Parte 58: "A solamente dos días"

3.3K 355 191
                                    

Después de haber pasado la noche juntos, Mayra y Adán amanecen en su habitación de siempre, acostados en su cama y abrazados. Mayra es la primera de los dos es despertar, y observa con cierto aire de ternura a su marido. Le comienza a acariciar el cabello para luego despertarlo con un beso en los labios.

-Buenos días, dormilón.

-Buenos días, Mayra.

-¡Qué hermoso es volver a despertar al lado tuyo, Adán!

-Sí... claro... ¡es maravilloso! -una sonrisa un tanto forzada se dibuja en su rostro.

-MI amor, no quiero parecer pesada, sé muy bien que las cosas se acaban de arreglar entre nosotros dos y no quisiera arruinar el momento, pero hay algunas cosas que es necesario que las hablemos.

-Adivino a que te refieres, y no te preocupes que yo me haré cargo de finiquitar lo mío con Esteban.

-¡Ay, Adán! ¡me siento tan mal por ese pobre muchacho! Va a ser un golpe muy duro para él.

-No hay otra manera de hacerlo.

-Estoy consciente de que tienes que hacerlo, pero siendote sincera no me gustaría que lo volvieras a ver.

-Ya te dije que no hay otra manera de hacer las cosas. Yo personalmente tengo que buscarlo y hablar con él.

-Si quieres, para ahorrarte la pena, puedo ser yo quien lo haga.

-No, Mayra, y escúchame bien: ¡te prohíbo terminantemente que lo vuelvas a buscar! Esteban no se merece ningún otro maltrato de parte de alguno de los miembros de esta familia. Suficiente va a ser el dolor que le voy a causar yo.

-Está bien, tranquilo, guapo. Aquí, tú eres el hombre de la casa y las cosas se hacen como tu quieras.

-Eso espero. Y por favor, dile lo mismo a Emiliano.

-Por cierto, olvidé comentarte algo: el Ingeniero Zachrisson se ha estado intentando comunicar contigo y al parecer no entran las llamadas a tu celular. Su esposa se comunicó conmigo ayer para contarme.

-Lo más probable es que traiga el celular sin bateria, con todo lo que ha ocurrido últimamente no he tenido tiempo de pensar en eso. En cuanto llegue a la oficina me comunico con él. Lo más seguro es que quiera hablar conmigo para confirmar nuestra asistencia el sábado.

-¿Será así?

-Es evidente que sí. Voy a aceptar la nominación. Eso sí, será lo único que acepte. No quiero deberle demasiados favores a Zachrisson, y que después se sienta con derechos sobre mí, de llegar a ganar la presidencia. Así que tanto tú como nuestros hijos váyanse olvidado de cualquier ofrecimiento de parte de él.

-Esta bien, esta bien, mi hombre. Ya te dije que se hará todo como tu mandes. Lo único que me gustaría pedirte, es que me me dejes ayudar a Zia con la organización de la fiesta del sábado.

-¿Zia?, con tanta confianza. Hasta donde yo recuerdo no te había simpatizado.

-Me di cuenta que estaba equivocada con respecto a ella. Cuando llegas a conocerla más a fondo, Zia, es una mujer agradable. Parte de lo que hablamos ayer fue sobre la fiesta y que ella estaba supervisando personalmente cada detalle, pero que era demasiado. Me preguntó si podía ayudarla, yo le respondí que primero te preguntaria a ti y quedamos que hoy llegaría a la boutique, por mi respuesta y por su vestido para esa noche.

-Si así lo deseas, hazlo. Yo no tengo ningún inconveniente.

-¡Gracias, chiquito!

Adán recordó a Esteban.

Adán y Esteban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora