30 |Muérdago

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Narra Maggie

Nunca me había llamado la atención la Navidad. Todos hablan del calor de la familia pero siempre estarán los egoístas que quieren regalos.

¿Y las cenas y comidas de Nochebuena, Navidad,...? Sólo nos quieren hacer engordar, aunque eso me importa poco. Nada mejor que un pavo asado, bombones y bebidas calientes.

Suspiro al salir de la ducha y voy a por mi ropa, encuentro a Jagger tumbado en mi cama.

-Mi pequeño -Susurro acariciando su pequeña cabeza. El gato se desliza y puedo tocar mejor su pelito blanco, es cómo un algodón.

La abuela me dijo que tenía que pedir deseos a lo largo del días, y en realidad aún no pedí ninguno y el día ya se estaba acabando.

Saco mi ropa favorita para la noche y me encargo de arreglar mi cabello y el maquillaje.

Hoy me apetece ponerme los labios de color rojo.

-A ver... Cómo comienzo -Digo y me doy una bofetada mental- ¡Oh demonios! No sé hablar sola y menos a hablarle a la nada.

Alguien llama a mi puerta.

-¿Maggie estás hablando sola?

Oh, el universitario guaperas y popular.

-¡Sí! ¡Álex vete! Me estás desconcentrando -Le grito, ojalá algún deje de tratarme como un bebé, cristo.

-Por dónde iba...-Hago una pausa y miro a Jagger- ¡Ah sí! Ya me acuerdo -Dios estoy loca- Santa, Santa Claus, Papá Noel... Cómo coño te llames. Santa si realmente estás ahí, no me obligues a enamorarme otra vez, si él no está aquí el año que viene. Dime si a él le importó, por que no puedo dar todo de mí entonces. -Hago una pausa pensativa- Era eso, gracias -Le digo a la nada.

Mi gato me mira extraño, oh sí, este gato puede decir lo que piensa a través de sus muecas.
Es un gato tan inteligente cómo la dueña.

Me puse coloqué la falda de cuero, he de decir que era bastante corta y tuve que poner unas medias para no pasar frío, una camiseta de lentejuelas debajo del jersey blanco y unos tacones con poca plataforma.

Acabe de prepararme y bajé al salón.
Mi abuela tomaba un café con pastitas al lado de mi madre, mis tíos y varias de primas.

-¿Te vas ya? -Pregunta mi madre con una cálida sonrisa- Estás preciosa, cariño -Agrega.

Todos estaban mirando y ya me empezaba a incomodar pero no podía evitar sonreír.

-Sí -Dije dando un beso en la mejilla a cada uno de mis familiares.

-Qué guapa, Maggs -Dice Savannah, mi pequeña prima de cinco años que estaba en el regazo de mi tío jugando con una muñeca.

-Gracias, cielo -Digo jugando con su pelo.

Álex baja por las escaleras cogido de la mano de Ava y al otro lado esta su mejor amigo, Jackson. El cuál ya conocéis.

Estos universitarios y veinteañeros no podían tramar nada bueno.

-Te llevamos en coche, Maggs -Informa mi hermano y asiento.

Entrelaza su abrazo con el de Ava y se despiden de mi familia, Jackson imita a mi hermano y me ofrece su brazo.

-Eres aún una mocosa, pero...-Reímos y entrelazo mi brazo con el suyo.

***

Los Edwards Estrabao siempre sabían organizar buenas fiestas, hay un montón de latinos y americanos, haciendo una mezcla de culturas extraordinarias.

Tattooed Heart «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora