Capítulo 27
No sabía cómo había llegado a mi salón de clases pero ya me encontraba sentada recibiéndolas pero realmente no entendía nada de lo que estaban explicando. Mi cerebro estaba completamente en otra parte, aún intentaba procesar lo que me había contado Patrick. Era imposible de creer, bueno más bien me negaba a creerlo.
—Ely...—sentí que me llamaban.
—Ely...—alguien pasó una mano enfrente de mi rostro.
— ¡Eh...!—dije.
—Vamos, las clases ya acabaron—me dijo Em y yo me puse de pie. Recogí mis cosas y empecé a seguirlos, no sabía hacia dónde nos dirigíamos.
Sentí a alguien tomar mi mano y mis ojos encontraron los de Patrick, me sonreía pero yo no podía devolverle la sonrisa. No tenía ánimos de nada. Sólo quería ir a mi habitación, hacerme bolita en la cama y llorar, necesitaba sacar de mi sistema todo esto.
—Ok, hablen—dijo de repente Em y recién ahí me percataba de dónde estábamos. Era el mismo lugar donde antes había hablado con Patrick.
— ¿Qué...?—le dije y ella me alzó una ceja.
—Te vimos entrar con Patrick y has estado en las nubes todo este tiempo—me dijo Sun.
—Inclusive tu celular ha estado sonando y no te has percatado—me solté del agarre de mi amigo, revisé mi celular y mi corazón se estrujó. Ji me había estado llamando y como si algo hubiese sido activado dentro de mí, empecé a llorar.
—Ely...—me dijo Patrick y de repente me vi envuelta entre sus brazos.
— ¿Qué diablos está pasando?—dijo Em.
Estuve sollozando unos minutos y luego me alejé de él. In se acercó a mí y no dudé ni dos segundos en refugiarme entre sus cálidos brazos.
— ¿Le contaste?—le escuché decir.
—Sí—respondió Patrick.
—Nos pueden contar ¿qué diablos está ocurriendo?—la voz de mi amiga sonaba molesta.
—Será mejor sentarnos—le escuché decir. Todos nos sentamos en el pasto. In pasó su brazo por mis hombros y yo recosté mi cabeza en su hombro.
—Yo tenía una hermana menor llamada Arabella era una chica hermosa y con una gran personalidad. Reía y lloraba por todo—él nos daba la espalda pero notaba que sus músculos estaban tensos. Empezó a narrar toda la historia que me había contado a mí. Cuando volvió a pronunciar su nombre, sentí una enorme presión en mi pecho.
—Ely...—susurró Em y yo negué con mi cabeza.
—Pato lamento tú pérdida pero no pueden estar seguros que es de Ji Yong de quien hablaba...es más ¿cómo pueden estar seguros que se trataba de uno de los chicos?—nos preguntó Em.
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Movimiento de caderas
Roman d'amourEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...