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Ornn El fuego debajo de la montaña/ Campeones

"Ya dije suficiente".

~ Ornn

Ornn es el semidiós Fréljordiano de las creaciones y artesanías. Trabaja a solas en una gigantesca forja construida en las cavernas de lava bajo el volcán conocido como Hogar. Ahí, aviva las calderas burbujeantes de piedra fundida para purificar minerales y crear objetos de calidad inigualable. Mientras que otras deidades, especialmente Volibear, recorren la tierra y se entrometen en los asuntos de los mortales, Ornn se encarga de poner en su lugar a estos impetuosos seres, ya sea con su martillo confiable, o con el desmedido poder de las montañas mismas.

Más que cualquier otro ser de su especie, Ornn valora la privacidad, la soledad y la concentración. Debajo de un volcán inactivo que muestra los rastros de una antigua erupción, él trabaja día y noche, forjando todo lo que su corazón desee. Su arduo trabajo produce herramientas invaluables, destinadas a usarse en hazañas de leyenda. Los pocos que han tenido la suerte de encontrarse con estas reliquias reconocen la desconcertante alta calidad. Algunos dicen que el escudo de Braum fue forjado por Ornn hace cientos de años, ya que permanece tan fuerte como el día en que fue terminado. Aunque nadie lo sabe con certeza porque nadie ha logrado encontrar al dios de la forja para preguntárselo.

El nombre de Ornn fue alguna vez mencionado en las tierras que un día serían conocidas como el Fréljord. Sin embargo, la mayoría de sus leyendas fueron desvaneciéndose de la historia por culpa de sus enemigos y por el lento paso del tiempo. Ahora, solo pocas de sus proezas son conocidas por un puñado de tribus que pueden rastrear su linaje, remontándose a una cultura olvidada de herreros, arquitectos y maestros cerveceros. Esta población, perdida hace mucho tiempo, fue conocida como los Sangre del Hogar. Eran aprendices que viajaban desde todos los rincones del mundo, congregándose en las faldas del Hogar para seguir el ejemplo de Ornn.

A pesar de esta manera imitativa de veneración, Ornn nunca se consideró su patrono. Cuando le mostraban su trabajo, él solo asentía con la cabeza bruscamente o fruncía el ceño, y aun así los Sangre del Hogar aceptaban el gesto, determinados a perfeccionar su oficio. Con el tiempo llegaron a crear las mejores herramientas, diseñar las estructuras más resistentes y elaborar las cervezas más sabrosas que el mundo jamás haya probado. Secretamente, Ornn aprobaba la perseverancia de los Sangre del Hogar y el hecho de que siempre quisieran mejorar.

Pero, en una noche catastrófica, todo lo que habían logrado fue destruido cuando Ornn se enfrentó a su hermano, Volibear, en la cima de la montaña por razones que ningún mortal podía comprender. El cataclismo originó una tormenta de fuego, cenizas y relámpagos de tal violencia e intensidad que podía vislumbrarse a diez horizontes de distancia. Cuando el polvo se asentó, Hogar era una humeante caldera y los Sangre del Hogar habían sido reducidos a huesos y cenizas.

Aunque nunca lo admitiría, Ornn estaba devastado. A través de los Sangre del Hogar había columbrado el potencial radical que tenían los mortales, para luego verlo todo perdido por la ira indiscriminada de los inmortales. Atormentado por la culpa, se refugió en la soledad de su forja y se perdió en su trabajo durante un siglo.

Ahora, siente que el mundo está en la cúspide de una nueva era. Algunos de sus hermanos han vuelto a adoptar su forma física, y sus séquitos de seguidores se han vuelto más inquietos y agresivos. El Fréljord mismo está dividido y sin líderes, mientras que atrocidades ancestrales están merodeando en las sombras, aguardando por cualquier oportunidad para atacar. Un gran cambio se avecina.

En las próximas guerras y en sus secuelas, Ornn sabe que el Fréljord, y el resto de Runaterra, necesitará un gran forjador.