⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]

V E I N T I S E I S

Harry tomó la taza en sus manos y dió un sorbo. Peinó hacía atrás su cabello algo largo y rubio, ansioso por lo que venía.

—Verás cielo... Ese día del concierto, si causé un desastre, pero no fue que me desmayé en media tarima... Estaba cantando, me sentía el rey del mundo y... En ese entonces, nadie sabía que yo era un omega, solo mis compañeros de banda.

El moreno observó a su hijo, que parpadeó algo confundido.

—Los supresores me ayudaban a ocultar mi verdadero segundo género. Ese día, mi colapso fue porque mi cuerpo rechazó todo y me hizo entrar en celo, recargando en él todas las veces que estuve tapándolo... Nadie se la creía, y sabes que a diferencia de ahora, en ese tiempo era difícil que hubieran omegas líderes sin que la banda cayera...

Suspiró. Tomó un sorbo de la taza y el adolescente frente a él se acomodó un mechón de pelo tras la oreja. Dejándole continuar

—Papá... —comenzó inseguro—Él supo que eras un omega ¿Cierto? Ni con los supresores te puedes ocultar de un alfa sangre pura...

—Sip... Cuando entre en celo, todos los alfas presentes se quisieron ir sobre mi... Para tomarme, y castigarme por mi actitud pese a ser omega. Félix fue el que me impulsó a irme, poniéndose como escudo para mí junto a Oxy y Maggie... Onnie me llevó con él, intentando ir al autobús donde viajamos... Pero... —bajó la mirada—Yo me sentía atosigado, enjaulado. Quería huir, y sin pensarlo, lo hice. Aún con los gritos de Onnie tras mío, corrí fuera del estadio.

El ojizarco notó como su hijo empezaba a fruncir el sueño, conectando con miedo los detalles. Sus manos empezaron a sudar y sabía que no era culpa de la taza que tenía en estas. Prosiguió.

—Las calles de esta ciudad estaban vacías. Pensé que, si llegaba a la clínica más cercana, allí me atenderían. Pero escuchaba que me seguían e intentando perder a esa persona, me escondí en un callejón. Más tarde me enteré que esa persona que me buscaba era Félix...

—Papá te encontró luego... Cuando estabas en mal estado por el celo ¿Verdad? —los nervios comenzaron a inundar al joven, soltó la taza y se abrazó a sí mismo. Temblando, esperando que su respuesta fuera afirmativa.

Deuz sonrió tristemente, liberó feromonas para intentar calmarlo, pero no funcionaba mucho.

—No, hijo... Él me encontró, pero para entonces... El celo ya había hecho de las suyas... Sabes a qué me refiero; cuando pensaba salir de allí. Una mano me atrapó y esa persona, era un alfa. Encantado con mi olor y él... Solamente hizo conmigo lo que nuestros instintos primitivos ordenaban...

Los ojos del incrédulo Harry se abrieron, asustado.

—No... —suplicó.

—Ese alfa, que abusó de mí en esa ocasión... Es tu verdadero padre... No eres del legado de Félix. Por eso tus abuelos deseaban que James fuera alfa, porque tú no tienes su sangre...

Deuz se asustó en cuanto vió a su hijo soltar un par de finas lágrimas. Se apresuró a quitar las tazas, sabiendo lo que su pequeño e inestable hijo era capaz de hacer.

—Pero. Mira como resultó... —empezó, nervioso—Félix me cuidó y aceptó el hecho de criarte como si fueras suyo, yo nunca quise deshacerme de ti porque eres mi bebé, pese a que mi cuerpo por no tener lazo no te aceptó un corto periodo... Félix se enlazó conmigo para tenerte, y porque nos amamos y te quería y... Él te ama porque eres su hijo... Recuerda que una familia no se rige por la sangre, si no por el cariño que se tienen y--

—¿Entonces soy un... Error? —preguntó, completamente ajeno a lo que recién había dicho el omega.

