ROL {Avengers}

152. James

— No puedo prometerte eso, lo siento...para mí si eres alguien que lo merece

Se encoge de hombros y con gusto acepta la mano ajena para estrecharla y llevarla a su propio pecho para que ambas descansen ahí mientras que como distracción la acaricia con el pulgar sutilmente

— Tony...no sé mucho sobre esta época y aún me estoy adaptando, pero en la mía si te sacrificas por alguien y le dejas dormir en la misma cama que tú para asegurarte que duerme y está bien significa que te importa, a ver si te entra en esa cabeza dura que tienes, no sé por qué, pero me importas muchísimo y....reconozco que no he estado tranquilo hasta que has vuelto...me gusta estar contigo, aunque suene cursi

Le sonríe con cierta vergüenza para terminar sonriendo por diversión al ver como este después de todo a los pocos minutos cae rendido.

Se mantiene despierto durante un buen rato, intentando pensar que es realmente Tony para él, lo mira dormir y la tranquilidad que siente no puede ser normal. Todo lo que ha pasado y todo lo que ha hecho por tener a ese hombre feliz y a salvo lo hace pensar que posiblemente y no solo se amistad lo que siente por el millonario. Desgraciadamente el hilo de sus pensamientos se ve olvidado por el repentino sueño empieza a pesar en sus párpados. Sin esperárselo termina dormido por culpa del calor a su lado y por ese abrazo que hace unas horas el castaño había afianzado contra su cuerpo.

Duerme mejor que nunca pues todas sus preocupaciones se encuentran a su lado durmiendo plácidamente. Al despertar en las siguientes horas la primera imagen que logra enfocar es la de Tony con la cabeza apoyada en su pecho abrazado a él como si de un osito de peluche se tratara, la situación le hace reír por lo bajo pues teme despertarlo. Pensaba levantarse aprovechando que se siente mejor para ir a por comida, pero la prisión humana a su lado le hace desistir de la idea por lo que termina encendiendo la pequeña tele que había y distraerse así con cualquier programa mientras que su brazo apresada por el cuerpo ajeno se dedica a acariciar los cabellos cortos de este