Donde moran los dragartos/ Historia corta

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  Las estepas del norte no son lugar para tipejos perfumados. Son tierras duras. Allí solo hay bandidos bárbaros, hierba venenosa y vientos helados. Para sobrevivir, hay que comer rocas y cagar lava. Y yo soy el tipo más duro, despiadado y asesino de la zona. Así que supongo que las llanuras son solo mías.

''¿Pero... cómo fue que terminé aquí? ¿Y por qué estoy aquí solo con esta lagartija tonta?'', digo en voz alta.

Skaarl me responde desde la roca en la que está tomando el sol. Sus escamas son de metal oscuro con brillos de oro. Nada puede romper la piel de esta lagartija. He visto a una espada partirse contra una de sus patas.

Pero sus pedos apestan que da miedo.

''Te estoy llamando cobarde. ¿Tienes algo que decir?''

''Greefrlarg'', dice mirándome, entre bostezos.

''¡Era solo un pájaro! No más grande que mi mano. Y te largaste sin decir más... ¡eres un animal tonto y estúpido!''

''Greef...¿rglarg?'', me pregunta Skaarl mientras aleja las moscas.

''¡Buena respuesta! Sí, qué gracioso, ¿no? ¡Ja, ja, ja! ¡Estoy harto de tus alardes irrespetuosos! Debería dejarte aquí. A tu suerte. Morirías de soledad. No sobrevivirías ni un día sin mí''.

Skaarl apoya la cabeza en la roca otra vez.

Es como hablarle a una pared. Debería perdonarla... pero entonces, claramente para burlarse de mí, su esfínter chisporrotea con fuerza y se tira un sonoro pedo. El olor me golpea como un sartenazo en la cara.

''¡Hasta aquí llegamos, desgraciada!'' Tiro al suelo el sombrero apestado y me largo del campamento, y juro que ya no quiero saber nada de ese dragarto del demonio. Pero ese era mi sombrero bueno, así que vuelvo para recogerlo.

''Muy bien, sigue durmiendo, holgazana'', le digo mientras me alejo. ''¡Yo patrullaré!''

Solo por estar a diez lunas de distancia de la granja más cercana no te salvas del patrullaje. Estas tierras son mías. Y haré que sigan siéndolo. Con o sin la ayuda de ese lagarto traidor

Cuando llego a las colinas, el sol ya se está poniendo. A esta hora del día la luz te juega malas pasadas. Una vez conocí a una serpiente que solo hablaba de repostería. Pero resulta que no era una serpiente, sino la sombra de una roca.

Qué mal. Con lo mucho que sé de postres. Por lo menos cuando me acuerdo de lo que son. Ya hace años desde la última conversación que tuve sobre el tema.

Justo cuando iba a tomar un trago de jugo de hongos y a explicarle a la serpiente mi opinión al respecto... los escucho.

Dracánidos aullando y resoplando. Es el sonido que suelen hacer cuando cuidan de un rebaño de elmarks. Y si hay elmarks, significa que hay humanos. Y los humanos son intrusos.

Me subo sobre una roca cercana y miro hacia el norte.

En esa dirección, parece que todo está en orden en las colinas y las praderas. Podría ser que los sonidos estuvieran solo en mi cabeza, causados por el jugo de hongos... pero entonces miro al sur.

Y ahí están, a medio día de camino de mi colina. Trescientos elmarks pastando. Pastando en mis tierras.

Los dracánidos están alrededor de la manada, pero no hay ningún caballo. Solo algunos humanos, que se desplazan a pie junto a los animales. A los humanos no les gusta caminar. Así que no hace falta ser un genio para saber que seguramente formen parte de un convoy más grande. Claro, soy un genio. Ha sido una deducción fácil.

Universo lol / League Of LegendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora