Nos alejamos de los chicos y empecé a buscar a mis amigos. Los localizamos rápidamente y me acerqué a ellos. A Em aún se la veía molesta. Ella me miró unos segundos y luego me tendió una botella de cerveza.
—Lo siento—me disculpé y ella simplemente me abrazó.
—No me gusta cuando haces eso pero gracias, sabes cómo me pongo cuando me molesto—asentí.
—Bueno, estamos en una discoteca vamos a bailar—dijo mi mejor amigo y solo reí.
Los cuatro nos acercamos a la pista de baile y dejamos que la música y el alcohol fluyeran por nuestras venas y entre rato y rato tomábamos algo de cerveza. Sentí que alguien me observaba pero no le di importancia. Nosotros seguíamos con lo nuestro.
—Y ¿Patrick?—me preguntó Em de repente y busqué a mi querido amigo y algo dentro de mí me gritaba que si no sacaba a mi amigo de ahí esto se iba a poner muy feo.
—Será mejor que lo saquemos de ahí, antes de que alguien salga herido—nos dijo In.
Y otra vez nos dirigimos hacia arriba. Me sentía algo mareada pero no lo suficiente como para tambalearme. Mis amigos se me adelantaron y yo me quedé detrás de todos ellos y sentí que lo hicieron a propósito.
Observé como In se acercaba a Patrick y le decía algo pero este lo ignoraba. Las chicas también intentaron hablarle pero lo conocía perfectamente cómo saber que cuando estaba con esa actitud no había poder humano que lo calmara.
Me apoyé en el barandal porque de repente me vino algo de mareo y en esos escasos segundos vi como Patrick se lanzaba encima de Min Ho y como In intervenía pero no lo suficientemente rápido porque al intentar alejar a Patrick accidentalmente empujó a Em, esta retrocedía y chocaba contra Sun, ella reaccionó rápidamente y se agarró de lo primero que encontró a la mano, es decir, a mí pero yo no estaba lo suficientemente estable así que retrocedí y cuando pensé que iba a besar con el trasero el suelo, caí sobre alguien.
Me giré un poco para ver a quien me había rescatado y me sorprendí, era el chico por el cual Sun se había quedado congelada y me fijé también que le había tirado encima una bebida. Sentí mis mejillas arder por la vergüenza.
—Muchas gracias—me ayudó a ponerme de pie—Lo siento mucho, ensucié tu traje y...—cuando iba a decir algo más escuché la voz de Em.
— ¡Patrick!—suspiré. Conocía a mi amigo.
—Espera aquí un segundo—acomodé mi ropa e inhalé profundamente y me hice espacio entre mis amigos hasta llegar a Pat.
—Patrick...—llamé lo más dulcemente que pude y vi como mi querido amigo se tensaba.
—Vamos...—clavó aquellos azulados en mí y le sonreí.
—No vale la pena ensuciarte las manos con......—miré detenidamente a su grupito—esa clase de gente.
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Movimiento de caderas
عاطفيةEl sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...