Capítulo 13
Cuando regresamos a la sala mis ojos no podían creer lo que veían. Había escuchado que los chicos se comportaban de manera extraña cuando estaban borrachos pero jamás pensé verlo en vivo y directo.
TOP estaba ofreciendo bebidas a todo el quien se le atravesaba pero mientras las ofrecía hacía un rostro sumamente tierno y no sabía si reírme o correr y abrazarlo. Sabía que mi querido jirafo podía ser alguien atento y tierno pero esto era simplemente ridículo. A mi mente vino el vago recuerdo del gato de Shrek.
El panda daba vueltas por todos lados preguntando por qué estábamos ahí y que era mejor irnos a algún bar. Me daba risa verlo recorrer toda la estancia, parecía un trompo que le había dado demasiada cuerda y no paraba de dar vueltas. Me recordaba a los niños cuando les das demasiado dulce y no paran.
Dae Sung estaba en una esquina pero no estaba solo. ¡OH POR DIOS! Se estaba besando con Em. Sabía que a Dae le salía lo casanova pasivo cuando estaba ebrio pero esto sobrepasaba todo. Bueno mi amiga se volvía una ligona cuando se ponía en ese estado de ebriedad. No sé qué será de ese par al día siguiente.
Tae estaba sentado en un sillón y lo veía con el ceño fruncido y murmurando mientras se aferraba a una botella. Miraba a todos y murmuraba. Se empinaba la botella y volvía a murmurar. Podías notar un aura oscura a su alrededor.
Sun estaba... esperen ¿dónde se hallaba Sun? La busqué por toda la estancia y no la encontré. Cuando estaba a punto de gritar su nombre escuché un "bomba humana" y luego el característico sonido cuando una persona se lanza a la piscina. Ji me miró interrogativo.
—Sun...—suspiré—Cuando Sun bebe olvida todas sus inhibiciones, será mejor que la vaya a ver—lo más probable es que se encuentre en ropa interior y en cualquier momento le daba por desnudarse. Sí, aquella chica dulce e inocente tenía tendencias desnudistas cuando se emborrachaba era por eso que no tomaba.
— ¡PISCINA!—escuché gritar al panda y de un momento a otro vi un rastro de ropa detrás de él.
A él se le unieron los demás. Miré a Ji quien solo reía. Luego busqué con mi mirada a Tae quien seguía sentando en el sillón mientras refunfuñaba y me daba muchísima gracia. "Tae se enoja cuando se emborracha porque piensa que por más que toma no se emborracha", recuerdo que el panda había dicho en un programa de variedades.
—Tae...—lo llamé. Él me miró y le sonreí.
—Cariño, vamos a la piscina...—él siguió murmurando.
—Tae...vamos...allí podemos tomar muchas cervezas y emborracharnos...—me acerqué a él y le ofrecí mi mano, pero él pareció como si no me escuchara.
—Tae, no dejarás a una dama con la mano estirada...—su mirada pasaba de mi mano a mi rostro, siguió murmurando y luego tomó mi mano.
—Buen chico—lo felicité y Ji sólo negó con su cabeza mientras los tres nos encaminábamos hacia la piscina.
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Movimiento de caderas
RomanceEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...