Capitulo 40

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NORA

“¿Mio"? Había que ser gilipollas para decirme eso. No creía que alguien tuviese tanto tiempo para hacer eso, pero él mismo me lo confirmaba.

-Nos quedamos esta. Gracias. Iremos a pagar. Ahora venimos.- dijo Nick.

-¿ Ha pasado algo ? Te noto muy callada.- me dijo Mery.

- No, solo que he dormido mal.- le contesté.

-¿Me estas mintiendo?- me preguntó.

-No, la cama era incómoda solo eso.¿Acaso la tuya no?- le dije intentando disimular.

- Era bastante cómoda. Nora, te empiezo a conocer, puedo creer que me ocultas algo pero respeto que no me lo digas, en cambio, yo a ti te lo diré. - me dijo un poco triste.

- Mery no quería ....- me dije.

- Alguien me ha estado mandando  mensajes queriendo decirme que nos vamos a enterar o que va a conseguir lo que se propone. Y estoy asustada.- me dijo padeciendo.

-¿ Desde cuando?¿Tipo amenaza?- le dije asustada.

-Empezó al día siguiente de la resaca, cuando me drogaron. Sí, siempre en tono de amenaza.

- A mi me mandaron uno anoche, pero no en tono amenaza.- era hora de empezar a confiar en la gente. Y en Mery sobre todo.

-¿Como era?

- Tono cariñoso, se refería como mio.

- ¿Tuyo? No entiendo.

- El me ha dicho que es mio. Y que pronto estaremos juntos.

- Vaya pirado...

-¿Quien es un pirado?- dijo Nick abrazandome por detrás.

- Tu , melón.- le contestó Mery.

- Eso ya lo sabia, dime algo que no sepa.- le contestó riéndose.

- Bah, no merece la pena... - dijo Mery.

- Dímelo. No me ha gustado como me has contestado.- Nick empezó a picarse.

- Nick, basta ya, no discutais.- dijo John

- No te metas, porque si contesta eso es que hay algo que no se.¿Nora?- me preguntó.

- No se de que habla.- le dije levantando las manos en señal de paz.

- Mery dímelo.

- Nick, era broma. Vale ya.

- ¡Nora tuvo un retraso! Joder, eso es típico en una pareja, ya esta.- dijo Mery. Cogió la maleta y se metió en la caravana.

-Nick tío, te has pasado. Solo era una broma. -dijo John y acto seguido entró detrás de Mery.

-  ¿Por que no me lo dijiste?- me dijo Nick.

- Solo fue un retraso. - le dije.- Deja de hacer una montaña de un grano de arena. Me cansas de verdad.- entré en la caravana.

Siempre discutiendo, siempre controlandome. Quedaban dos días para llegar al Gran Cañón y se me hacia eterno.

-¿Que pasa ahora?- me dijo John mientras salíamos fuera.

- Nada, que quiere saber todo y quiero mi intimidad. Me agobia.

- Un retraso no es íntimo, es un problema tuyo y de Nick. No tienes razón en esto.- me dijo con tono duro John.

- No te cebes conmigo, si tienes problemas apañate, además, no te he pedido ayuda ni consuelo.

- Vale.- me contesto.

- Vete a la mierda John, cuando no tienes lo que quieres te enfadas, jodete por una vez.-le grite.

-¿Mas? Creo que ya lo estoy bastante.- me dijo suavizando su tono.

-¿Que ha pasado?- le pregunté tranquilamente.

- Mi abuela a muerto Nora, la mujer que me ha criado, que me ha querido se ha ido, y yo no he podido despedirme.- me dijo.

-John... Lo siento muchísimo deberías habérmelo dicho antes.....¿Mery lo sabe?- le pregunté.

- No, no quiero que sienta compasión. Pero quiero ir a hacerme un tatuaje con su fecha y una frase. ¿Puedes acompañarme?- me preguntó.

No podía decirle que no, se que quería mucho a su abuela, era como su madre, ya que la de verdad no quería saber nada de él ni de su padre.

- Me encantará acompañarte, a ver si yo me animo y me hago uno.

-¿Tu? - empezó a reír.

- Si. Pero si vas a reirte, ahora mismo entro y se lo digo a Mery.- le advertí.

- No, nada de esto a Mery.- me suplicó.

-¿Nada de que?- apareció Mery por detrás.

- Yo... Emm...Nada....- dijo John.

-¿Nora?- me preguntó.

- Yo nada, tengo que irme, os dejo. - me levanté y me fui, no quería discutir y eso ya era problema de John.

MERY

- ¿Me lo explicas?- le exigí a John.

-¿El que?

- No te hagas el tonto. Sabes que tramas algo con Nora.

- No Mery, iré a hacerme un tatuaje. Solo eso.

- Mientes John.

- No.- me dijo tranquilamente .

- Estoy harto de verdad. Eres como un niño pequeño.

- Pues si tan niño pequeño soy dejame.

- Pues a lo mejor lo hago. No soy quien para cuidar a un muerto de hambre.

La cagué, no pensé en lo que dije.

- Vaya, la niña rica lo ha dicho por fin.Esta bien. Esto se acabó. Se libre. Busca un príncipe azul y se feliz.

- John espera, no quería decir eso.

- Pero lo has dicho. - cogió sus maletas y se fue.

Se había acabado, en un momento. Dolía pero  los celos eran malos. No pude evitar que se fuera y llamé a Nora, necesitaba que me salvase otra vez.

Confesión AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora