Capítulo 56: "Metrópoli Esmeralda"

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Azul en compañía de su novio y de su prima se dirigieron al parque central de Gazebo, el cual era conocido con el nombre de "Metrópoli Esmeralda", debido a que ocupaba una manzana de terreno boscoso y verde en el centro de la ciudad.

—Recuerdas que veníamos aquí cuando éramos niñas, prima —le dice Azul a Malibú con suma emoción.

—Como olvidarlo. Sabes que por eso, este lugar, tiene un significado muy especial para mí. Gracias a los dos por traerme.

Azul respondió con una sonrisa, pero Emiliano, al contrario, sin responder nada, comenzó a caminar. Desde que salieron del bufete Malibú se dió cuenta que el traía una actitud muy extraña hacia ella. A diferencia de la noche de su graduación donde se había portado con ella con suma dulzura, esta vez, parecía frío y cortante. Todos sus intentos por sacarle algún tipo de plática habían resultado en vano y esto, francamente, la hacía sentir muy incómoda. Ella no e

—Emiliano —le dijo Malibú—. Te puedo hacer una pregunta.

Él se detuvo sin voltear a verla y sin responder nada. 

—¿Tienes algún tipo de problema conmigo?

Azul miró a su prima con sorpresa por lo inesperado de su pregunta. Por su parte, Emiliano, volvió a ignorarla, y simplemente continuó su camino.

—Te hice una pregunta, ¡respóndeme! —se puso frente a él.

—Quítate de mi camino —le dijo, viéndola de manera fría e inexpresiva.

—No hasta que me respondas lo que acabo de preguntarte.

—Azul, le puedes decir a tu prima que se quite de mi camino.

El ambiente comenzaba a tornarse tenso. 

—Malibú, por favor... —le dijo, mostrando en su rostro una expresión de preocupación.

No muy conforme, Malibú, cedió.

A la Metrópoli Verde, a diario, llegan muchas personas. Por sus características, el lugar resulta atractivo para propios y extraños, y dentro de sus límites se realizan diferentes actividades al aire libre. De camino al parque, los tres muchachos habían pasado a comprar algunas cosas a un supermercado. Después de buscar un bonito lugar para sentarse, se dispusieron a comer lo que habían llevado.

Emiliano, las dejó solas, y se fue por su lado a tomar algunas fotografías. Mientras tanto, ellas dos, sacaron las compras y se pusieron a preparar unos sándwiches.

—Azul, sabes qué es lo que tiene tu novio. 

—Ignoralo.

—Cómo hago para ignorar las caras que me hace cada vez que le hablo.

—Lo que pasa es que anda molesto por la forma en la que su papá nos echó de su oficina.

—Puedo comprender eso. Pero digas lo que digas, su comportamiento hacia mí no es normal.

—Estás exagerando las cosas.

—Solamente porque eres mi prima favorita, a pesar de lo grosero que se está portando, voy a hacer un esfuerzo, y llevaré la fiesta en paz con él. Y para que veas que no miento, como muestra de buena voluntad, yo misma le voy a preparar un par de sándwiches y se los voy a llevar.

Y tal como dijo, Malibú cumplió su palabra. Para estar segura de que le hubieran quedado bien, le pidió su opinión a su prima, quien quedó encantada luego de probar uno.

—Entonces espérame aquí y termina de preparar los que hacen falta. Iré a llevarle estos dos al gruñón de tu novio.

Emiliano se encontraba lejos tratando de fotografiar a un ave. Se encontraba tan concentrado en lo suyo, que no se dió cuenta de que ya no se encontraba solo.

Adán y Esteban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora