Pasemos la noche juntos

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—Ejem...—escuchamos un carraspeo y nos separamos. Yo sumamente avergonzaba, escondí mi rostro en el hueco de su cuello.

—Hyung, ya debemos irnos...—no quería que se fuera.

— ¿Cuántos son?—escuché su voz un poco molesta.

—Los suficientes como para que no les alcancen las fotos—lo oí suspirar.

—Ely...—me quedé unos segundos en ahí, en mi ahora lugar favorito y luego lo miré a los ojos.

—Sí ya sé, que debes irte...—no pude evitar que mi voz sonara algo decepcionada.

—Acompáñanos...—lo miré sorprendida y él me sonreía.

—Pero... ¿estás seguro?...—él asintió.

—Sí, Ely vamos...—me animó TOP.

—Ok, voy a decirles a los chicos...—ambos sonrieron.

Una vez que encontré a mis amigos, ellos accedieron. Tomamos nuestras cosas y cuando salimos a fuera era una total locura. Todos tuvimos que cubrir nuestros rostros y con muchos empujones subimos a la camioneta que nos llevaría al hogar de Ji.

Durante el viaje, mis amigos no paraban de hacer bromas y los miembros de la banda participaban en las mismas. Lo bueno de ellos era que no se complicaban porque fueran idols con los que estaban tratando y estos últimos eran gente humilde y sencilla, gente fácil de tratar.

No sé cuánto había pasado pero cuando llegamos a la residencia de Ji, mis ojos se abrieron de par en par. El lugar era hermoso. No podía dejar de admirarla. No sabía cómo describirla pero tenía el toque de Ji por donde mirases.

Todos nos acomodamos en diferentes sitios, pusimos algo de música, fuimos por bebidas y también pedidos comida. El ambiente era agradable y relajado entre risas y bromas. Miraba a mi alrededor y estaba contenta que mis amigos y mis nuevos amigos fueran se estuvieran llevando bien. Mi mirada se posó en Ji y él también se lo notaba relajado, algo que me alegraba. Sabía que últimamentecargaba mucho estrés.

Me puse de pie y empecé a admirar el hogar de Ji. Estaba muy curiosa acerca del lugar donde vivía mi ¿novio?, negaba con mi cabeza. Me dije a mí misma que no iba a catalogar nuestra relación. Necesitaba algo de aire y cuando vi el enorme ventanal no dudé en acercarme al mismo y salir. Miraba el panorama a mí alrededor y dejé que la brisa me refrescara.

—Demasiada brisa...—tuve que abrazarme a mí misma y frotar mis brazos.

—Te vas a resfriar—escuché la voz de Tae.

—Hace algo de frío...—lo vi quitarse su chaqueta, me la entregó y yo me la puse alrededor de mis hombros.

—Gracias...—le agradecí. Tae era alguien especial para mí. Al fin de cuentas él me gustó antes que Ji. Su personalidad era agradable y tranquila. No era para nada problemático e inspiraba confianza. Alrededor de él se podía sentir un aura llena de paz y tranquilidad.

Movimiento de caderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora