El mercado olía a incienso quemado y col podrida.
Ahri envolvió sus nueve colas con su capa y jugueteó con sus piedras solares idénticas para distraerse del hedor, haciéndolas rodar entre los dedos y golpeándolas una con la otra. Las dos tenían la forma de una llama ardiente, pero estaban talladas de tal manera que sus bordes afilados encajaban, formando un orbe liso. Tenía las piedras doradas desde que podía recordar, pero desconocía su origen.
A pesar de que Ahri se encontraba en un entorno nuevo, se sentía reconfortada por la magia latente que zumbaba a su alrededor. Pasó por un puesto con docenas de canastillas tejidas, llenas hasta el borde de rocas lustradas, caparazones incrustados con leyendas de una tribu marítima, dados para apostar tallados en huesos y otros objetos curiosos. Nada se parecía al estilo de las piedras esculpidas de Ahri.
''¿Te gustaría una gema del mismo azul que los cielos?'', preguntó el comerciante de barba gris. ''Por ti, intercambiaría una bagatela cerúlea por el costo de una sola pluma de cuervo llorón, o tal vez una semilla de árbol jubji. Soy flexible''.
Ahri le sonrió, pero negó con la cabeza y continuó atravesando el mercado, con las piedras solares en las manos. Caminó por un puesto cubierto de vegetales anaranjados con púas, un niño vendiendo fruta que cambiaba de color según el tiempo y al menos tres vendedores ambulantes agitando recipientes de incienso, que afirmaban haber descubierto la forma más profunda de meditación.
''¡Adivinaciones! ¡Venga a ver qué le depara el futuro!'', gritaba una joven mujer con ojos lavanda y mandíbula suave. ''Averigüe de quién se enamorará o cómo evitar la mala suerte con una pizca de raíz de bardana. O si prefiere encomendar su futuro a los dioses, contestaré preguntas de su pasado. Aunque le recomiendo que averigüe si corre el riesgo de morir por envenenamiento''.
Un vastaya alto con orejas de felino estaba a punto de morder un pastel especiado. Se detuvo y observó alarmado a la adivina.
''Por cierto, la respuesta es no. Para ti es gratis'', dijo la mujer, haciendo una reverencia hacia él, antes de dirigirse a Ahri. ''Ahora, usted aparenta haber tenido un oscuro y misterioso pasado. O al menos algunas historias dignas de contarse. ¿Alguna pregunta urgente que quiera hacerme, señorita?''
Debajo de capas espesas de incienso, Ahri notó el perfume a pelaje húmedo y cuero especiado proveniente del cuello de la mujer.
''Gracias, pero no'', contestó. ''Estoy mirando qué encuentro''.
''Me temo que no hallarás más piedras ymelo en este mercado'', dijo la mujer, asintiendo hacia las piedras solares de Ahri. ''Como las que posees''.
Ahri sintió un escalofrío en la nuca y se acercó a la mujer. No permitiría que la emoción se apoderara de ella. ''¿Las reconoce? ¿De dónde provienen?''
La mujer observó a Ahri.
''Son ymelos, según creo'', contestó la mujer. ''Nunca vi un par con mis propios ojos. Él talló solo unos cuantos en su tiempo y la mayoría de los juegos se perdieron en la guerra. Son bastante inusuales''.
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Universo lol / League Of Legends
RandomHistorias relacionadas con el mundo del videoclub de League of Legeds sacadas de la pagina de universo, autobiografías como historias cortas. Claramente todas estas historias son de Riot Games y son solo de la página universo.