28 |Agridulces vacaciones

325 41 3
                                    

Narra Maggie

Dos semanas habían pasado de la última vez que me despedí de Duff y no habíamos hablado desde aquel momento.

A veces me mandaba mensajes por las noches, o me llamaba borracho diciéndome que quería volver conmigo.

Bajé por las escaleras con algunas maletas con todo lo necesario que iba a necesitar estás vacaciones. Pasaría las navidades en mi casa con mi madre, Alex y la compañía de mi abuela.

Me crucé con Chloe que estaba con sus padres y sacudió su mano en mi dirección. Me acercó para despedirme y ella me abraza. Cosa que me sorprende pero al final correspondo. Estos días ella ha estado conmigo en todo momento, sin querer dejarme sola por que sabe que lo de Duff me afecto mucho.

Al separarse de mí, mira a sus padres -Ella es Maggie, mi amiga -Me presenta.

-Encantada señores Young -Y sus padres me reciben con una gratificante sonrisa.

-El placer es nuestro Maggie, Chloe nos hablado mucho de ti -Responde su madre con una sonrisa.

Después de hablar un poco con los señores Young decido partir a la ciudad.

-Bueno, debo irme. ¡Felices fiestas! -Sonrío.

Ahora mismo estaba en la estación de trenes esperando para ir a mi casa.
Pensando en todo lo que he vivido este año, ¡dios mío! Qué rápido pasaba la vida, en nada tendría diecisiete años y tendría que pensar a que Universidad... Qué mierda digo, si voy a seguir de fiesta igual.

Cómo me apetece unos cacharros de alcohol bien carcagos para disfrutarlo con Danny y O'Donell.

Durante el trayecto reviso mi móvil varias veces.

Duff: Felices vacaciones, Maggie.

Resoplo y dejo el mensaje el leído.

Y dices que soy el demonio que conoces y no me opongo, no veo el daño. Dicen "estás loca, déjalo, te sofocara" . Pero yo quiero estar en tus brazos. Dicen que no contesté el móvil que piense qué no estoy, pero estoy bajo su hechizo. Porque cuándo me llama mi corazón empieza a crecer. Siempre quiero más. Él es mi cielo y mi infierno. Pero aquí en el fondo habita una voz tranquila. Puedo oír esa voz cuándo su latido esta junto al mío.

«No puedo dejarte ir»

***

-Mi amor, qué ganas tenía de verte -Dice mi abuela abrazándome- Estás preciosa, cómo siempre -Añade y besa mi mejilla repetidamente, lo típico de nuestras queridas abuelas.

Me encantaba pasar tiempo con ella, ya qué vive en Santa Mónica, California. Pero todos los años viene a pasar las navidades en Seattle con nosotros.

Fui hasta mi cuarto a dejar las cosas, alguien llama a la puerta y la abre.

-Hola Maggie -Volteo y me enfoco a mi "cuñada".

-Ah, hola Ava -Digo seca y sigo sacando las cosas de mi maleta.

-Alex me dijo que estos días estabas rara. ¿Te encuentras bien?

La miro incrédula.

-Ava sé que no te caigo bien, así que si Alex quiere saber cómo me encuentro que venga él a preguntarme -Digo frunciendo el ceño.

-Perdona yo no sabía qué...-Dice pero la interrumpo.

-Ya valió, me odias. Me lo imagino pero me importa poco.

-No te odio -Confiesa y se acerca para ayudarme con las cosas- En realidad admiro las cosas que haces. Tu hermano sabía que andabas mal con un chico pero le daba vergüenza hablar de esos temas contigo. Puedes buscarme para lo que quieras, ¿sí? -Asiento poco convencida y sale de mi cuarto.

Tattooed Heart «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora