Noche de confesiones

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Capítulo 30

— ¿Hablaste con él?—me preguntó Patrick.

Luego de que las clases terminaron nos fuimos caminando hacia la colina solitaria. El mismo lugar donde me contó su historia.

—Sí y él no era el hombre con el Arabella se acostó—frunció el entrecejo.

— ¿Cómo puedes estar tan segura?—suspiré.

—Porque confío en él—el cruzó sus brazos sobre su pecho.

— ¿Tanto así confías en él?—asentí.

—Sí, él no tenía por qué mentirme. Sus ojos me mostraban sinceridad—mi amigo suspiró.

— ¿Entonces si no es él, de quién era el hijo de mi hermana?—me alcé de hombros. Le comenté lo que había sucedido aquella noche y ambos nos pareció algo extraño.

—Hay algo más en esta historia que se nos está escapando—le dije y él asintió.

—Creo debemos dejar las cosas como están—lo miré sorprendida.

—Pero...—él me sonrió.

—No puedo aferrarme al pasado, todo este tiempo lo he estado haciendo. Debo continuar—suspiró—Sigue sin agradarme ese tipo—le sonreí.

—Lo sé—él se acercó a mí y me abrazó. A pesar de que él quería dejar las cosas como estaban, algo dentro de mí se sentía intranquilo.

—Regresemos con los chicos—asentí.

De camino de regreso conversamos de muchas cosas y nos pusimos al día en la vida del otro, obviamente no le conté lo que había pasado anoche y no porque no le tuviera confianza, sino que me daba algo de vergüenza.

Cuando llegamos con los demás mis amigas corrieron a mi encuentro y gritaron "noche de chicas" los chicos rieron por nuestras ocurrencias, nos propusieron comprar algo de licor y bocaditos, por supuesto estuvimos de acuerdo.

—Cuéntanos todo y no omitas detalles—dijo Em.

Primero les conté acerca de la historia de la hermana de Patrick y ellas al igual que yo presentían que había algo más en la historia que desconocíamos y luego el momento cuando decidí dar el siguiente paso en la relación.

—Ely...—me miró Em.

— ¿Has pensado en lo que realmente sientes por Ji Yong?—suspiré.

—Les soy sincera—jugué con mis manos—Lo he estado pensando seriamente estos últimos días y...—suspiré—Aún creo que no puedo decir que lo amo, es cierto que lo quiero muchísimo y que me gusta más de lo que algún chico alguna vez en mi vida me haya gustado...—las chicas sonrieron.

Movimiento de caderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora