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Tyler no podía dejar de suspirar, y odiaba el hecho de que las razones no fueran porque Josh se encontraba dormido junto a él en su habitación, sino porque realmente se estaba metiendo en un problema al no tener valor de terminar a Jenna, estaba lastimando a dos personas importantes para él, y lo peor era que quizá Josh se decepcionaría de el, de nuevo, y hasta terminaría lo que habían tardado tanto en poder tener.

Tomó su teléfono y mandó un mensaje a Jenna, diciéndole que tenían que hablar mañana en la universidad, no esperó a recibir una respuesta y apagó su celular.

Se recostó en la cama, quedando de frente a Josh, este parecía tranquilo, pero a veces lo veía haber muecas entre sueños, parecía estar asustado de algo que soñara, y eso le hizo querer abrazarlo todo el día hasta que una linda sonrisa apareciera en sus labios.

El castaño sonrió, tocando sus propios labios, cada vez que recordaba la sensación de los finos labios de Josh sobre los suyos, se sentía como un niño al que le daban a probar un dulce nuevo, y Josh era el dulce más delicioso que hubiera probado.

Sabía que no merecía a alguien como Josh, tan solidario y gentil, pero agradecía a quien fuera a que lo haya cruzado en su camino.



Josh había salido de la casa de Tyler a la mañana siguente, se había quedado toda la noche con él y en la mañana antes de irse habían desayunado juntos, como en los viejos tiempos.

Pero a pesar de eso, del beso y de todas las palabras lindas que Tyler le dijo, pudo notarlo inseguro en sus acciones, como si temiera de algo, no quería presionarlo al preguntarle pero tampoco quería que Tyler se sintiera incómodo respecto a lo que hacían o dijeran, quería que le contará todo para poder ayudar en cualquier cosa que pudiera.

Dejando eso de lado, aún podía percibir como su corazón latía con fuerza al recordar el beso, al poder apreciar directamente la actitud tierna y dulce que muy en el fondo Tyler tenía.

Podía pasar todo el día rebobinado eso y jamás se aburría, incluso podía pasarla sonriendo cada segundo ante ese lindo recuerdo.

—Bien—dijo mientras cerraba un libro, levantando la mirada y suspirando cansado—Supongo que él me lo dirá cuando este listo.


Parecía que el mundo estaba en su contra, ya en la universidad, Tyler se la paso buscando a Jenna, preguntando a cada persona que la conocía, pero todos dijeron que no la habían visto, incluso los maestros.

Casi no logró concentrarse las horas faltas de clase. Al salir de clases iba a dirigirse a casa de ella, pero mientras tomaba valor para ir, sus piernas lo llevaron hacia su departamento, golpeó su frente con su mano y maldijo en voz baja.

Cuando estuvo frente a la puerta de su casa, notó que la puerta estaba entreabierta, y entró rápidamente, abriendo grande sus ojos al ver a Josh.

—¿Cómo entraste?—preguntó Tyler extrañado.

—Bueno...

—Hola, Tyler—habló Jesse saliendo del fondo del departamento, sonriendo grande y parándose junto a Josh.

—¿Qué haces aquí?—dijo mirando Jesse.

—Me tope a Joshie mientras salí un rato y le dije que podría venir a mi casa un rato—dijo usando a propósito un tono coqueto al decir eso a la vez que pasaba su brazo por los hombros de Josh.

—Ajá—Tyler cruzó sus brazos y los miró con los ojos entrecerrados—¿Y qué tanto hicieron?

—Si te dijera—dijo con una risa cómplice.

—Esta jugando—dijo Josh apenado y se aclaró la garganta—Creo que no revisaste tu puerta porque...

Tyler se giró hacia atrás y abrió su boca al ver que el picaporte estaba flojo, como si la hubieran forzado hasta que esta cedió.

Boys love boys and girls    {tysh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora