Confesión Adolescente

Capitulo 50

MERY

Ya son 12 meses sin Nora. Ha sido muy duro el saber que, cuando tenía algún problema o situación complicada no poder ir a su casa y que me ayudase. Quedaban dos días para mi boda con John y de repente Nick nos llamó.

-Ey,¿que pasa tío?- le contestó John.

-Se sincero, ¿vendrá Nora?- se le notaba desesperado

-Tío, si te digo la verdad no lo se. ¿Vendrá Sandra?

-No lo creo. Necesito que venga Nora. Quiero que sepas una cosa....

Y ahí ya no supe más, ya que John se fue a la calle a hablar. Nick y John empezaron a quedar más cuando Nora se marchó. Espero que venga con algún noviete o rollete, le estaría muy bien empleado  a Nick. El sonido del teléfono me despertó de mis pensamientos.

-¿Si?- contesté.

-Hola ... emmm... somos una empresa que busca facilitarle un gasto más reducido, hemos tocado a la puerta y al timbre y no nos han podido. ¿Podría abrirnos?

-No he escuchado  nada, pero ahora les abro, aunque no me interesa.

Fui a abrir la puerta, y ahí estaba, con dos maletas y riéndose de mi.

-¿Nora?- pregunté

-Espero serlo, sino tengo una crisis existencial.- empezó a reírse, yo sin embargo fui y la abracé.

NORA

Había decidido darle la sorpresa a Mery, se que lo había pasado mal, así que quién mejor para verme primero.

-Te echaba tanto de menos, no me creo que estés aquí- empezó a llorar.

-Pero no llores , ya hago suficiente siendo dama de honor, no me llores mas por favor.- le dije.

-Es el estrés que llevo, me tiene confundida- dijo limpiándose las lágrimas- Ahora lo que me interesa,¿algún chico?

-MMMM.... No,estoy muy bien, tenéis que venir a ver el piso, y la empresa. La gente es normal, callados pero bien.

-¿Cómo llevas el estar lejos de aquí?- estaba muy contenta pero triste a la vez de verme.

-Genial, esto son unas vacaciones ya para mi.

-Me alegro, aunque me entristece también, que mi mejor amiga esté fuera no mola, pero me alegra que todo te vaya bien

-¿Y John?¿Todo bien?- no me gustó la cara que puso.

-Si, se ha ido con ...

-Con Nick, entiendo. Puedes nombrarlo Mery, todo olvidado. Entendí que se acabó y que el esta feliz con su mujercita.

-Creo que tiene problemas.- Y empezó a contarme sus sospechas.

NICK

-¿Estas seguro? Es algo arriesgado y Mery no lo aprobará, ya me cuesta decirte que si a mi- John estaba poco convencido.

-Por favor tío. A veces necesitas darte el ostión para verlo.¿Se habrá olvidado de mi?- le dije.

-No creo, pero te habrá superado, algo que debería haber hecho hace tiempo, pero ahora que lo consigue vuelves a su vida. Última oportunidad, dejarla en paz es lo mejor que puedes hacer  si te dice que no o si esto no funciona. Ya sois mayorcitos para ir con juegos de críos.¿Entendido?

-Si, gracias tío,- le choqué la mano y me despedí. -Serás mi padrino de boda.

-Igual que tu el mio- me gritó.

Me fui, me había alquilado un piso cerca de ellos. Si, alquilado, ya que el matrimonio con Sandra no funcionaba, básicamente porque quería a Nora, y a veces no hay tanta química como crees. Estoy yendo a una joyería, a comprarle el anillo mas caro y más bonito que puede haber para Nora. Estoy decidido a casarme con ella, cuando ella lo vea necesario, pero al menos sabré que será para mi, con eso me vale.

Al cabo de dos días era ya la boda. Un año había pasado ya desde que volví a ver a Nora. Cuando la destrocé y humillé. Iba a recoger a John a su apartamento, ya que Mery no quería que la viese, tonterías innecesarias, aunque Sandra hizo lo mismo, cuanto toqué al timbre supuestamente me tenía que abrir John, pero no, me abrió ella.

-¿Nick?- casi se desmaya.

-Hola- saludé nervioso,¿puedes llamar a John? tengo que llevarmelo.

-Cla.. claro- dijo , sin expresar ningún sentimiento.

-Gracias.

-Hey tío, vámonos ya. Necesito fumar, estoy nervioso. Luego vemos pequeña.- le dio un beso y nos fuimos.

-Hasta luego- le dije. Ella ni se inmutó

-Tío, tranquilo- me dijo John.

-Estoy igual de nervioso que tu.- Le confesé.

- No creo, yo se que la mía dirá que si, la tuya no lo sabes.- empezó a reírse y le miré muy mal- tío es una broma. Calmate.

MERY

Estaba atacada de los nervios. Aún no podía creerme que me fuese a casar con John, dicen que los amores del instituto no suelen durar, pero el nuestro es especial y no me arrepiento de nada.

-¿Estas bien?- me preguntó Nora mientras acababa de ponerme bien el velo.

- Si, simplemente recordaba por todo lo que hemos pasado. Me siento feliz, me siento especial, me siento bien conmigo misma Nora, nunca había sentido esta sensación, creeme.

- Me alegro por ti, de verdad.

- Pensé que me olvidaría de él o viceversa durante el tiempo que estuvimos separados. Y ahora me voy a casar con él. Pese a lo que ha pasado le quiero, y no me arrepiento de nada.

- Parece que me vendes una boda, con su vestido y todo.- me dijo Nora riéndose.

- Pues si, eso espero. Me pido dama de honor en tu boda. - le dije.

- Yo jamas me casaré, básicamente porque ni tengo novio, ni ganas. Bueno, te dejo un rato con tu madre a solas, a ver si puedo fumar tranquilamente.- me dijo tan paciente.

- Nunca digas de este vaso no beberé. Solo te casarías con alguien, sabes que es verdad.

- Si fuera verdad, estaría mal por haberle visto hoy en tu casa. Solo espero que su mujer no me de mucho el coñazo.

Mi padre me cogió y me llevó al principio de la iglesia. Ahí empezaba mi nueva vida con el hombre de mis sueños .

-¿Preparada hija mía?- me preguntó mi padre.

- Mas que nunca.- y empezamos a ir hacia el altar.