S E I S

623 72 18
                                    

En la noche sus amigos al fin se habían ido, dejándolo solo de nuevo con el alfa que le miraba fijamente.

—Tal vez... Un poco de ropa no te haría mal ¿No? —a Deuz ya no le quedaban almohadas, pero si adornos caros en las mesitas.

Félix maldijo en su mente mientras gritaba por sus cosas rotas, el moreno no pudo mostrar más que una cara de cansancio, los medicamentos estaban haciendo su trabajo.

El alfa se preguntó si él era así todo el día con sus amigos, cómo podían sobrevivir sin ganas de matarse o algo.

—Bien, bien, iré a tomar un baño y te traeré ropa nueva ¿De acuerdo? —no hubo respuesta, Deuz ya tenía los ojos cerrados, así que se acercó a él y colocó al fin las almohadas.

Aprovechó para tocar sus mejillas, eran suaves, se veía muy relajado, se veía mucho mejor así, y no con la cara seria de siempre.

Eran unos momentos donde su mente pervertida estaba jugando con él, despertar con Deuz luego de hacer eso, o él en muchas posiciones sexuales; necesitaba un baño más que nunca, así que salió rápidamente antes de dejar algún olor que hiciera sentir incómodo al moreno.

Deuz abrió los ojos un rato después, estaba muy cansado, su estómago ardía como el infierno y sus piernas estaban entumecidas. A los 5 minutos empezó a estar muy caliente, su sudor caía mientras se sujetaba fuertemente de las sabanas, no pudo evitar gemir con fuerza, su cuerpo lo estaba matando. Sabía que su olor estaba en todos lados, era horrible.

Pudo escuchar a alguien correr, ese alguien era Félix, que solo tenía una toalla, haciendo que Deuz se cubriera completamente con la sabana, esto era vergonzoso.

El pelirosado se acercó a unos medicamentos y se los dio a Deuz que no paraba de temblar, así que antes de hacer algo arriesgado salió corriendo del lugar para ponerse el pijama.

Al volver vestido con pantalones holgados y una franelilla; se encontró a Deuz con... Muchas mantas y muchas almohadas, Oh. Así que a esto le llamaban nido.

—Demasiado calor... —un quejido salió de todas esas sabanas—Vas a estar bien, tu cuerpo sólo necesita contacto físico, nada más, si me dejas yo-

—¡Solo ven aquí de una vez! —Gritó Deuz completamente molesto mientras extendía sus brazos.

Félix miró ese ofrecimiento como si fuera un milagro, estaba seguro de haber escuchado un coro de ángeles en su oído izquierdo. No se detuvo y lentamente caminó hasta el nido, entró en este, que era relativamente espacioso gracias a la cama matrimonial que tenía.

Observó a Deuz que se había echado para atrás algo intimidado, estaba desnudo, aún estaba desnudo y no parecía dispuesto a tomar la pijama que él le había traído.

El alfa nunca había experimentado algo referente a los nidos, aunque su amiga que estaba enlazada a una omega le había explicado más o menos qué eran y qué hacían ellas allí.

Obviamente Félix no podía hacer lo normal en los nidos para las parejas, que era tener relaciones. Debía mantenerse en una ética mínimamente profesional, brindando apoyo.

Se sentó en posición india al lado del omega, apoyado a la cabecera tapizada en almohadas y cobijas, tomó una manta que estaba enrollada su lado y la puso sobre él, acobijándose, para luego extender los brazos dejándolos en sus rodillas y mantenerse quieto, con los ojos cerrados, hasta que lentamente sintió a Deuz tantear su rodilla, con miedo, luego sintió el hundimiento leve del colchón indicando que se movía y a los momentos el omega moreno estaba acurrucado en su pecho.

Restregaba suavemente su rostro en el pectoral de Félix justo para dejar su oído en el lugar donde se escuchaban los pausados latidos que el alfa luchaba por mantener.

