T R E I N T A Y U N O

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Harry estaba pensando en proponer que Bryan se quedara a dormir. Así no tendría problemas con las ansias, si al llegar al instituto él no estaba aún, pues llegarían juntos.

Quiso pedirle a su madre, pero puesto que aún le aplicaba la de hablarle a la pared. Decidió ir por su padre.

—¿Seguro que en su casa no lo necesitan, Hazza? —preguntó, inseguro.

—Sí, papá. —declaró, el brillo en los ojos ámbar mostraba que estaba feliz de que aún lo considerase su padre. Aunque el rubio no notaba eso—Si está aquí estaré más tranquilo mañana; juntos haremos la cena, Bryan es un chef de calidad; y... Eso, pues...

El adolescente se mostraba algo asustado. Nunca le había pedido ese tipo de cosas a sus padres. Félix lo analizaba suspicaz. Empezó a rascar sus nudillos por incomodidad.

—Está bien. —sonrió bobamente—Bryan es divertido, admito.

Harry sonrió en respuesta. Abrazó rápidamente al pelirosa antes de correr escaleras abajo; su mejor amigo estaba jugando con un par de colores, unía con fuerza las bases de estos y luego los separaba para intentar unirlas de nuevo, mientras ambos objetos se repelían.

—¡Antorcha! Si te puedes quedar.

El pelirrojo se acomodó los lentes con un pequeño puchero por el apodo.

—Okey. Le avisaré a mis viejos.

-o-O-o-

En la cena el pelirrojo se había lucido bastante. Hizo casi un banquete usando más que nada hortalizas.

—¿Seguro que tu familia no es vegana? —preguntó el rubio colocando los platos.

—Te lo juro por el frasco de tiras de carne seca que es renovado cada dos días en mi casa. —hizo una pose tonta, sosteniendo la cuchara sopera.

A James le gustó la comida bastante, se inclinó al pelirrojo a pedir otra porción. Deuz no dió palabra. Pero cuando ambos adolescentes iban a la habitación, Félix les aseguró que le había gustado.

Ahora ambos estaban acostados. Harry en su cama y Bryan abajo en la cama corrediza.

Estaban en silencio, mirando el techo que tenía pegatinas de estrellas y planetas fluorescente que se observaban mejor gracias a la oscuridad.

—Y luego dices que yo soy el infantil. Y tú con pegatinas. —se burló.

—Silencio. Papá y yo ordenamos todas estas pegatinas de modo que fueran un modelo de las constelaciones. —escuchó al pelirrojo soltar un silbido con gracia y no se evitó tomar su almohada y tirársela a la cara.

—¡Hey, idiota! —se quejó, tomando la almohada—¡Ahora es mía!

Forcejearon mientras reían sobre la custodia del objeto. Y luego de que el rubio la obtuviera de vuelta, Bryan se sentó para recargar la cabeza en la cama alta.

 Y luego de que el rubio la obtuviera de vuelta, Bryan se sentó para recargar la cabeza en la cama alta

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⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora