10 |Cigarros & Abrazos

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Narra Maggie

-¡No puedo creer que estes aquí! -Grito emocionada y la abrazo.

Camila Edwards Estrabao, mi mejor amiga, compañera de fiestas y ahora...¡Compañera de cuarto! Esto era demasiado surrealista para ser verdad.

-Aquí estoy, echaba mucho de menos a mi mejor amiga. El instituto ya no es lo mismo sin ti -Dice y gritamos al unísono cómo tontas- Estuve más de una semana convenciendo a mis padres para que me dejarán ingresar, al principio me llevaron al médico pensaban qué me había drogado -Suelta una carcajada y no puedo evitar morder mi labio. ¿Quién coño quiere estar en está cárcel? - luego pensaron que era para mejorar mi aprendizaje y comportamiento -Ríe- ¡Me creyeron!

Me extraña fuertemente que Mila haya mentido a sus padres, en realidad es para estar conmigo. El señor Edwards y la señora Estrabao tienen una cafetería muy famosa en el barrio de Ballard, en Seattle. Ambos son un amor de personas, son muy cariñosos y amables. Por eso que Camila es tan dulce y a veces, infantil.

Aunque fuma como un camionero.

Su madre es de un pequeño pueblo de Cuba y yo su padre del norte del estado de Washington.

-¿Y cómo te dejaron ingresar aquí desde el Ingraham? -Pregunto confundida.

-Me iban a expulsar -Se encoge de hombros y suelto una carcajada.

-En estos momentos Danny y Finn nos deben echar mucho de menos -Digo y sonrío triste.

-Ey, no pasa nada. Ahora nos tenemos la una a la otra -Dice y me vuelve a abrazar.

Va abriendo sus maletas y prepara su cama y su parte del armario. Al contrario que yo, ella pone un montón de pósters de cantantes de música latina pero también algún grupo más de mi estilo, Queen.

***

Después recorrí todo el internado con ella, y miramos sus horarios. Coincide en todas las clase conmigo menos que ella va a francés y lenguas modernas y yo a artes e historia clásica.

También de camino a mi cuarto nos encontramos a Chloe leyendo un libro en la sala de estar.

-Young, ¿vienes? -Le pregunto con una sonrisa al pasar por allí.

-¿A dónde vais? -Pregunta inocentemente.

Pongo los ojos en blanco -Al patio de atrás.

Averiguando un día con Duff, hay un banco detrás de algunos arbustos dónde los jardines, detrás del gimnasio. Es un lugar estratégico y lo suficientemente escondido para que ningún profesor pase por allí.

Mila hace media sonrisa y enseña una cajetilla de tabaco.

-¡Estáis locas! -Grita y baja el volumen de su voz cuándo algunos estudiantes de quinto pasan por allí- Si os ven fumando os matan -Susurra en advertencia.

-Chloe no te preocupes -Toco su hombro y miro a Mila- Peores cosas hemos hecho y nadie nos ha pillado, además yo no fumo. Sabemos de un lugar dónde nos verán. ¿Acaso no he hecho cosas peligrosas en este internado? -Río.

-Encararte a Axl, y sé perfectamente que tú le echaste tinte morado en su bote de champú -Dice e intento defenderme pero sigue hablando- Insultar y discutir con profesores, por cierto a la próxima te mandan al despacho del director -Sigue enumerando todos los acontecimientos que he dado en casi un mes que llevo aquí- te han echado de clase más de diez veces, te has colado en las fiestas de los de último año, y también en los cuartos de los chicos y...-La corto.

-Suficiente, aunque queda mucho que hacer en este lugar -Le guiño un ojo.

***

-Está chica me cae bien -Dice Mila mirando a Chloe y se exhala el humo del cigarrillo- Deberías venir con nosotras el sábado de noche, podríamos llevarte al Moonlight.

Tattooed Heart «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora