C U A R E N T A Y S E I S

235 28 14
                                    

Con movimientos mecánicos, el rubio tomó la perilla de la puerta.

Harry apretaba fuertemente la mano de su pareja, y Leo acariciaba con su pulgar suavemente la mano más pequeña para asegurarle que estaría con él, y que ni un tornado podría alejarlo de su lado.

El rubio empezó a respirar pesado. Nervioso, y su pareja le besó la frente en respuesta.

—Estoy contigo... Todo estará bien. —le enseñó una pequeña sonrisa sincera y llena de cariño. Suspiró y abrió lentamente la puerta luego de eso.

En el living, Deuz estaba atento al pequeño de dos años que jugaba con unos bloques. Félix junto a James revisaban una tarea del último. Todos voltearon hacia la pareja cuando se presentaron.

Se veían demasiado tranquilos para el nervioso ser de Harry.

Su madre se levantó en calma para abrazarlo, los dos pelirosas le siguieron.

—Bienvenido a casa, Harry. —dijo con ternura. Arrugando suavemente la nariz, su pequeño con olor a café ahora apestaba a carretera, y no precisamente por el viaje.

Harry miró de reojo a su novio, que se daba la mano con un Félix que sonreía tan cínicamente, sabiendo todos los pecados de la joven pareja.

—Tomen asiento. Vamos a hablar de su viaje... —animó el ojiámbar. Que en realidad se preparaba para avergonzar a su hijo y hacer sufrir a su nuero. Le dirigió la mirada a James. Y el chico tomó en brazos a su hermanito para irse escaleras arriba a jugar.

—¿Cómo les fue en la playa? —empezó Deuz, simplemente con emoción de saber la situación de su rubio—¿Qué hicieron? ¿Disfrutaron la estadía?

Ahí fue donde Félix consiguió su oportunidad. Con los cuernos de un diablo apareciendo imaginariamente sobre su cabeza.

—¡Oh, Deuz! Claro que estos jóvenes y energéticos chicos han disfrutado su viaje ¡Mira no más cómo llegó oliendo nuestro retoño!

Leo aguantó una risa. Mientras Harry se coloraba por completo.

—¡FÉLIX! —regañó su marido.

—¡¡PAPÁ!! —exclamó el ojizarco. Tapándose el rostro con una mano y el estómago con otra.

—¿Sí o no, nuero? —interrogó chistoso. Y Leo soltó una risotada mientras asentía inconscientemente—Pero bueno. Basta de juegos ¿Qué tal les fue?

—Creo que estoy embarazado.

La sala quedó en silencio.

Harry soltó eso de repente. Arrepiéndose al segundo. Leo lo miraba de reojo con la gota gorda ya cayendo por su frente dramáticamente. Deuz lo observaba entre sorprendido, emocionado y angustiado. Y Félix, pues... Él estaba con una sonrisa de oreja a oreja que figuraba un perfecto "Lo sabía"

Adiós, discreción y charla civilizada. Pensó Leo, soltando un pequeño suspiro. Volviendo a tomar de la mano a su pareja, para darle confianza.

—¿Tú qué-?

—Ah, tranquilo Deucito. Recuerda que él se hizo el tratamiento. Está bien... —tranquilizó el mayor, intentando mejorar el ambiente.

—Yo sé. Es solo que... —miró a su hijo mordiéndose los labios, jugando levemente con sus nudillos aunque una mano aún la tuviera enredada con Leo—Hijo...  No te voy a criticar esto, estoy muy feliz, pero... Acabas de cumplir dieciocho ¿No es algo pronto?

—Sí. Yo opino lo mismo, má. —afirmó el rubio mirando acusador a su pareja mientras apretaba fuertemente su mano, el alfa intentaba ocultar su cara de dolor con una sonrisa.

⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora