A & B. [TaeHyung Y Tu]

37

–¿Zico? —Estoy sorprendida de verlo en el campus.
–¿No puedes contestar mis llamadas o tan siquiera llamadas?
–¿Que? —Checo mi celular y tengo 19 mensajes de su parte y dos llamadas perdidas.
–Al parecer lo traías en silencio. Como siempre. —Puedo escuchar el enfado en su voz.
–Si, no lo había notado.
–Eres una descuidada. Tuve que llamar a jungkook para poder dar con tu paradero.
–¿Para que? Digo, debe haber una razón lógica para que me busques.
–Ah si. —Se sienta a mi lado y al igual que SoRim se prepara para contarme algo como si fuese la noticia del siglo.
–Dime.
–¿Recuerdas a Kim TaeHyung? —Dejó de respirar. Al parecer si es la noticia del siglo— Ah solicitado trabajo en una de las cafeterías de mi familia.
–¿Que? —Trago saliva.
–Se suponía que hoy tendría la entrevista. Pero el gerente general tuvo un accidente en la mañana y no pudo asistir. Le pospusieron la cita para mañana a las 11:30 de la mañana. ¿No soy excelente con esto? Ahora ámame y cómprame comida.
–Entonces era verdad. El volvió. —Digo para mi misma.
–¿______? Oye, lo de la comida era broma, no te pongas tan seria si quieres yo invito.
–Tienes que llevarme mañana. ¿Entendido?
–Si. Ya lo veía venir.

Después de esa pequeña plática que casi me mata de asfixia. Fuimos a comer a un restaurante de comida Mexicana que estaba cerca del centro. Siempre que salgo a comer con Zico terminamos comiendo platillos de todas partes del mundo. La semana pasada comimos en un restaurante de la india. Terminé comiendo un platillo de una animal que no puedo pronunciar el nombre.
El egocéntrico de jungkook ya le ha de haber dicho a SoRim lo que pasó, porque me llegan mensajes de ella como si fuesen balas.

No soy la mejor amiga del mundo, amo a SoRim, pero se me había olvidado por completo el contarle. Jungkook y yo hemos sido los más involucrados si el tema es TaeHyung.

Voy camino a casa después de la escuela de música, conoceré a la madre de YoonGi. Para mi mala suerte he estado todo el día distraída pensando en lo relacionado con TaeHyung, que espero no arruinar todo involucrando el tema durante la cena.
Hace unas semanas hablaba del tema con YoonGi. Le decía lo frustrante que fue para mi cuando el me gustaba y al mismo tiempo TaeHyung. Una pregunta que me hizo YoonGi fue la causante que no me dejase dormir con plenitud aquella noche. "¿Que harías si lo volvieses a ver?" Le respondí que nada. Tal vez lo saludaría. Le preguntaría cómo había estado todo este tiempo y me iría por el camino de donde vine.

¿En verdad soy capaz de regresar por donde vine?

El taxi está a punto de llegar a la casa de YoonGi. Por cierto, no vivimos juntos. He pasado la noche en su casa por qué mi carro se descompuso el día anterior cuando me dirigía a la mía.

Toco el timbre de la casa y es YoonGi quien me da la bienvenida. Me da un beso pequeño en la entrada y le pregunto con mímica si su madre ya estaba en la casa.

–No, aún no. —Suspiro.
–Menos mal. Vengo espantosa. Quería darme una manita de gato. —Me quito los zapatos y dejo mi bolso en el perchero.
–Ella llega en una hora.
–De acuerdo. —Camino a la cocina por agua. Y el sigue mi paso.
–¿Pasa algo que debería saber?
–No. ¿Porque? —Bebo de la botella.
–No se, te siento rara. Como fuera de órbita.
–Cariño, acabo de llegar. Vengo agitada.
–De acuerdo. —El no dice de acuerdo. Gracias a eso se que no está "de acuerdo"
–¿Sabes? En la entrevista de trabajo. ¡Casi es mío!
–Felicidades, cariño. Eso es una muy buena noticia.
–Gracias. —pongo la botella en la mesa después de beber.— Lo único malo de mi día fue que nadie me avisó que no tenía mi clase de economía.
–¿Que hiciste en ese tiempo?
–Estaba estudiando en el campus. Zico me llamo y dijo que fuéramos a comer a un restaurante de comida mexicana. ¿Sabes? Cuando te dicen "pica poquito" el chile sabe como el infierno.
–_______ ¿Segura que no ocurre nada?
–Segura ¿porque?
–Porque tú nunca me hablas de tu día al menos que te pregunte. ¿Que ocurre contigo? ¿Es por lo del encuentro? —«¿El lo sabe?» siento mi cuerpo helarse.
–¿Tú... lo sabes?
–Si, lo se todo.
–Lo siento. No sabía cómo decírtelo. Pero te aseguro que eso no afecta nada entre nosotros.
–Cariño. —Camina hacia mi, toma entre sus manos mi rostro y me sonríe cálidamente.— Se que estás nerviosa por el encuentro con mi madre. Yo también lo estaba cuando me presente a tu padre como tú novio.
–¿Que? —El se refería al encuentro que tendré con su madre y yo aquí muriéndome.
—Yo estoy consiente que te gusta tener todo en control, pero está bien tener un poquito de miedo. Y obviamente esto no nos va afectar a nosotros. Mi madre te amará, tenlo por seguro. Si yo lo hago ¿porque ella no lo haría?

YoonGi podrá ser muy linda persona, pero hasta cierto punto, en ocasiones llega a ser muy frío y parece como si quisiera terminar con todo. El nunca me ha dicho "te amo" ni mucho menos indirectas de la palabra, pero lo acaba de hacer. Siento como una presión en el pecho no me dejase respirar. El me abraza, envolviéndome con sus brazos y presionándome en su pecho. Respiro ondo, oliendo su perfume. Siempre lo hago cuando me siento estresada. El olor de su cuerpo en combinación con su perfume es el olor que calma mis nervios.
Comienza a besar de mi cuello, sus sus manos a mi cintura me comienzan a inquietar. Min YoonGi es muy lindo, suave y tierno. Pero en la cama es el diablo en persona. Un animal ansioso por la carne humana. Si, así como lo acabo de decir.

–¿Podemos hacerlo antes de que llegue? Bien y se nos va el estrés.
–Min YoonGi. No.
–Por favor. —Me suelto de sus brazos. Tomo mi camino al piso de arriba y siento como su mirada se clava en mi trasero.— ¿Po favor?
–Eres bien tosco. No quiero andar incómoda durante la cena.
–Seré delicado. —Me sigue por las escaleras.
–Siempre dices eso.
–Ándale. No hacemos nada desde anoche.
–Min YoonGi.
–Por favor.
–Que no.
–Veinte minutos.
–Ay tu.
–¿Por fis?
–Quince.
–Me encantas.