El sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...
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Capítulo 26
Había pasado una semana desde la última vez que vi a Ji, las noticias de la supuesta relación de los chicos era noticia de todos los días. La prensa no los dejaba tranquilos, aunque el más acosado era Ji, lo cual era lógico por las declaraciones de "ella es mi presente y mi futuro"; todos ansiaba conocer quién era la famosa novia de G-Dragon.
Las conclusiones iban y venían de quien podía ser la supuesta novia. Iban desde actrices hasta modelos. Además muchos comentaban la aparición de Kiko, no la colocaban como la supuesta novia debido a que no tenía mucho tiempo en Corea.
Durante todo este tiempo intercambiaba uno que otro mensaje y llamada con Ji, no podíamos mantener tanto contacto, su agenda estaba muy apretada. Me dejaba algo tranquila cuando subía fotos en sus redes sociales y yo subía fotos también en mis redes para enviarle ánimos.
A pesar del tiempo transcurrido no había podido, no mejor dicho, no había querido hablar ni con Patrick ni con In, aún seguía molesta con ambos. Las chicas ni que hablar. Era gracioso, porque si una lo perdonaba las otras también.
—Ely, ¿podemos hablar?—me dijo Patrick. Pasé de largo y lo ignoré.
—Por favor Ely, no podemos estar así...—mi corazón se estrujó.
—Me equivoqué...no puedo perderte a ti también...—su voz se quebró y mi cuerpo se estremeció. Mi gigantón jamás lloraba pero no fue eso me detuvo ¿perderme a mí también? ¿De qué hablaba?
—Patrick... ¿de qué hablas?—él me sonrió con tristeza y mi corazón se estrujó en mi pecho.
Su mirada se encontró con la mía y sentí mi corazón romperse. Mi niño grande, aquella mirada nunca se la había visto. Era como ver a alguien roto que había perdido todo en este mundo. ¿Quién lo había lastimado de esa manera?
—Hablemos en privado—le dije
Empezamos a caminar, por mi cabeza pasaba una y otra vez las palabras de él. ¿Qué era lo que había sucedido en su pasado? No podía permitir que siguiera sufriendo solo, el mantener una carga tan dolorosa para ti mismo, muchas veces te asfixiaba.
Llegamos a una parte un poco alejada del campus. Era una zona tranquila y casi no transitada. Acá por lo general veían las parejas o gente que quería tener un poco de paz mental e inclusive para dejar salir todas tus emociones.
—Patrick...—sentí unos brazos rodearme, estaba de espaldas a él.
—No puedo perderte a ti también—me susurró.
—No lo harás, pero dime ¿qué está ocurriendo?—le dije.
—Ella se parecía mucho a ti—me dijo aún sin soltarme—Era alguien alegre, cariñosa y muy sobreprotectora con quienes quería. Lloraba por todo, si estaba feliz, si estaba triste, si se enojaba—riò—Confiaba en todo el mundo, jamás guardaba rencor contra nadie ni siquiera en aquellos quienes la lastimaban—su tono de voz cambió—A ella le encantaba la cultura asiática como a ti. Su sueño más grande era conocer Corea—suspiró.
