''¿Tesoros por descubrir? ¿Maldiciones mortales? ¿Todas las variables en contra? Cuenta conmigo''.
~ Ezreal
Como el explorador confiado e increíblemente hábil para escapar de los problemas que es, Ezreal recorre Runaterra en busca de aventuras. Armado con un guantelete mágico que consiguió en las ruinas de la antigua Shurima, desafía al destino diariamente en su búsqueda de lugares peligrosos y desconocidos, en un intento de desentrañar los misterios más enigmáticos del mundo.
Hijo de dos conocidos mercaderes cuyo trabajo implicaba viajar a destinos peligrosos y remotos, Ezreal quedó bajo la custodia de su tío, el profesor Lymere, en Piltóver. Al profesor no le agradaba la idea de tener que domar a un niño tan temerario y revoltoso, así que para liberarse de la responsabilidad, le asignó los tutores más estrictos para que le enseñasen materias como tecmaturgia, mecánicas hextech e historia arqueológica. Ezreal tenía un don para absorber información y el estudio intenso le parecía una pérdida de tiempo. Aprobaba las evaluaciones sin dificultad y con poca o ninguna preparación, lo que hacía enfurecer a su tío.
El apetito explorador de Ezreal era incontrolable y disfrutaba evadiendo a las figuras de autoridad para escaparse a explorar sus alrededores y descubrir lugares ocultos. Su extraordinaria orientación espacial le permitía desplazarse fácilmente por los laberínticos túneles de debajo de la universidad y cruzar sus tejados, lo que le permitió acceder a las criptas más ocultas, llenas de tesoros extraños y misteriosos. Ezreal perfeccionó sus habilidades para forzar cerraduras a base de colarse en las oficinas del profesor y reordenar sus pertenencias por diversión.
Los padres del chico volvían a Piltover periódicamente para vender las increíbles mercancías que habían adquirido en tierras lejanas. En su misión por encontrar tesoros cada vez más mágicos y raros para comerciar, el padre de Ezreal estaba decidido a encontrar la ubicación de la tumba perdida del mago Ne'Zuk, un antiguo habitante de Shurima con cuernos retorcidos a modo de corona. Se rumoreaba que la tumba contenía una gema mágica que permitía desplazarse instantáneamente de un lado a otro a quien la usara. El padre de Ezreal bromeaba con que, si lograba encontrar la valiosa reliquia, iría a cenar todas las noches a Piltóver.
Ezreal estaba deseando poder embarcarse en aventuras con sus padres, pero siempre le recordaban los innumerables peligros con los que se encontraban a diario. A medida que el chico crecía, las visitas de sus padres comenzaron a ser cada vez menos frecuentes, hasta que un año, no volvieron nunca más.
El profesor Lymere escuchó que la pareja se había adentrado en las profundidades de las ruinas de Shurima y que nunca se les había vuelto a ver. Le dijo a Ezreal que sus padres probablemente habían fallecido, pero el chico estaba convencido de que su familia seguía viva en algún lugar, intentando volver hasta él. Con frecuencia, alargaba las cenas tanto como podía, con la esperanza de que su padre y su madre aparecieran con la gema mágica de Ne'Zuk.
Aunque no se lo había contado a nadie, Ezreal estaba decidido a encontrar a sus padres, o al menos a descubrir qué había pasado con ellos. La única pista sobre su paradero era el último lugar que su padre había buscado: la tumba perdida de Ne'Zuk.
Con el paso de los años, Piltóver se había convertido en el patio de recreo de Ezreal, quien había explorado todos los talleres y laboratorios. El chico pasó semanas recopilando suministros de la universidad: diagramas celestes, traducciones de sellos rúnicos, guías detalladas de las prácticas de enterramiento de la antigua Shurima, y un par de gafas protectoras. Tras dejar una nota de despedida para su tío, se coló en un barco de suministros con destino Nashramae, una ciudad portuaria de Shurima.
