Narra Maggie
Sus labios capturan los míos en un beso, y en ese mismísimo instante siento que me convierto en pura, eterna e intensa electricidad.
Sus manos me empujan contra su pecho, sus brazos se tornan pesadas cadenas a mi alrededor y la calidez de su cuerpo me envuelve en un abrazo; el frío, la lluvia y la gélida brisa desaparecen en cuánto ambos nos perdemos en el roce de nuestros labios.
Su boca, sus manos y hasta su propia alma parecen adueñarse de mi cuerpo. Entierro mis propias manos en su cabello húmedo y fresco, mientras que él recorre con sus dedos mi cuello.
Su boca jamás se despega de la mía y anhelo que jamás lo haga; el sabor a menta inunda mi paladar.
Nos separamos para coger aire y miro a Duff a los ojos.
Dios mío, soy una persona débil cuándo se trata de él, sus labios son cómo una puta droga que piden más. Su amor es sagrado y si me corresponde, seré la persona más feliz de este planeta.
-En serio me gustas -Dice juntando nuestras frentes.
-A mí también, Duff -Digo mirándole directamente a los ojos.
Mi corazón latía muy deprisa, sino fuera por la lluvia, sería una noche preciosa.
Estábamos enteros mojados - ¿Cómo vas a volver al internado? -Pregunto y se encoge de hombros.
Entonces se me ocurre una peligrosa pero magnífica idea.
***
-Sube, ¡ahora! -susurro en forma de grito.
Duff no tenía ni dinero, ya que se lo había gastado en el último momento en el tren. Llovía y tampoco iba a ir caminando en medio de la noche.
Mamá trabaja de turnos en psicología, y hoy tenía turno de noche en el hospital en la zona de psiquiatría.
Por otro lado estaba Álex, que procedía a irse de fiesta pero aún seguía en casa.
Duff trepo las ramas del árbol y llego a mi cuarto.
Echó un vistazo alrededor de mi habitación y esbozo una sonrisa.-Este está ordenado, tu cuarto del Sirens está hecho basura -Ríe.
-No me jodas McKagan -Rió pero alguien llama a mi puerta.
Maldigo.-¡Al armario! ¡Ahora! -Le susurro en un grito ahogado.
-¿Quién es? -Pregunta con una sonrisa burlona.
-Álex, mi hermano. Y cómo vea un chico en mi cuarto, te cortará las bolas -amenazo- ¡Al armario! Y calla un poco loro -siseo y Duff se mete al armario riendo.
Abro la puerta y me encuentro a Álex arreglado y oliendo a una francia varonil que me ahoga los pulmones.
-¿Vas a salir?
-Sí, con Ava. Vendré tarde -Informa.
-Vale, pasátelo bien -Qué yo también lo haré- Disfruta de la noche con tu novia -Digo con la sonrisa más falsa que puse en mi vida.
-Ese internado te ha dejado tocado, Maggie -Dice y voltea.
Cierro la puerta y suspiro pesadamente. Álex era un chico popular y muy atractivo, pero no era de los típicos hermanos que te protegían de todo, le daba igual si andaba saliendo con chicos, pero si me dice que no me acerqué a una persona, le hago caso ya que le tengo mucho respeto y me quiere cuidar.
-Ya puedes salir -Digo delante de mi armario y Duff abre la pequeña puerta- ¿Te dirán algo si no vas a dormir al internado? -Pregunto.
-No, ya soy mayor de edad. Así que no hay problema, mañana por la mañana me levantaré temprano para no causar molestias -Dice y sólo me puedo derretir de lo dulce que es.
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Tattooed Heart «Duff McKagan» ✔
FanfictionPodríamos decir qué Maggie Lloyd es tranquila y educada. Es broma. Maggie es la chica más loca que podrías conocer, transparente y fiestera. Pero todo se acaba cuándo su madre decidí mandarle al Sirens High School. Un internado no muy lejos de su ca...