Ryze estaba tan nervioso que apenas sentía el intenso frío. En comparación con la pesada carga del mago, el clima inmisericorde del Fréljord apenas surtía efecto en él. Tampoco se amedrentó ante el aullido distante de un trol de hielo hambriento. Él estaba ahí porque tenía trabajo que hacer. No era algo que disfrutara, pero sabía que aquello tenía que hacerse y que no podía evitarlo.
Al acercarse a las puertas pudo oír el sonido de las capas de pelaje rozando la madera del suelo, señal de que los guerreros de la tribu iban hacia allí para inspeccionarlo. En apenas unos segundos, pudo verlos en la parte superior de las puertas, con sus lanzas apuntando hacia abajo y listas para matar si el invitado resultaba ser no deseado.
''He venido a ver a Yago'', dijo Ryze, y su piel violeta quedó al descubierto cuando se quitó la capucha. ''Es urgente''.
Los guerreros, de expresión estoica, se mostraron sorprendidos por un instante al reconocer al Mago Rúnico. Fue entonces que todos descendieron y trabajaron al unísono para abrir las pesadas puertas. En aquel lugar la afluencia de visitantes no era muy alta, y los que iban solían terminar clavados en picas para disuadir al resto. Ryze, sin embargo, contaba con una reputación que le daba acceso incluso a las regiones más hostiles de Runaterra.
Por lo menos durante unos minutos si no surge ningún problema, pensó.
Al pasar entre todas aquellas filas de personas cuyas caras castigadas por el viento parecían juzgarlo, mantuvo una expresión neutra que ocultaba cualquier duda. Un niño que no debía tener más de cinco años se quedó mirando a Ryze boquiabierto, y se separó de su madre valientemente para mirarlo más de cerca.
''¿Eres un brujo?'', preguntó el niño.
''Algo así'', respondió Ryze casi sin mirarlo, y siguió su camino.
Encontró el camino hacia la parte trasera de la fortificación. Se sorprendió al comprobar que la aldea apenas había cambiado desde la última vez que la había visitado, y de eso hacía varios años. Se dirigió hacia la inconfundible bóveda de hielo cristalino. El brillo azur de la estructura destacaba en aquel entorno apagado de tierra y madera.
Siempre fue un hombre sabio. A lo mejor coopera, pensó Ryze, pero se preparó para lo que pudiera pasar.
En el interior había un mago de escarcha anciano vertiendo vino sobre el plato de un altar. Se giró para contemplar cómo se acercaba Ryze, y por su expresión parecía que lo juzgaba. Ryze sintió cómo su corazón se encogía. Tras un momento, el hombre sonrió y abrazó a Ryze como si fuera un hermano.
''Estás muy delgado'', aseguró el mago. ''Deberías comer más''.
''Tú deberías comer menos'', respondió Ryze, haciendo alusión a la curva de la panza de Yago.
Los dos amigos rieron largo rato, como si nunca se hubieran separado. Ryze, poco a poco, comenzó a bajar la guardia. Había muy pocas personas en el mundo que él considerara sus amigos, y era reconfortante para su alma hablar con uno de ellos. Ryze y Yago se pasaron la hora siguiente recordando tiempos pasados, comiendo y poniéndose al día. Ryze había olvidado lo bueno que era conversar con otro ser humano. Podría pasarse un par de semanas fácilmente con él, bebiendo vino y compartiendo historias de triunfos y derrotas.
''¿Y qué te trae tan adentro del Fréljord?'', preguntó finalmente Yago.
De repente, Ryze volvió a la realidad. Recordó rápidamente las palabras que había preparado cuidadosamente para cuando la conversación llegara a ese punto. Le contó la historia de sus días en Shurima. Había ido para investigar una tribu nómada que, de la noche a la mañana, había conseguido riquezas y tierras, casi un pequeño reino. Al inspeccionarlos, Ryze descubrió que tenían una Runa Geogénica en su poder. Se resistieron, y...
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Universo lol / League Of Legends
RandomHistorias relacionadas con el mundo del videoclub de League of Legeds sacadas de la pagina de universo, autobiografías como historias cortas. Claramente todas estas historias son de Riot Games y son solo de la página universo.