A mitad de viaje, un encargado del barco descubrió a Ezreal, y el capitán amenazó con tirar al polizón por la borda. Mientras trataba de mantener el equilibrio sobre un tablón de madera, Ezreal le confesó al capitán que planeaba abandonar el barco igualmente, ya que sus oportunidades de sobrevivir eran mayores en el océano que a bordo de su malhadado navío. Les enseñó sus mapas estelares, que demostraban que se dirigían hacia un peligroso banco rocoso famoso por hacer trizas los barcos. Tras el descubrimiento, nombraron a Ezreal oficial de navegación y tiraron al mar al borracho oficial de navegación en su lugar.
Cuando el barco atracó en Nashramae, Ezreal comenzó su búsqueda de la tumba de Ne'Zuk. Durante meses se adentró en las profundas de las cavernosas ruinas y de los templos perdidos que habían estado sellados durante siglos. Se deleitaba en la infinita libertad de lo desconocido, al mismo tiempo que hacía mapas de las rutas de las viejas catacumbas y escapaba de los desconocidos horrores que custodiaban las cámaras ocultas. A cada paso que daba, Ezreal se imaginaba siguiendo el camino de sus padres y cada vez más cerca de resolver el misterio de su desaparición.
En la cripta subterránea de un emperador fallecido hacía mucho, Ezreal observó que el mosaico que cubría el suelo estaba impoluto, como si lo hubieran añadido recientemente. Entusiasmado, arrancó unos azulejos de la esquina y reveló el borde de un retrato que hacía mucho que había perdido sus colores brillantes originales.
Ezreal retiró todos los azulejos del mosaico, cada vez más emocionado. El resultado fue un enorme fresco de un hombre con los característicos cuernos retorcidos de Ne'Zuk saliendo de su cabeza. La boca abierta del hombre era un sumidero de arenas movedizas. Ezreal se ató una cuerda y se adentró por él, palpando a ciegas su camino por la tumba al mismo tiempo que sentía cómo sus pulmones reclamaban oxígeno. Entonces, emergió con un pesado guantelete de bronce con un amuleto azul brillante incrustado en el centro.
Cuando Ezreal consiguió escapar de las arenas movedizas de la tumba, los muros de su alrededor comenzaron a temblar con fuerza y a derrumbarse hacia el interior. Aunque ya no podía ver por dónde escapar, se visualizó en la entrada de la caverna, justo arriba. Sintió como la energía emanaba del guante y, cuando el amuleto comenzó a brillar, se teleportó instantáneamente a la ubicación que había evocado en su mente.
El guantelete, cuyo núcleo cristalino contenía una potente energía, demostró ser la herramienta de escape perfecta. El día que destruyó por error las bases de un puente de piedra, Ezreal descubrió que también podía canalizar rayos de luz mágica. Gracias al guantelete, consiguió huir de una banda de nómadas que estaban convencidos de que era la reencarnación de un guerrero ascendido, sobrevivió a una tormenta del desierto brutal que lo había dejado enterrado bajo demoledoras capas de arena, y acabó con una horda de Xer'Sai.
La reliquia, sin embargo, también tenía sus límites. Le llevaba un buen rato recargar su poder y solo permitía desplazarse a distancias cortas. La peor parte era que Ezreal no podía evitar sentir que si sus padres aún estuvieran vivos, no habría llegado a encontrar el guantelete. Lo que no sabía es que la reliquia tenía una gemela que había sido extraída de la tumba años antes. Ezreal prometió continuar la tradición de sus padres de explorar el mundo y perseguir las emociones de lo desconocido.
Armado con su guantelete mágico, Ezreal se enfrenta al peligro y escapa de formas increíbles. Busca intrépidamente los rincones más peligrosos y emocionantes de Runaterra, confiando en la suerte que ha impregnado sus viajes hasta ahora, y respondiendo siempre a su verdadera vocación: la aventura.
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Universo lol / League Of Legends
RandomHistorias relacionadas con el mundo del videoclub de League of Legeds sacadas de la pagina de universo, autobiografías como historias cortas. Claramente todas estas historias son de Riot Games y son solo de la página universo.