Rehab. -Machine Gun Kelly.

26. ¿Sentir deseo por mi?

Machine Gun Kelly.

Viernes, 11 de Agosto. 11:38am.

—¿Qué tal si... — Me mira y ríe. —Si nos duchamos en alcohol.

—Estas loca. —digo riendo.

—Ay. ¿Estoy aburrida? —Bebe de la botella.

—¿Quieres que te quite lo aburrida?

—Si. —dice riendo y camina con dificultad hasta donde yo estoy.

—De acuerdo. —digo. Comienzo a quitarme mis prendas hasta quedar sólo en boxers.
Comienzo a besarla y ella ríe. La cargo y la llevo hasta la cama. Cuando estoy besando su cuello me aseguro de dejar marcas, mañana se enojará por eso.
Mis manos recorren su cuerpo. Ella parece estar bastante excitada. Y me gusta así. Ver ese lado de ella me agrada.

Ella comienza a besar mi cuello; siento unas pequeñas mordidas. Pero me vengaré.

La giro y empiezo a besar desde su cuello, paso por su espalda desasiéndome de su sostén, sigo bajando. Llego a ese lindo y sexi trasero que tanto me gusta. Me deshago de sus bragas.  Beso su trasero y muerdo sus glúteos dejando marcas.
La giro nuevamente, beso su zona intima y luego sus pechos. No espero que ella regrese "el favor". No quisiera terminar sangrando del pene; Jade está algo loca, podría morderme. Así que decido entrar en ella sin avisar. Un gemido entre risas sale de sus labios.
Lo único que se escucha en nuestra habitación son nuestras respiraciones y los gemidos silenciosos entre risas de Jade.

—Ummh... Hahaha...Si...Kells... Ohh!... Sigue... Sigue... hahaha...

Al finalizar salgo de ella y camino hasta la pequeña mesa por una botella de vino. Bebo de ella.

—¿Quieres? —niega Riendo se acomoda aún desnuda en la cama y cierra los ojos.

Por unos minutos observo como duerme, pero decido hacerle compañía. Me pongo boxers y me acuesto a su lado cubriéndonos con una sábana.

Jade.

Viernes, 11 de Agosto. 8:17pm. 

Me duele la cabeza, he despertado. Kells se encuentra a mi lado. Una de sus manos rodea mi cintura.
No recuerdo prácticamente nada de lo sucedido. Sólo fragmentos de tiempo.

Llorando mientras bebo, luego riendo. Kells llegado con algunas cosas. Bailando juntos. Yo saltando en la cama. Kells y yo besándonos.
Miro bajo las sábanas, estoy desnuda. No me parece algo malo, es sólo que ni siquiera recuerdo cómo sucedió, como me sentí.
Un punzada en mi cabeza interrumpe mis pensamientos.

—¡Agh! —me quejo.

—¿Cabeza? —la voz adormilada de Kells me asusta.

—Si. ¿Tienes aspirinas?

—Si. Compré unas. —se levanta y camina hasta una bolsa negra.

—¿Podrías pasarme mi ropa?

—Levantate.

—Kells. —lo miro mal.

—Oh, anda... Ayer me obligaste a tener sexo. —dice riendo mientras me da la caja de aspirinas.

—Oye... No puedes decirme las cosas así. —digo avergonzada.

—Me siento violado. —dice riendo. Toma un vaso de agua y me lo da.

—Oye, debes cerrar la boca. —digo riendo. —Dame mi ropa imbécil.

—Primero me violas y luego me llamas imbécil. —dice con seriedad. —No puedo creerlo, esta relación es una canción triste.