—¡¿Qué?! ¡Claro que no, hijo! No lo eres, te amamos y--

—Pero, lo fui en ese entonces ¿No? Mi padr... Félix no te conocía hasta ese momento y--

—Pero él se hechizó apenas verme. Hijo, él nos ama mucho...

—Pero... Si no fuera porque te escondiste... Mi padre real no te hubiera preñado de mi...

—Bueno... —se mordió el labio—Sí. Pero--

—Maggie, Fede, Oxy. Todos ellos dicen que ese día fue un desastre, un error. No porque por tu culpa de automedicarte te puso así, sino porque... Porque ese día me concebiste a la fuerza ¿Cierto?

Deuz se levantó. Empezando a sentir el aroma a desesperación del adolescente.

—Si no fuera por mí... Hubieras tenido tiempo de conocer más a Félix. Si no fuera por mí... No hubieras tenido la necesidad de que él te enlazara tan rápido. Si no fuera por mí... No hubieras pasado por esos insultos cuando yo... Cuando me diagnosticaron... Si no fuera por mi padre... Tú no hubieras sufrido por tener un hijo enfermo...

—Harry. Tú no eres un enfermo —se apresuró a decir el omega. Tomando de los hombros al chico que temblaba—Tienes una forma diferente de ver al mundo, pero no eres enfermo. Y sí. Sé que lo que pasó en ese entonces fue malo pero, no cambiaría este futuro por nada. Te amo, hijo...

El adolescente se apresuró a soltarse apenas pudo.

—¡Papá y tu estaban más emocionados con James que conmigo! —declaró.

—¡Estábamos igual contigo! ¡Eres nuestro hijo también!

—¡No! —gritó usando su voz de alfa, su madre se echó para atrás, algo intimidado por ese tono—¡Yo no soy hijo de Félix! ¡Soy solo tuyo! ¡Tú... Tú... Ni siquiera puedo considerarme hijo tuyo porque no me concebiste con amor! ¡Soy producto de una asquerosa violación! —gritó. Empezaron a caer lágrimas de sus ojos, igual que los de su madre.

—Harry... —llamó.

El alfa lo miró, dolido. Corrió escaleras arriba con los gritos de su madre persiguiéndole. Se encerró en su habitación, la cabeza en la puerta y suspiró. Escuchaba la voz de Deuz llamándole tras la puerta, para que lo abrazara porque solo así él se calmaba, en los brazos de sus padres. Gruñó y empezó a tirar un par de sus cosas, se haló los cabellos rubios con un grito frustrado.

Paró en seco y miró a su armario.
Sacó rápidamente un bolso, y le colocó un par de prendas y cosas. Tomó su teléfono y marcó el número de Bryan, su mejor amigo alfa también.

—Madre. Aléjate de la puerta.

—Harry--

—¡Aléjate! No quiero hacerte algún daño apenas salga.

—Hijo, tu nunca me harías daño...

—No soy capaz pero... Necesito... Solo...

Deuz pareció entenderlo. Se alejó a paso lento de la puerta y esta se abrió, con el chico y su bolso encima.

—Harry, tu...

—Iré con Bryan. —empezó a caminar, ignorándolo—Necesito... Pensarlo...

Siguió su camino y vio de reojo la puerta apenas abierta de James. El niño estaba asomado, sollozando por los gritos. Harry notó que el pequeño le ofrecía el peluche de trapo.

Lo tomó en sus manos, observándolo y luego al niño. Caminó escaleras abajo y escuchó perfectamente el sollozar de Deuz, al igual los pasos del pelirosado de su hermano ir a él y abrazarle para que dejara de llorar.

Cerró la puerta suavemente y una vez afuera apuró el paso, llamando al pelirrojo al teléfono.

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Estamos en nuestras últimas semanas de clase, no pudimos hacer nada:(

Nos leemos luego ^^