ROL {Avengers}

183 Tony

Lo repentino del ataque casi lo hace saltar en su sitio. Golpea la pierna de James, y le mira con una mezcla de diversión y enfado. Regresa, Tony debe armarse de paciencia para intentar detenerlo.

No es precisamente los que dejan pasa momentos así, pero Peter sigue sentado frente a ellos, y realmente estaba intento poner atención a lo que veían.

Aunque no logre recordar qué era para cuando terminó la película.

James se ha terminado por escabullirse al baño antes de que Tony pudiese decir algo, y debe contener una risa al notarlo tan nervioso.

Él tiene sus propios problemas ahora mismo.

Peter se levanta para luego tomar todos los trastos que se ha traído antes. Tony no puede evitar pensar que el chico tiene un gusto demasiado marcado por aquellas botanas puesto que no ha quedado ni una.

— Ustedes y su metabolismo acelerado—dice, y el menor contiene una sonrisa.

Cuando James regresa Peter está buscando algo entre la pila de cajas que se ha traído, ante la sugerencia de la hora frunce el ceño apenas, pero asiente.

— Tengo clases mañana temprano—dice, recogiendo sus cosas.

Tony mira al otro, y aunque le ha tomado del brazo tan pronto como le tuvo cerca, se desliza lento fuera de la cama hasta alcanzar al menor.

Peter deja caer las películas cuando Tony le abraza.

—La puerta está muy lejos...—dice, nervioso.

— Lo sé... Te estoy abrazando. No estoy abriéndote la puerta

El menor ríe suavemente antes de corresponder, y cuando lo suelta junta todo de nuevo con rapidez.

— Es bueno verlo mejor... Rentaré otras para la próxima—avisa, y mira con cierta maldad al soldado.

Son competitivos, demasiado. Tony tiene que reconocer que ha creado un pequeño monstruo al verlo.

— Avisa a FRIDAY cuando llegues a casa... Y deja de entrar por las ventanas—pide, cuando el chico está doblando para caminar a la habitación por donde entró — ¡O salir por ellas! —gruñe, y solamente le escucha reírse al salir.

Pasa una mano por la sien.

— Va a acabar conmigo, James... Ese chico... Realmente...—musita, y regresa sus pasos a la cama, una sonrisa se forma en sus labios cuando sube a esta, hasta llegar al otro — ¿En qué nos habíamos quedado antes? —cuestiona, coqueto.

Los brazos ajenos alrededor de él le provocan un temblor ligero.

Está nervioso, demasiado, pero no puede imaginarse en otro sitio en ese momento.

Su rostro se acerca lento, como si existiera duda. Su mirada no lo proyecta, en absoluto. Su actuar es meditado, disfruta demasiado el momento.

Comienza a besarlo con calma, simplemente saboreando sus labios. Haciéndose una imagen mental que sería imposible borrar luego.

Estaba seguro antes, y lo estaba todavía más ahora.

Ama a ese hombre.

No se atreve a decirlo primero.