— ¿Tienes que regresar?—Me moría de ganas de decirle que no, pero lastimosamente tenía que ir a la universidad.
—Lo lamento tengo que...—él me sonrió.
— ¿Mañana te puedes quedar conmigo?—mi cuerpo se estremeció. A pesar de que ambos teníamos claro los sentimientos por el otro, aún no me sentía lista.
—Ji...yo...— ¿Por qué tenía que sonreír de esa manera?
—Tranquila. Pero que mente más pervertida tienes—lo miré ofendida. Por la mirada y los besos que antes estábamos compartiendo, sabía que por la mente de él no cruzaba nada inocente.
—Tonto...—golpeé con mi mano su pecho y cuando estaba por retirarla él me atrajo hacia él.
—Sé que aún no estás lista, no te voy a presionar—y fui yo quien lo besó.
—Ji, lo siento mucho...—él me calló con un beso.
—No tienes por qué disculparte. Además el día que suceda...—su mirada se tornó intensa y yo me estremecí—No podrás regresar a la universidad...—quise responderle pero me vi callada por sus labios.
El resto de la noche la pasamos entre besos, caricias y conversaciones. Sabía que él no iba a poder esperarme por mucho tiempo. No, a quien engaño, yo no creo que sea capaz de resistir por mucho tiempo. Todo en él era una invitación a pecar.
Quería correr y contarles a las chicas del grupo de WS pero no sabía cómo hacerlo. No era que no confiara en ellas, pero vamos como le dices a tus amigas que sales con ídol y no cualquiera ídol era G DRAGON.
Esa noche le conté todo a Em. Ella me aconsejó que no apresure las cosas, que las deje fluir con normalidad. Aquel momento va a llegar sin planearse. Creí en sus palabras. Claro que para aquel primer momento con Ji quería algo especial, como cualquier mujer desea, aunque siempre he dicho que lo no planeado sale mejor.
Estuve un rato más revisando mis redes sociales, comentando y subiendo alguna que otra foto. Las locas del grupo de WS se les ocurrieron hacer una noche hot de Ji y claro a mí me dejaron más intranquila de lo que ya me hallaba. Una cosa era imaginarse cómo serían los sucesos y otras vivirlos. Mi mente me jugaba muy malas pasadas. Me gustaba muchísimo Ji.
Las locas empezaron a describir qué le harían a Ji si lo tuvieran en frente y claro siendo yo como soy, no pude abstenerme de participar en aquella alocada conversación. Algo que todas teníamos en común que era una loca fantasía, era morder el cuello de Ji y dejarle una gran marca. Mi cuerpo se estremeció el tan solo imaginar haciéndolo. Todo es culpa de esas locas.
Al día siguiente me levanté con los ánimos renovados. Le comenté a Em que esa noche me iba a quedar a dormir donde Ji y me dijo que de esa noche no pasaba. Me aconsejó que debía ir preparada para cualquier evento. Me dio algunos concejos, que desde luego me hicieron enrojecer pero los escuché al pie de la letra.
ESTÁS LEYENDO
Movimiento de caderas
عاطفيةEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...