulaba. ¿Dar o no dar?
Ella conocía los gestos del hombre, eran tan predecibles como básicos, podía percibir y notar la cierta atracción que sentía Nick hacia ella, y eso la ponía sumamente nerviosa. La habían pasado de maravilla estas últimas semanas, saliendo juntos y conociéndose, era un chico genial con el que cualquier chica con un cerebro querría salir, pero.. ¿Ella tendría ese 'cerebro'? Ella no estaba preparada para ese algo más o al menos eso pensaba.
-¿Por qué tiemblas? -le preguntó Nick a su lado.
-No lo sé -murmuró y le sonrió- Supongo que es el frío o algo así -apartó la mirada intranquila, rogando para que Nick no le preguntara nada más sobre aquellos temblores patéticos que le daban cada vez que se le acercaba. Y pareció entenderle el mensaje subliminal, porque no dijo nada más hasta que sorpresivamente la abrazó con más efusión.
-Ahora no tendrás frío -pasó sus manos alrededor de su cintura y la estrechó contra su cuerpo- ¿Mejor?
-S..sí -tartamudeó ante la cercanía con su cuerpo. ¿Quería matarla de un ataque de nervios? Al parecer sí.
Se quedó unos segundos más ahí, abrazada al cuerpo de Nick, al chico que últimamente le regalaba hermosas sonrisas, y luego de unos minutos después logró tranquilizarse y disfrutar del paisaje playero de un día de sábado. Todos estaban en tiendas de campaña desde la noche anterior, en una playa muy alejada, donde no había ninguna persona y como no era época de vacaciones casi nunca era visitada. Los gemelos habían tenido la idea, y ella después de tener una semana muy agitada por los exámenes, había aceptado gustosa con tal de liberar la tensión que tenía. Deb también se había apuntado y con ella también Isco. Por eso el día anterior después de clases en el instituto habían partido rumbo a sus casas a recoger sus bolsos y todos habían ido a la playa para armar las tiendas, bañarse un poco, hacer fogata y comer malvaviscos. Hanna la había pasado de maravilla con sus amigos, había dormido a penas tres horas y ahora se encontraba ahí en los brazos de Nick viendo como amanecía. Le hubiera gustado quedarse ahí en la playa todo el día, pero lastimosamente debían irse esa misma tarde después de la hora del almuerzo. Los gemelos tenían cosas que hacer, Nick también y bueno, ella no podía quedarse sola con Deb e Isco, ¿cierto?
ESTÁS LEYENDO
Enamórate || Marco Asensio ~ Adaptación
أدب الهواة¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro Marco? La obsesión de este chico por su novia, lo hace cometer locuras muy grandes. Inseguro de sí mismo, cree que su novia no le corresponde en sentimientos, por lo que comienza a pensar que ésta lo engaña. Lle...