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Había gritado el nombre de Tyler tantas veces en la oscuridad de las calles durante horas enteras que su garganta comenzaba a arder, pero eso no le importaba en lo absoluto. Incluso aunque comenzara a sangrar y el dolor fuera insoportable, no pararía hasta que respondieran a su llamado.

—¡Tyler!...—su voz se rompió al igual que sus esperanzas de que encontraría al castaño—Por favor, responde...

Se había alejado bastante del hotel, no sabía bien donde estaba, ni si era seguro estar ahí tan tarde, pero su propia seguridad era lo último en lo que pensaría en ese momento. Recargó su espalda contra una pared detrás de él, resbalando hasta que quedo sentando sobre el suelo.

—Esto no puede ser real—Josh abrazó sus piernas contra su pecho, sollozando con dolor—No puede ser real, no...

Josh se congeló en su lugar cuando escuchó una risa, sintiendo como su cuerpo se tensaba de golpe ante tan escalofriante sonido. Se puso de pie y miró hacia todos lados, quedando contra la pared, se abrazó a sí mismo al sentirse en peligro, estaba por echarse a correr, pero de inmediato Tyler llego a su cabeza, y apretó los puños, tragandose su cobardía.

—Deja de esconderte, Dallon—habló alto para que pudiera escucharlo.

—Oh, ¿qué tratas de hacer, Josh?—su voz se escuchó cerca, pero no podía verlo—El amor si que cambia a las personas, ¿no?, te hace valiente.

Dallon apareció entre la oscuridad de la noche, la sonrisa en su rostro no demostraba nada más que satisfacción al ver el terror que su presencia causaba en Josh. Caminó hacia él, pero se detuvo cuando Josh comenzó a retroceder.

—Bueno, no tan valiente—dijo alzando los hombros.

—T-Tu...—Josh apretó los dientes con fuerza, mirando a Dallon con desprecio—¿Qué hiciste con Tyler?, dime dónde está.

—¿Con quién?—preguntó haciendo un gesto de confusión.

—¡No mientas!–gritó Josh, furioso—¡Sé que tu te lo llevaste!, ¡tu lo engañaste para atraerlo a ti y llevártelo!, ¡dime dónde está!.

La sonrisa en el rostro de Dallon decayó lentamente después de eso, su rostro ahora parecía inexpresivo pero su mirada era tan atemorizante que Josh sintió sus piernas temblar. De nuevo comenzó a caminar hacia Josh, con pasos cortos y lentos.

—¿Por qué te interesa tanto ese tipo, Josh?—preguntó, su voz profunda y recelosa—No me gusta nada.

—Pudrete—escupió Josh con voz temblorosa.

—Josh, no me hagas enojar, ¿no recuerdas lo que pasaba cuando no hacías lo que decía?—dijo de forma amenazadora.

—No voy a dejar que me lastimes más.

Dallon soltó una carcajada larga y tenebrosa, tocando su estómago como si le doliera de tanto reír o por lo divertido que la situación le resultaba.

—Nunca debiste decir eso—sentencio, mirando a Josh directamente, ya estaba a poco menos de un metro de él—Jamás debiste dejarme, Josh.

—¿Pensaste que seguirá contigo después de todo lo que me hiciste?—Josh estaba al borde de las lágrimas, estaba aterrado al punto de sentir náuseas—Arruinaste todo lo que me rodeaba, te encargaste de hacerme sentir como una maldita piedra inútil que a nadie le importaba, me usaste.

—¿Sabes qué es lo divertido de lo que acabas de decir?—Dallon ladeó su cabeza, sujetando su mentón—Que si seguiste conmigo aún así, yo podía escupir directo en tu corazón y tu eras tan estúpido como para volver a mi.

En un rápido movimiento que Josh apenas pudo ver, Dallon sujetó la garganta del tatuado estampandolo contra la pared, haciéndolo jadear de dolor y de inmediato provocando que las lágrimas cayeran por sus mejillas.

Boys love boys and girls    {tysh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora