⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]

D O C E

El alfa rió en respuesta, admite que los golpes de Deuz no le dolían tanto como sus amigos decían que dolía.

—Entonces... ¿Quieres que me quede? —preguntó el alfa, con los ámbares brillando.

Deuz, toqueteando un poco el chupetón, soltó un bufido.

—Sabes, lo estoy dudando. —rechistó él.

—Oh, bueno~ entonces ya me voy... —comenzó a caminar hacia fuera del consultorio, pero el omega lo detuvo diciéndole que lo decía por juego—Mmm, entonces, creo que acepto tu oferta. —aseguró, con una sonrisa y acercándose a besar la frente del omega con ternura.

Deuz ocultó su cabeza en el pecho del alfa, para volver a escuchar el calmado ritmo de sus latidos. Félix sonrió y en acto de capricho cargó como princesa a Deuz hasta salir del hospital, con este haciéndole pataleta para que lo bajara.

Fuera del hospital, Félix pudo hablar cómodamente con los demás Nightmare.

—¿Entonces vendrás con nosotros de ahora en adelante? —preguntó Onnie, sonriente y teniendo la mano del alfa tomando su muñeca, porque él era como un niño y capaz hacía alguna estupidez por no ser vigilado.

—Seh. Eso creo, siempre y cuando ellos lo acepten... —dubitó observando a los dos alfas.

Ambos tenían mala cara, pero entendían que el que Félix los acompañara era por el bien de su líder y amigo.

—Por mi no hay problema. —sentenció Maggie y Oxy solo asintió.

—Pero ¿Dónde dormirás? —dubitó el pelinaranja.

—Ah, lo haré con Deuz. No es como si no hubiéramos dormido juntos antes —dijo como si nada, llevándose un pequeño pellizco del omega en sus brazos y una mala cara del ojinaranjo.

-o-O-o-

Luego de hablar con los productores y la banda de Félix, y estos amablemente aceptaran. Tuvieron que volver a la ciudad para buscar sus cosas y que éste dejara su camioneta Cadillac allí.

—Platudo... —mencionó Oxy cuando pudo inspeccionar bien el vehículo del pelirosado.

—Por favor, soy doctor. Tengo una de las profesiones más pagadas del mundo. —refutó en broma, llevándose una risa del peliazul.

Oxy tomó a Onnie y lo jaló trás él, primero ese alfa le quitaba a su mejor amigo, no dejaría que le quitara a Onnie.

En lo que eso ocurría, Maggie y Deuz paseaban por la ciudad, ya con el omega cargando su collar.

—Todo se ve muy calmado ahora. Me gusta... —comentó Maggie, comiendo un chocolate.

—Seh. Tienes razón... —habló, quitando un cuadrito del chocolate de ella y comiéndolo de un bocado.

La alfa paró de caminar al recibir un mensaje de parte de Oxy, exigiendo su presencia.

—Maldición, qué fastidioso es él. Vamos Deuz, hay que volver rápido. —empezó a caminar con velocidad.

—Maggie, no puedo correr así. Tranquila, en un rato los alcanzo...

—¿Seguro? —se mostró suspicaz.

—Sí, si. Adelante. Necesitan a alguien fuerte allá  —bromeó y luego se quedó viendo cómo su amiga corría rumbo al edificio del alfa.

Entonces caminó en calma hasta que un peculiar olor le llegó a la nariz. Paró en seco frente a un almacén cerrado y giró lentamente.

Oh no.

Allí estaba.

Reconocía su asqueroso olor.

El alfa de cabellos rubios, que parecía ser de pocos recursos, también lo reconoció a él por su olor. Sonrió de lado, mostrando una cara amable que le cubría cual máscara.

—Oh, eres tú, Deuz... ¿Cómo te va? Oí que a tu banda le va bien pese a tu condición. Me alegra... —comentó, acercándose—Mira. Pasado pisado ¿No? Sin rencores.

El omega le miró con repulsión, mostrándose firme ante él, aunque tuviera miedo.

—Eres una persona repugnante, no te mereces ser un alfa. —rechistó.

—¿Y qué? ¿Tú sí? Con esos chillidos de puta que sueltas, de tu lugar no cambias.

El omega bufó, ignorándolo y volviendo a caminar.

—Oye, espera un momento... —Deuz intentó caminar más rápido, limitándose por el bien de su bebé—¡Espera zorra! —lo detuvo, tomándolo del hombro—Ese olor que te cargas... Es... Mío pero... Oh, es una cría. —concluyó, sonriendo—Aw, serviste para algo, te preñaste. Me alegra, cariño, pero... También tienes el olor de otros tres alfas... ¿Así que andabas de zorrita como siempre entre ellos? Muy mal...

Antes de que Deuz reaccionara, fue jalado a un callejón con fuerza por el alfa peliocre, que lo terminó pegando a la pared de pecho.

—Creo que tienes algo que entender, pequeño... —comenzó, bajando su mano por toda la buena figura del omega—Tómalo como un favor. Con un lazo, mi bastardo crecerá bien en ti.

—No lo llames así. —refutó, gruñendo—Él no es tu hijo... —sentenció, con los ojos fuertemente cerrados.

—¿Qué acaso te lo trajo la cigüeña? Es mi semen, es mi hijo. —acercó su mano al collar, dispuesto a quitarlo.

—¡¡NO!!

Entonces, el alfa fue chocado contra la pared trás suyo, con la fuerza del omega. Que se giró a tomarlo por la ropa y tirarlo a un lado, haciendo que chocara con el container de basura.

—No me pude defender a la primera. Te las voy a cobrar... —gruñó, y con furia se tiró sobre él, golpeándolo hasta hacerlo sangrar y tener varios moratones y arañazos en toda la piel visible, técnicamente, paralizándolo.

Luego de eso, el omega se levantó, sacudiéndose las ropas y comenzó a caminar fuera del callejón.

—T-tú... Eres una pésima persona... —habló con la fuerza que le quedaba. Deuz lo miró por encima del hombro, ya apuntó de salir.

—¿Y qué? No es como si tu fueses mejor... —le respondió, con sorna y sin importarle nada, corrió de vuelta a donde Félix.

Se detuvo a unos metros del edificio, aunque igual todos sus compañeros notaron su latido rápido y ansiedad. Corrieron hacia él, pero éste sólo se agarró de la ropa del pelirosado.

—Félix... Por favor, enlázame... —rogó, sorprendiendo a su grupo, en especial al alfa solicitado.

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No por colocar a Springy como el "malo" del cuento significa que lo odiemos, nos quedamos cortas de personal (??