Capítulo 42
Poco a poco iba saliendo de la soñolencia. Sentía algo tibio debajo de mi cuerpo, intenté moverme pero estaba encarcelada entre los brazos de Ji. Mi cabeza reposaba en su pecho y estaba rodeada por sus brazos. Me concentré un poco y podía escuchar el suave retumbar del corazón de él. No podía evitar sonreír. Estaba entre los brazos del hombre más maravilloso del mundo. ¿Quién diría que algún día iba a encontrar el amor? Y lo que es más impensable que fuera con Ji Yong.
Con algo de fuerza me salí de la prisión que era su cuerpo y él hacía tiernos pucheros y sus manos buscaban algo en el aire. Me causó demasiada ternura. Me acerqué un poco a él y le di un casto beso en sus labios y luego me alejé. En su rostro se posó una hermosa sonrisa y volví a sonreír. Lo vi removerse un poco más y abrazó una almohada. Entre dientes dijo algo que no alcancé a escucharle pero lo vi besar la almohada y luego se quedó quieto. Negué con mi cabeza.
Al salir de la cama ciertas partes de mi cuerpo las sentía adoloridas y no eran las zonas afectadas por el accidente. Con algo de esfuerzo me puse de pie y estiré mis brazos. Un pequeño quejido salió de mis labios. Sabía que los dolores iban a durar un poco más, eso era incómodo. Cogí mi ropa interior y la camisa de Ji y me coloqué ambas prendas. Me acerqué hacia el gran espejo que había en la habitación de Ji y mi cara se puso de color rojo tomate.
Tenía marcas de dientes y pequeños círculos rojos en mi cuello y a lo largo de mi pecho. Escaneé el resto de mi cuerpo y muy a parte de los morados del accidente, se le habían sumados otros nuevos círculos y marcas. Me bajé la camisa. Lo bueno es que estaba empezando a hacer mucho frío y tenía la excusa perfecta para poder usar bufanda y cubrir esas marcas.
Caminé hacia la cama y volví a sonrojarme. Ji también tenía marcas en su cuello, claro que estas eran pequeñas a diferencias de las que él me había hecho a mí. Una parte de mí se sentía orgullosa de las marcas que le había hecho pero la otra, creo que era mi conciencia me acusaba de haberle hecho algo así a él. Bueno para eso existía el maquillaje. No pode evitar sonreír. Me había vuelto descarada. Cogí mi celular y no dudé en tomarle una foto a Ji. Sabía que debía de tener una cara de boba enamorada en estos momentos.
Mi estómago empezaba a pedir comida así que me encaminé hacia la cocina. Había sobras de la comida de la pequeña reunión de ayer. Además de que mí querida suegra nos había llevado kimchi y kimbap como regalo de bienvenida.
Mientras esperaba que la comida se calentara, empecé a revisar mis redes sociales. En mi cuenta de IG que seguía todo el mundo había subido fotos de la noche anterior con mis amigos de la universidad. Tenía comentarios positivos por parte de mis compañeros de "recupérate" y "te extrañamos" los comentarios de "recupérate" causaron que las personas que conocía en mi país empezaran a interrogarme.
Había una fotografía en especial que había ocasionado cientos de comentarios, sin exagerar. Me había tomado una fotografía en el jardín de Ji. Me había puesto sus gafas favoritas, las de montura gruesa y negra con lunas amarillas y con su gorrito favorito de PEACEMINUSONE, claro que algunos de los comentarios iban desde "ese gorro es igualito al de Ji" pero lo que había generado comentarios exagerados es que mi amado novio le había dado like a la foto y no sólo le había bastado con el like sino que había comentado con una carita feliz. No sabía si reírme por la histeria o subir y golpearlo. Ahora entendía los casi mil mensajes en mi WS. Me daba miedo abrirlos. Mi mente se negaba a tan siquiera procesar que las locas habían llegado a alguna conclusión. No, eso era imposible.
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Movimiento de caderas
RomanceEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...