T R E I N T A Y S I E T E

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Lo siguiente que Félix sabía es que había pasado una semana ya.

Una semana donde Abby, Lily y Maggie habían llegado como el escuadrón marital para intentar resolver lo que fuera que pasara entre ellos.

Aunque rápidamente se dió cuenta de que Maggie no estaba de su lado, ella sólo estaría por y para su querido jefe. A diferencia de Lily que sí lo apoyaba y Abby... Pues, Abby estaba en un punto medio en donde quería que su shipp regresara a la normalidad y por eso intervenía.

Esos días el alfa había visto a su omega, pero éste se encerraba en la habitación o lo provocaba en mal término antes de que si quiera pudiera hablarle y eso, sinceramente, le afectaba demasiado. Diablos.

En la semana entera ninguno de los dos pudo dormir bien o hablar con sus hijos sin que la pareja no supiera qué hacer al verse todos los días a la cara.

Estaba claro que se necesitaban bastante para volver a la normalidad, pero uno era muy terco y el otro muy amable. Y así no iban a lograr hacer funcionar las cosas como antes.

Ambos padres también notaron que Harry tenía un comportamiento extraño, estaba más cerrado a conversaciones y preocupado; por momentos su mente parecía quedar ausente y a los segundos de que pasaba eso, rascaba sus nudillos y sacudía la cabeza, intentando sacar lo que sea que le atormentara de su cerebro.

Ambos intentaron indagar en el rubio adolescente, como buenos padres. Pero ese ambiente que los adultos cargaban solo logró incomodar y frustrar más al joven alfa, que prefería refugiarse con sus tías a tratar con ellos.

Pero por fin, de un día para otro, esas tres mujeres habían logrado que ambos pudieran mirarse a los ojos sin que uno intentara matar al otro o se pusiera a llorar; aunque cuando lo lograron ellas ni siquiera estaban en la casa del matrimonio.

Los habían mentalizado a ambos con sermones que terminaron en "Son pareja de por vida. Deben resolver estos inconvenientes por su bien, y el de sus hijos".

Y esa noche. Félix estaba dispuesto a arreglar ese malentendido tan tonto que estaba a poco de joder su feliz matrimonio.

Los niños no estaban, Harry decidió quedarse con sus tíos por la incomodidad en casa, al igual que James, que siempre seguía al mayor como un patito.

El sonido de la televisión estaba presente en la habitación donde Deuz yacía.

Se sentía un algo culpable de lo que estaba causando, pero aunque lo evitara, sabía que debía hablar con el idiota de su marido en algún momento.

Estaba tan distraído, que no escuchó cuando Félix entró y se acercó a él hasta que ambos estaban en el suelo por accidente, gracias a su revuelta.

El omega intentó sacarse de encima a su alfa, que le tenía las muñecas sujetadas por sobre su cabeza, con fuerza.

Ambos estaban enojados y gruñendo como dos animales en riña. El sonido gutural y seco que salía de la garganta de Félix ponía a Deuz un poco nervioso, al punto de intentar patearlo para alejárselo.

Félix por otro lado intentaba abrazarlo, aunque todo se había salido de control con el repelus de Deuz; y terminó recibiendo una mordida con la cual finalmente ambos se separaron mirándose fijamente a los ojos.

⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora