C I N C U E N T A

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Harry trataba de no entrar en un ataque de pánico, respirando profundo justo como el doctor Towntrap le indicaba siempre cuando era niño.

Miraba a la pared verdosa del hospital e internamente deseando matar más al idiota de su novio. Aunque no podía culparle del todo, ya que él mismo había intentado ayudarlo a parar ese ataque suyo de alguna forma.

Frunció el ceño al escuchar la puerta abrirse lenta y algo rechinante, odiaba ese sonido; y, oh, hablando del Rey de Roma, allí estaba el tarado ese.

-¿Hazza...? -tanteó nervioso, entrando rápido-Qué alivio que estés bien, dentro de lo que cabe... Ya sabes... -sonrió, acercándose lentamente a él-Harry, si esto es demasiado para ti... Puedes parar ya, si lo deseas podemos inducir tu parto para que dejes de sufrir... ¿Qué piensas?

-Que es una mierda. No pienso parar ahora cuando solo me faltan dos meses para que esté a término, imbécil. -regañó levantándose un poco y regresando a su posición por el dolor bajo su abdomen-Tu voz me estresa, cállate de una vez. -murmuró cerrando los ojos e ignorando la sensación de sus órganos revolverse paulatinamente.

Jadeó de golpe por la fuerte patada que le había proporcionado su interior.

-No hagas eso ahora, estoy en medio de una pelea con tu estúpido padre. -habló para el bebé.

Leo simplemente sonrió acariciándole el cabello con cuidado y suspirando.

-Tus padres están allí fuera, junto a los míos... Con... Una pequeña riña. -le informó.

-Leo, me es imposible en estos momentos saber si ellos estaban aquí, aunque gracias, espero que no se maten en el proceso... -murmuró dormitándose por los cariños en su cabello.

El omega y el beta se miraban fijamente a los ojos mientras sus puños sujetaban fuertemente al otro del cuello. Tenían una estúpida pelea, ya bastante típica de ellos.

-No sé por qué no me sorprende que ellos estén haciendo esto en el hospital. -comentó Golden con mirada aburrida hacia su pareja que ya tenía el puño en el aire.

-Lo único que a mí me sorprende es que seguridad no haga nada. -dijo el pelirosa ganándose la mirada del otro.

-Bueno, si seguridad ve que no hacemos nada para separarlos, entonces pensaran que esto es peligroso. -sonrieron de acuerdo aun sin pensar en acercarse a sus esposos, era más sencillo dejar que se cansaran y no se hablaran por un tiempo.

A los momentos el más joven salió con la mejilla algo roja, Harry era imposible.

Aunque eso no evitaba que su sonrisa presumida estuviera en su cara, estaba feliz en cierto modo de que él estuviera dispuesto hasta el final. Se ubicó al lado de los dos alfas ignorando claramente a los dos demonios que peleaban a muerte.

-Me es imposible hablar con él sin que intente matarme más de lo usual ¿Quién me diría a mi que era tan difícil tratar con esto?

A Golden y a Félix les surcó la gota gorda por la frente, mirándose mutuamente y dándose cuenta que, efectivamente, los tres habían elegido parejas con los peores temperamentos posible.

-o-O-o-

-Muy bien Harry, llevas un mes aquí, dime ¿Te sientes mejor? -preguntó Towntrap cambiando las sábanas; ya que el chico no dejaba que ninguna enfermera se acercase a él, al hospital no le quedó de más que llamar a su médico de cabecera.

⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora