El sueño de toda su vida era obtener una maestría en el extranjero, en cualquier país. El conocer la cultura asiática en especial la coreana, la dejó fascinada y desde ese instante se convirtió en su meta a seguir. Nunca se imaginó que allá se enco...
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Capítulo 23
—Los chicos deben de estar preocupados—le dije.
— ¿Has hablado con ellos sobre esto?—negué con mi cabeza.
—No es que no confíe en ellos pero me es muy duro recordar todo eso—suspiré—Hoy fue la primera vez que se lo conté a alguien—él me miró de manera extraña.
— ¿Le contaste a Top?—asentí y lo vi fruncir el entrecejo.
—Recién el día de hoy le conté y fue él quien me convenció de hablarlo contigo—me observaba algo molesto.
— ¿No pensabas contarme?—suspiré.
—Al principio no—su expresión cambió a una molesta—Pero en el fondo sabía que debía hacerlo—suspiré—No sabía hacia donde iba nuestra relación, no le veía sentido contártelo. Hasta ayer cuando apareció esa mujer, supe que eran los celos—lo miré a los ojos—Si hay celos es porque ya no es un simple gusto lo que sentía por ti y eso me asustó—él acarició mi rostro.
— ¿Por qué?—le sonreí con algo de pena.
—Te lo acabo de decir. ¿Cómo podía atreverme a sentir algo más por ti? No sabía lo que sentías por mí, me sentía insegura—los ojos de él brillaban.
—Lamento haberte puesto en esa situación, yo tampoco estaba seguro de nada—suspiró—Todo esto era nuevo para mí luego de haberme prometido no dejar que otra mujer entre en mi vida—miró hacia el suelo unos segundos y luego subió sus ojos y en ellos reflejada una mirada intensa.
—No volveré a hacerte sentir insegura—me sonrió, eso esperaba.
—Está bien—le devolví la sonrisa.
Él se acercó a mí, acarició mi rostro y sentí mi cara arder, sonrió se y pensé que me iba a besar entonces cerré mis ojos y esperé el beso que nunca llegó. Abrí mis ojos y él me sonría pero era una sonrisa de autosuficiencia. Odiaba que supiera cuanto ansiaba sus besos.
—Ely...—de un momento a otro sentí sus labios sobre los míos. El beso fue despacio y dulce. Me acerqué más a él, pasé mis brazos por su cuello y él colocó ambas manos en mi cintura. El beso se prolongó unos minutos y cuando nos separamos noté un leve sonrojo en sus mejillas. Me pareció algo sumamente tierno.
—Vamos...—me dijo luego de unos segundos. Tomó mi mano entre una de las suyas, le di un leve apretón y él me devolvió el gesto.
Salimos del estudio, no sin antes volverme a besar. Empezamos a encaminarnos hacia la planta baja. Podía escuchar las risas de todos ellos y el olor a comida llegó a mis fosas nasales. Al parecer habían preparado algo de comer, aunque yo ya había comida en casa de Top.
—Ely...—saludó un feliz panda. Me vi rodeada por sus brazos.
Cuando me separé de él, los demás chicos vinieron a abrazarme, excepto Top quien solo me sonreía. Al final estaban las chicas, ambas me miraran con algo de reproche.
