Boys love boys and girls {tysh}

31

—¿Te desmayaste?

—Un ratito solamente—respondió Tyler avergonzado.

Jesse rodó los ojos riendo, colocando su mano mano sobre su estómago, y al final de su carcajada silbó como si hace tiempo no hubiera reído tanto.

—Daría todo por ver eso—comentó gracioso.

—Cierra la boca—dijo Tyler molesto, y resopló—Bueno, ya, lo hice, le dije a Josh lo que siento, de todas formas se quedo con el otro tipo.

—Tyler, sólo se quedara esa noche, o quizá sólo un rato, no lo sabes—dijo alzando los hombros—Podrán hablar mejor otro día.

—Eso espero—dijo sonriendo, y miró a Jesse al sentir su penetrante mirada, estaba sonriendo—¿Qué?

—Y...¿se besaron?—preguntó emocionado.

—E-Eh...—Tyler abrió y cerró su boca varias—No, no nos besamos.

—¿Qué?—dijo decepcionado—¿Por qué?

—Es muy rápido para eso, Jesse—dijo asustado—Y...

—Josh no quiso besarte, ¿verdad?—se adelantó Jesse.

El castaño miró a Jesse en silencio, y el otro suspiro.

—¿Qué hiciste?—dijo creyendo que el castaño ya había arruinado todo.

—No, no hice nada, es porque yo aún estoy con Jenna y me dijo que no pasara nada entre nosotros hasta que arregle las cosas con ella—dijo Tyler con desanimo.

—¿Y cuándo la mandaras al diablo?—dijo tranquilamente.

—Voy a terminar con ella—corrigió Tyler—Lo más rápido que pueda, pero será difícil.

—Bueno, ¿qué tan difícil puede ser terminar a alguien?

Tyler sabía la respuesta a esa pregunta.

A veces era tan cobarde que se daba vergüenza el mismo, había salido con Jenna, aunque ella seguía siendo fría e indiferente con él, se le hizo muy difícil apenas si pronuncias las temibles palabras "tenemos que hablar" se sintió mal cuando ella le tomó la mano unos segundos, e inevitablemente la había apartado, durante las horas que estuvieron en el restaurante, Jenna le habló de como se sentía o como había pasado los días sin él.

Tyler varias veces intentó decirlo, pero no pudo, y cuando ella le dio un pequeño beso de despida, en la mejilla, casi se pone a llorar de lo estresante que se ponía la situación.

—Soy un idiota—dijo contra una almohada, estaba recostado en el sofá boca abajo.

Tyler suspiró cansado, no había ido a trabajar, tenía demasiadas cosas en la cabeza y si iba al trabajo sólo se metería en problemas por estar distraído. Sentía que nada más podría perjudicar su día.

Levantó la cabeza cuando tocaron a su puerta, no iba a abrir, pero la voz del otro lado lo hizo saltar del sofá y correr hacia la puerta.

—Josh—dijo al abrir, sonriendo grande.

—Hola—Josh sonrió cerrando sus ojos unos segundos—¿Puedo entrar?

Tyler asintió rápido, Josh paso y se quedo parado esperando que el castaño hablara, pero este sólo lo miraba ensañado ante su presencia.

—¿No quieres que vayamos a sentarnos?—dijo Josh divertido.

—¡Oh!—Tyler cerró la puerta—S-Si...vamos.

Josh se mordió los labios, no queriendo ser tan directo, pero no podía ocultar lo ansioso que estaba desde el día que Tyler le confeso todo. 

—¿Hablaste con Jenna?—dijo intentando sonar desinteresado.