⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]

D I E Z

Al día siguiente, Deuz volvió a despertar viendo la cara de Félix. Pinchó su mejilla un rato hasta que el alfa dió señales de despertar, bostezando y parpadeando un par de veces.

—¿Buenos días? —preguntó, sonriente.

Félix sonrió, asintiendo. Ambos se sentaron observando a su alrededor el nido que aun se mantenía en pie.

—Bueno... Eh... Es hora ya, recojamos el nido... —comenzó Félix, incómodo. Deuz tardó en reaccionar, pero siguió las acciones del alfa, tirando de las mantas para que se salieran de detrás de los cuadros y estante que las mantenía cual carpas.

Doblaron todo y lo guardaron en un armario. Félix se llevó su prendas a su habitación, a excepción la que Deuz aún no se quería quitar.

Desayunaron en silencio, sintiendo el ambiente meramente pesado.

—¿Qué se supone que sucederá ahora...? —preguntó el omega jugando con la ñema del huevo frito que comía. 

—Pues... Tú tienes que dar una conferencia para explicar mejor lo ocurrido... —notó que el omega se estremeció suavemente—Estaré a tu lado en todo momento, además. Tienes a tu banda. Todo irá bien, Deuz. —le animó, rozando su mano, pero el omega la alejó en un reflejo involuntario.

Deuz siguió comiendo sin dirigirle la mirada, parecía algo ido. Félix suspiró.

—Después de ello, tú y tu banda se irán con sus productores, tengo entendido que ellos a pesar de estas circunstancias, los aceptaron igual. Podrás seguir con tu música sin ocultarte al mundo. —sentenció rascando su cuello, admite que extrañará ese ambiente tan dulce y cómodo que tenía con Deuz apenas ayer, lo hacía sentir como un alfa con pareja, sabía que ese omega era el indicado.

El moreno dejó de comer para elevar la vista.

—No me refiero a eso. Hablo de este bebé. Félix, todo sería más fácil si no estuviera preñado, pero hay un niño en mí y... Realmente no sé si pueda tenerlo siendo que su padre es un vio-Viola... Eso y yo ni siquiera tengo un lazo que asegure su supervivencia y la mía.

Félix le miró, algo impotente, pero entendiendo su preocupación.

—Sé a qué te refieres. Sinceramente, es difícil que un omega embarazado y sin lazo pueda estar bien, pero hay esperanza de ello, al menos. Por ahora, tu cuerpo no ha rechazado al feto--

—No le digas así. —sentenció el omega, enojado—Feto es una palabra fea.

—Pero eso es lo que es, Deuz. —rió el alfa, terminando su plato y levantándose a lavarlo—Recuerda que no llevas ni un mes preñado. Pueden ocurrir muchas cosas en esos nueve meses que te esperan.

El ojizarco bajó la vista, recapacitando ¡Sentía que el tiempo había sido tan lento! Solo habían pasado unos tres o cuatro días. Soltó un demonios por lo bajo que hizo reír a su acompañante.

—Lo que aún no hemos contado son las secuelas que te dejó ese alfa. Tienes trauma, al menos no tanto como hace dos días pero, sigues con la guardia muy en alto.

Deuz suspiró asintiendo, levantándose y ayudando al pelirosado a guardar las vajillas.

-o-O-o-

Su grupo vino por él a las dos horas, trayendo su ropa para que se cambiase. Y después de planear por encima lo que harían y Deuz meditara las preguntas y respuestas que habrían. Se dispusieron a salir todos del departamento, siendo primeros los amigos del moreno.

El ojiambar se posó en la puerta, listo para salir, pero el ojizarco lo detuvo con un fuerte abrazo por su espalda.

—¿Deuz? —interrogó.