ROL {Avengers}

175 Tony

Cuando James sale no puede evitar sentirse un tanto intranquilo, pero permanece en su sitio. No quiere causarle más problemas, ni a él, ni a sí mismo. Espera con algo de impaciencia, y en cuanto el hombre regresa se sienta más relajado. Cuando el otro se acomoda junto a él siente cierto grado de paz en el pecho. Sonríe un poco cuando le besa en la cien, y le mira con algo de culpa cuando cura sus manos.

— Gracias...—dice, en voz baja, antes de dejar un beso rápido en su mejilla, para luego regresar su atención al televisor.

Permanecen así por un largo rato, mirando con apenas algo de interés lo que sea que estuvieran transmitiendo. Tony tiene la mente prácticamente en blanco, deseando e intentando mantener un vacío en sus pensamientos sin demasiado éxito. Sigue pensando que el proceso será largo, antes de que llegue a ser quien era antes de esto. Aunque le desanima, piensa que es lo mejor, en cualquier caso. Y James estando ahí no es más que un recuerdo que todo irá mejor, sin duda alguna. Lo mira de reojo cada cierto tiempo, sin intentar ser discreto al respecto. Sonríe ligeramente cuando sus miradas se conectan, y vuelve a mirar la tele. En cuanto reconoce la película que pasan al cambiar el canal pide ver cualquier otra cosa.

— Preferiría no ver eso de nuevo... Gracias—es su comentario, antes de que empiece algo más alegre — Despertares es algo demasiado... Devastador—

James no hace comentario al respecto, Tony espera que no decida verla en algún momento pronto. La primera vez que él vio esa película resultó en una experiencia casi traumática. No le desea eso al mayor. Su mente se escapa de su poder en un momento, especialmente cuando su mano alcanza la del otro sin remedio. Todo con demasiado cuidado, esperando no lastimar las recientes heridas de éstas.

Tararea con un volumen bajo, pero perfectamente audible. La canción es reconocible. Él no se ha dado cuenta de cuándo se le ha escapado el primer fragmento. Su voz no es ni de cerca algo memorable, pero el sentimiento impregnado en su tono es fuerte.

Los hombres sabios dicen... Solo los tontos se apresuran... Pero no puedo evitar enamorarme de ti

En cuanto se escucha se siente avergonzado, y no se atreve a mirar al otro. Su mano se ha alejado rápido, como si quemara de repente. Ahoga una risa nerviosa mientras mira las puntas de sus pies