Se estaba volviendo loco.

No quería ni necesitaba tener sexo con Deuz. Lo que sentía era una gran necesidad de mimarlo, abrazarle, acariciarle, repartir besos a donde alcanzase y dejarlo dormir plácidamente con él.

Con una gran lentitud movió sus manos hasta tener en brazos al omega, arropándolo, acariciando levemente su espalda y dejando recargar el mentón en el crespo cabello castaño.

Ambos suspiraron al mismo tiempo, sintiendo una rara paz que no habían experimentado nunca.

—... ¿Quieres algo más...? —insinuó, esperando que le permitiese mimarlo un poco.

—No... —Deuz dormitaba. El ardor de su cuerpo seguía allí, pero por alguna razón Félix le ayudaba a olvidarse de él—Dijiste que el celo... No se prolongaría... Por él...—mumuró.

—Son los restos de ello... Es como si tu cuerpo se estuviera deshaciendo del celo de este período... Sumado a que tienes fiebre y estás delicado... —Félix también se estaba durmiendo.

Cuando se dió cuenta, el omega estaba en Morfeo, y en ese momento aprovechó para acompañarle, en esa misma posición.

Félix le acarició el cabello con cuidado, mientras acomodaba un poco el nido que Deuz había hecho, le sorprendía bastante que fuese capaz de levantarse como para tener un lugar mas cómodo y caliente, podía sentir la lenta respiración de Deuz choca...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Félix le acarició el cabello con cuidado, mientras acomodaba un poco el nido que Deuz había hecho, le sorprendía bastante que fuese capaz de levantarse como para tener un lugar mas cómodo y caliente, podía sentir la lenta respiración de Deuz chocar en su pecho, era algo muy lindo y sabía que no habían muchas posibilidades de que eso volviera a pasar.

Pasó sus manos lentamente por las caderas del omega, quería sentirla sin la cobija que los separaba, Él tenía unas caderas normales pero sabía que con el paso del tiempo terminarían siendo un poco más grandes. Algo normal en el embarazo.

No podía evitar pensar en él con ese estómago grande cargando a sus cachorros mientras le sonreía. Había soñado con una familia antes pero nunca con quién la tendría.

Sin querer estaba soltando feromonas que hicieron a Deuz aferrarse fuertemente a él.

Se movió un poco mientras acostaba lentamente a Deuz entre sus mantas, y colocándole algunas, podía notar que respiraba con fuerza, intentando calmar el dolor en el estómago.

Se puso a su lado y lo abrazó hasta que por fin cayó dormido.

Cuando volvió a abrir los ojos se preguntó qué hora era, pero dejó de hacerlo al escuchar al moreno llorar y temblar en su abrazo. Le susurró cosas lindas en un intento de calmarlo al igual que le dió algunos besos de los cuales sabía que se podía arrepentir si el despertaba de la nada.

—Tranquilo... Está bien... Estarás bien... Estás conmigo, nadie va a lastimarte mientras yo este aquí... Tranquilo... —el pelirosado habló lo más bajo y suave que podía, la respiración de Deuz era mucho más calmada ahora, aunque sus brazos se mantenían aferrados a él con mucha fuerza.

Eso pasó unas cuantas veces más en la noche, muy pocas, pero eran lo suficiente como para dejar a Félix muy preocupado y molesto sobre las pesadillas que debería de estar teniendo, tal vez recordaba lo que ese hombre le dijo.

Gruñó con fuerza mientras mantenía lo más cerca que podía al moreno, sus manos fuertemente puestas en los costados.

Pudo dormir un poco más cuando sintió el suave olor del omega salir, su calor estaba mucho más bajo ahora, eso eran buenas noticias, así que cerró los ojos lentamente.

Nightmare~(?)

Apoyen con estrellas y comentarios:3 Se me fue el internet y hoy volvió, vrga ;u;

⛓Great Escape⛓ [Félix×Deuz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora