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Tyler, ya en la mañana, estaba haciendo un café para después ir a la universidad. Por alguna razón se había quedado pensando en la pregunta de Josh.

Josh era una buena persona, muy amable, y todo, pero...el hecho de que le gustarán los chicos hacia que, aunque odiaba admitirlo, sintiera algo de desagrado respecto a su persona.

Y sabía que ese simple pensamiento lo hacia un hijo de puta, pero era algo que no podía evitar sentir.

—Joder...

Tyler vio a Josh entrar a la cocina, su cara sólo demostraba dolor y su mano estaba sobre su cabeza.

—Hasta que despiertas—dijo Tyler.

—Estoy muriendo—dijo y rió un poco al ver como Tyler rodó los ojos—¿Cómo llegue al departamento?

—Un tipo te trajo—contestó dándole un trago al café.

—¿Un tipo?—Josh quitó la mano de su cabeza y después frunció los labios—¡Oh!...oh...

—Si, oh—dijo Tyler sonriendo falsamente.

—Dime que no hice nada estúpido, por favor—dijo Josh con cara de súplica.

—Traer a un desconocido al departamento para acostarte con el es de demasiado estúpido, ¿no?

Josh abrió sus ojos sorprendido y puso su mano sobre su rostro, apenado, soltó un fuerte suspiro y quitó la mano de su cara dejando ver su gran sonrojó.

—Oye Tyler, no creas que yo soy así...—Josh negó con la cabeza y comenzó a tartamudea—S-Sólo...

—Es que te habló bonito, Joshie—dijo Tyler con fingida voz melosa—Da igual, Josh, no es algo que deba de importarme.

—Tyler...

—Si, Josh—interrumpió yendo a la sala y tomando su mochila—Me tengo que ir.

—¿Por que estas molesto?—dijo Josh yendo detrás de el.

—¿Por qué tendría que estar molesto?—dijo Tyler deteniéndose frente a la puerta

—Suenas molesto.

—Perdón, Josh—Tyler sonrió—Pero la verdad no estoy acostumbrado a vivir con un chico que trae a lo primero que ve en algún bar para que lo satisfaga ya que no tiene quien lo haga, tal vez si te conseguías una chica hubiera sido más fácil.

Josh frunció el ceño y Tyler, sin algún sentimiento de culpa respecto a como hizo sentir a Josh, salió del departamento.


Josh no había ido a trabajar, además de la resaca, se había puesto un poco mal, odiaba que las palabras siempre le afectarán tanto, y eso que apenas lo conocía. Estaba recostado en el sofá con Pato sobre su estómago, acariciaba la cabecita del gato y suspiraba cada cinco segundo sin poder evitarlo.

Pato salto al suelo en cuanto escuchó que tocaron la puerta, Josh resopló y se dio la vuelta escondiendo su rostro en el sofá, pero tocaban con mucha insistencia y no hubo de otra que pararse para abrir. En cuanto abrió la puerta, vio a un chico.

—Hola—saludó—Em, disculpa, ¿pero no has visto a este gatito?

El chico le mostró una fotografía, y Josh casi pude jurar que era Pato, balbuceó un momento, pensando en su decirle que tal vez era el gato que había encontrado frente a su puerta.

—¿P-Por qué crees que estaría aquí?—preguntó Josh.

—En realidad, estoy preguntando a todos, pero este antes era mi departamento y mi gato siempre viene aquí desde que nos cambiamos un piso más abajo—explicó y arrugó un poco la foto—¿Lo has visto?

Josh hizo una pequeña mueca, ya se había encariñado con el gato.

—Si—asintió Josh—De hecho yo lo tengo, lo encontré frente a la puerta.

—¡¿De verdad?!—dijo emocionado.

—Si, pasa, iré a buscarlo—dijo Josh con una sonrisa.

El chico entró y esperó de pie en medio de la entrada, sonriendo grande al ver a su gato en los brazos de Josh.

—Toma—dijo Josh entregándole al gato—Es buen gatito.

—Dios, si eres tu—dijo mientras cargaba al gato y lo abrazaba con delicadeza—Te extrañe—el chico miró a Josh—Gracias, de verdad, pensé que ya no volvería a verlo.

—No hay problema—dijo Josh mirando al gato con tristeza—Aunque ya me había encariñado con el.

—¿De verdad?—dijo el chico y sonrió, mirando a Josh—¿Estas ocupado en las tardes?

—No, en realidad salgo muy temprano de mi trabajo—contestó Josh, y frunció en ceño—¿Por qué?

—Podrías cuidarlo, si quieres, claro—dijo riendo—Digo, como ya te encariñaste con el, y yo no estoy en las tardes para cuidarlo, puede quedarse contigo, yo te pagare, no te preocupes.

—¿En serio?—dijo Josh—Oh, sería genial, claro que quiero.

—Me voy a trabajar a las cinco, ¿eso está bien para ti?—preguntó el chico.

—Por supuesto—dijo emocionado.

—Bien, no vemos mañana, me lo llevare sólo por hoy—dijo y estaba por irse, pero regreso—¿Cuál es tu nombre?

—Josh Dun—dijo y estrechó su mano con el chico—¿Tú eres?

—Matty Healy—contestó, sonriendo amable—Hasta luego, Josh.


Tyler estaba demasiado cansado al regresar de la universidad, su espalda dolía al igual que su cabeza, y aún tenía tarea que hacer, pero podía pedirle ayuda a Josh.

Entró al departamento y fue hacia el sofá, dejándose caer ahí y levantó su cabeza al escuchar que se abrió la puerta de una de las habitaciones.

—Oh, eres tu—dijo Josh al ver a Tyler, y se dio la vuelta para regresar a su habitación.

—Josh, espera—Tyler se levantó y fue hacia Josh—¿Me puedes ayudar con mi tarea?

—No, estoy cansado—contestó con indiferencia.

—Josh...¿es por lo que te dije en la mañana?—dijo y resopló con fastidio—Vamos, Josh, no te molestes.

—Perdón por molestarme por que prácticamente me llamaste puta—dijo Josh molesto.

—Ay, Josh...

—No lo sé, Tyler, tal vez si te consigues una chica para que te ayude con tu tarea sea más fácil—contestó Josh con una sonrisa y se dio la vuelta entrando a su habitación y cerrando con fuerza la puerta.

Tyler abrió su boca y después hizo una mueca frunciendo sus labios, fue por su mochila y se encerró en su habitación para hacer su tarea, sin importar que no sabía hacer la mitad de esta.

Boys love boys and girls    {tysh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora