A & B. [TaeHyung Y Tu]

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–¿Qué? —Nunca habías mirando en Jin esa expresión.— No lo puedo creer, ________. ¿En qué momento fue en el que te saliste del carril?
–Jin, yo...
–No. No, _______. No. Nada de lo que me digas hará cambiar mi opinión de ti ahora. ¿Acaso eres tonta? —Se lleva la mano a la frente.— No lo permito. Haz lo que putas Te de tu gana, pero no tienes mi consentimiento, permiso, y mucho menos mi bendición.
–Hermano, al menos déjame explicarte.
–No tienes nada que explicar.
–Por favor.
–¿Haz pensado en que dirá nuestro padre? Te va a quitar del testamento. Se volverá loco. ¿En que momento pasaste de La Niña inteligente a la más estúpida?
–Cariño, te estás excediendo. —NamJoon intercede por ti.
–No opines, es mi hermana. —Regresa esa mirada llena de coraje a ti.— Ya no puedes quedarte aquí. Quiero que te vayas a la casa de papá o a donde te venga tú gana, pero no te vuelvas a parar aquí.
–No seas así, Jin.
–¡¿Que no sea así?! —El avienta un jarrón al piso. NamJoon y ty de encuentran asustados. Nunca en la vida lo había visto así, y creo que mucho menos su prometido.— Siempre haz sido mi prioridad. Tú primero antes que yo. No había día en el que no pensase y cuidase de ti. Te dije que ese hombre te era infiel ¿y qué haces? Te comprometes con el. Trate de darte una buena vida y conseguirte lo mejor, pero así no se puede.

No notaste cuando, pero estás llorando desde hace rato al escuchar a tu hermano. Te levantas del sofá y te diriges a la puerta dejando a tu hermano a tus espaldas. NamJoon es quien te acompaña a la puerta y con la voz cortada le pides que por favor no le cuente a nadie lo del compromiso, que es algo que estás intentando arreglar por qué fue un malentendido por parte de YoonGi y que sin importar que, tampoco le puede comentar nada a Jin. El acepta asombrado de cómo es que su pareja debió haber escuchado a su hermana menor y no hablar antes.

Te vas al estacionamiento y ahí es cuando todo tu llanto sale una vez dentro de tu automóvil.

A la mañana siguiente, pones a cargar tu  celular y al prenderlo comienza a sonar como si no hubiese un mañana por los mensajes que no te habían llegado en toda la tarde de ayer. Pero antes de revisar a qué correspondía tanto mensaje, vas por pastillas para la jaqueca que te causó el haber llorado tanto la noche anterior.
Cuando regresas a tu habitación tomas el celular y casi te te ahogas con el agua.

¿Que hacían esos dos chicos anoche, para haberte mandado tantos mensajes? No tenias ni la más mínima idea pero era algo incómodo.

Primero abres los mensajes de TaeHyung y al ver lo qué hay en estos no aguantas la risa.

Ni siquiera era tan tarde para que ya estuviesen así de ebrios. Era de esperarse que algo así pasase. Cinco años sin verse ¿Que más podría esperar?
No respondes pues tienes que ver los mensajes por parte de Jungkook y que presientes que can a ser lo mismo, o peor.

Ríes ha más no poder y eso que aún no terminad de leer.

Continuas tiendo hasta que reaccionas que Jungkook había mencionado que tienes novio. «¿Y si TaeHyung leyó eso?» tú ánimo cambia al instante. De alguna o de otra manera tienes miedo de que se entere que estás saliendo con alguien. Pero ¿Porqué? No deberías sentirte así ya que el tiene novia y tú estás, ahora, comprometida con tu novio. Con Min YoonGi.
Tiras el celular a la cama y te llevas las manos a la cabeza.

–¿Que mierda estoy haciendo con mi vida?

Te preguntas mientras das vueltas por la habitación.

–¿Ahora como digo con mi vida si TaeHyung ha regresado?

Tallas de tu cara con las manos y suspiras.

–¿Sigo sintiendo algo por TaeHyung?

Era más que obvio que desde el momento en que miraste a TaeHyung algo se movió en tu interior. Y si las cosas estaban mal entre tú y YoonGi, esto vino a empeorar la cosas. Pero en vez de decirle a él que querías un tiempo, ahora estás comprometida con el.

Justamente antes de conocer a todas la personas que ahora forman parte de tu vida, era súper fácil para ti mandar a la mierda algo a alguien, sin importar los sentimientos que tiene la otra persona. O si vas a salir tú o el otro lastimado.

–Mamá. ¿Que hago? —Te pones frente al retrato de tu madre y comienzas a llorar— Ya no se hacer otra cosa más que llorar. Ni siquiera puedo resolver mis propios problemas como lo hacía antes. No quiero nada de lo que me está pasando. Y duele. Duele porque se que probablemente lo que dice mi hermano a referencia de YoonGi es cierto. Y me duele porque no pude dejarlo. También porque creo seguir sintiendo algo con Kim TaeHyung y que el ya este con alguien más. Todo esto duele demasiado y deseo poder escapar de esto para no volver. "¿Con quien me quedo y a quien dejó?" Son preguntas que me han estado atormentando estos últimos días. Te necesito como nunca, ¿Podrías, aún sea en mis sueños. Cantarme una vez más?

Abrazas el retrato de tu madre y por alguna extraña razón te viene la sensación de cómo es que ella olía.

–¿Porqué es que tuvieron que llegar a mi casa en esas condiciones? —Dice Zico molesto.— Aparte, Jungkook. Tú y yo no somos muy amigo, y ese chico de allá, ni lo conozco.
–Lo siento, era el lugar más cercano. Y no me grites, tengo resaca.
–Era de esperarse. Ustedes dos han venido como si no hubiese un mañana por lo que pude notar.
–Para de ser como mi mamá.
–Como sea. Pero mi casa no es un hotel. ¿Entendido?
–Si... Y ya te dije que el es el ex novio de ________. Ha vuelto a Corea hace ¿Un mes, TaeHyung?
—Y una semana. —Responde TaeHyung medio muerto en el sofá.
–¡¿Kim TaeHyung?! —Zico Se levanta de la barra y corre al sofá para quitarle la gorra y los lentes de la cara.
–No grites. —Los menores responden.
–¿Como es que no te reconocí?
–¿Porqué anoche llegué desmayado?

La noche anterior Kim TaeHyung se había desmayado a unas cuantas calles de la casa de Zico. Cuando llegaron a la casa del nombrado Jungkook ya le había puesto los lentes de sol y la gorra y como estaba oscuro, y Zico cansado, no se percató de quien era el muchacho que Jungkook cargaba.

–Demonios, Jungkook.
–¿Que?
–Tengo que hablarle. Tengo que decirle.

Zico de va corriendo en busca de su celular y los chicos moribundos se quedan confundidos en la sala de estar.

–Ven a mi casa en este momento.
–¿De que hablas?
–Es de vida o muerte, _________.