Capítulo 33
— ¿Qué ocurre?—preguntó Patrick cuando nos vio con caras serias.
—Resulta que nuestros novios salen con sus amiguitas y no nos dicen nada—dijo una muy molesta Em. Había otras mujeres a parte de las que ya conocíamos. Creíamos que eran un nuevo grupo de YG.
—Ohhh, ya veo...—dijo In.
—Vamos a bailar—le dije a Joon Gi. Él me sonrió, tomó mi mano y me llevó a la pista de baile.
Vi que Sun salió a bailar con Patrick e In con Em. Empezamos a movernos e ignoramos la pequeña pero minúscula molestia de ver a nuestros novios interactuar con otras mujeres. Mi mente gritaba que fuera y le pidiera una explicación pero la otra me decía que debía confiar en él.
— ¿Sigues molesta?—me susurró Joon Gi.
— ¿Eh?—le dije algo desorientada. No podía dejar de mirar a Ji.
—Eres la novia de G-Dragon, ¿no?—lo miré algo asombrada.
— ¿Cómo lo sabes?—él me sonrió.
—Reconocí su voz aquel día—sentí mis mejillas arder.
—Oh, ya veo—él me sonrió.
—De seguro te ha de explicar más tarde—suspiré.
— ¿No te sientes algo incómodo estando IU aquí?—él me sonrió.
—Nuestra relación terminó mucho antes de que me diera cuenta— le sonreí con algo de pena.
—Lamento escuchar eso—negó con su cabeza.
—No te preocupes, sigamos bailando—asentí.
Cuando lo conocí por primera vez, estaba intentando arreglar las cosas. Intentaron por un par de meses pero no dio resultado. Nunca me contó con detalle la razón de su rompimiento y no quise indagar más.
—Vamos por más bebidas—me dijo luego de un rato. Asentí.
Él tomó mi mano y les hice señas a mis amigos para que nos acompañaran. Katia y Vanesa se habían perdido entre la multitud de gente. Al llegar donde el bar tender pedimos cada quien un trago diferente y cuando me iba a retirar un brazo alrededor de mi cintura detuvo mis movimientos.
—Hola...—aquella voz, aquel perfume. Mi cuerpo se estremeció. Cuando iba a responderle aquella mujer hizo acto de presencia.
—Oppa...—mi cuerpo entero volvió a estremecerse pero esta vez por una razón completamente diferente. La perra que habitaba en mi interior sonrió de lado.
—Ji...—me di la vuelta y no dude ni dos segundos en besarlo, él respondió gustoso el beso. Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y él colocó sus manos en mi cintura y me atrajo más hacia su cuerpo. El beso fue intenso.
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Movimiento de caderas
RomansaEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...