E X T R A # 2

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Leo lo sabía. Sabía que la vida no fue tan maldita con él y le había brindado lo mejor pese a todo su karma.

Realmente, si alguien le hubiera dicho cuando estaba en primaria que el chico rarito que molestaba se convertiría en su pareja cuando fuese mayor, hubiera golpeado a esa persona y luego reído en su cara. Negándolo todo.

Pero en cuanto supo que Harry le gustaba no se rechazó, pues Leo siempre ha sido alguien de instintos y si su consciencia le decía “Es él”, entonces si es.

Él mismo se sorprende de eso. Mientras observaba a su amado rubio dormir recordó lo torpe que había sido cuando se le confesó, disque “Quiero cogerte y Mimimi...”, admite que estuvo nervioso y aún así cree que su declaración fue la más genial de todas.

Porque bueno, a pesar de que Harry siempre le recalcó que su confesión fue horrible, igualmente terminó casándose con él ¿No? Mátame esa, Hazza

(¿)Leonard 1 - Harry 0(?)

Acarició con ternura los cabellos de su pareja, que roncaba apenas. Sonrió enternecido y cuando se arrimó más para besuquearle, escuchó un llanto.

Temió de que fueran fantasmas en la casa, pero solo había sido su hija de un año que aclamaba atención en ese amanecer.

Sí. La vida le había tratado bien.
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Leo también sabía como tratar a esos dos seres importantes en su vida.

Por ejemplo, sí su cría se ponía mala cara era porque tenía sueño. O cuando Harry le decía algo como:

—Voy a presentar un proyecto en la universidad.

—Ah, sí amor. Ve que yo cuidaré a la niña.

Sabía que Harry no volvería hasta posiblemente la mañana siguiente, y que él no podría dormir. Porque sin mamá en casa esa bebé se volvía una bestia.

La primera vez que ocurrió fue cuando la niña tenía cuatro meses, y del desespero de no poder dormirla él terminó llamando a su prometido para que la calmase.

—¿Qué diablos Leo? Más te vale haber acostado ya a...

—En eso estoy, sí... Solo que faltas tu para que funcione. —y sin dejarle reclamar, colocó el teléfono al lado de la bebé que yacía llorosa en su cuna.

Entonces Leo no sabía que conjuro hacía Harry, simplemente oyó que llamó a su cría y ella paró de llorar, cayendo a los momentos dormida. Aprovechando para quitarle el teléfono y hablar con su pareja.

—¿Cómo pudiste...?

—Eres un desastre, Leonard Golden. —y tras eso, colgaba. Dejando humillado al azabache.

Le hizo falta unos tres meses más para aprender a entender y cuidar de su bebé cuando estaba solo, y dejar de llamar a Harry a menos que fuese a desearle buenas noches o algo similar. Se llegó a llevar tan bien con esa niña que ambos terminaron haciendo travesuras juntos.

—Leo... —llamó el rubio, entrando a la cocina—Amor, debemos comprar... ¿Qué carajo?

A Harry le hacía fruncir su ceño el encontrar a su esposo con algo de avena escurrida por su rostro, y a su pequeña comiendo feliz de dicha avena.

Sabía que no era que su hija le echaba de la crema en la cara, si no que él mismo tomaba una cucharada para luego darle otra a ella.

—Se supone que tengo a mi cachorro y a mi esposo. No a dos estúpidos niños. —declaró con veneno mirando al azabache que limpiaba un poco de la avena en su rostro.

⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora