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–¿Como es que no me dijeron que Tae Hyung no recordaba quien soy yo?

En la noche, después que el sedante perdió su efecto te levantaste más cuidadosa, y aprovechando que Jin de había ido al baño, me escapé de la habitación, esta vez siendo más delicada en mis movimientos. Caminé por el oscuro pasillo hasta la recepción que se encontraba a la entrada de este, le pregunté a la recepcionista por la información del hombre que había llegado junto a mi, así mismo me respondió.

-Oh, si. Kim Tae Hyung. El ya está descansando en una habitación particular. –me entrega un papel. –Aquí está, ten mucho cuidado. Cualquier cosa, pide ayuda para regresar.

Le agradezco y me retiró en busca del cuarto.
Mientras caminaba pensaba en la de Tae era la única imagen en mi mente, lo único que quería escuchar era su voz y no el silencio del hospital. Deseaba y anhelaba tanto poder estar cerca de él, como si de eso dependiera para seguir respirando.
Sentía que me pesaban los pies, que cada paso que daba era como levantar plomo con los pies. Una eternidad recorrer cada pasillo, incluso el elevador parecía subir en cámara lenta.
Caminé por el último pasillo, miraba la puerta de la habitación de Tae Hyung, pareciera que no avanzaba nada. La hacía cada vez más distante a mi. Respiré modo antes de abrir la puerta, no me percaté que no había tocado y que tenía compañía; su madre. Pero ahí estaba el, con su carita hinchada, sus ojos irritados y su nariz roja; tal cual como un niño pequeño. Se encontraba entre los brazos de sus madre, quien me miraba sorprendida, como si me pidiese que me fuera de ahí. En cambio taehyung, me miraba confundido, como si no supiera que estaba pasando. Pero, sus ojos me decían a gritos que estaba feliz de verme.

–TaeHyung... –Dice su madre, mirándolo preocupado.  –Ella es...
–Lo siento. –La interrumpo antes de que pueda terminar. Porque realmente no quería escucharlo. –Me he equivocado de habitación.

Estaba a punto de salir de la habitación cuando escucho la voz de Tae, pero no volteo a verle.

–¿No nos conocemos?
–Fue un error.

Cerré la puerta detrás mío, con un nudo en la garganta comencé a caminar regreso a la sala de emergencias. La madre de Tae Hyung me alcanza a medio pasillo.

–______, espera un segundo, por favor. –Me detengo para escucharla. –Tae... el en este momento no se encuentra bien.
–Señora Kim. Se perfectamente lo qué pasa. Si el me hubiese reconocido hubiera corrido hacia mi. Pero no lo hizo. Es más que evidente que no sabe quién soy yo.
–Cariño, no lo tomes mal. –Me comencé a desbordar.
–¿Como me pide que no lo tome mal? Yo se que es su hijo y está agradecida que haya vuelto, el si la recuerda a usted. Pero también es el amor de mi vida, el cual no me recuerda.  ¿Cómo quiere que no lo tome mal? ¡Después de todo lo qué pasó el no se acuerda de mi rostro!
–¡________! —Jin me grita del otro lado del pasillo agitado. –Es mejor que regreses a tu camilla. Y pídele disculpas a la señora.

Me rehuso completamente. Nosotros le trajimos a su hijo con vida, incluso recibí una bala por el, y después de que me olvida me dice que no lo tome mal. ¿Que clase de persona es tan egoísta? 

–Lo siento.

Me dirigí a Jin y solo me siguió a la habitación sin decir ni una sola palabra.

–¿Como es que no me dijeron que Tae Hyung no recordaba quien soy yo?
–Hermana.
–¿ya lo sabías? ¿Desde esta mañana?
–Jungkook me lo dijo. El fue el primero que se enteró.
–Vaya, y ninguno me dijo nada. ¿Porqué? –me aguanto las ganas de llorar. –Está bien, solo quiero dormir esta noche.
-______, por favor.
–Yo estaré bien mientras el se encuentre bien. –miro mi abdomen. –Llama a la enfermera, por favor. Mi herida está sangrando.



~Jungkook entró a la habitación mientras yo dormía. Apenas son las ocho de la mañana y ya está entrando con café para los dos, sabe que me hace feliz despertar con café y más si es con compañía.

–Se que estás despierta, así que levántate y toma este café y acompáñame. –Me siento en la camilla.
–Jungkook, no tienes que hacer esto. –Tomó el café –Y aún menos porque a ti no te gusta el café.
–Pero a ti si. Por cierto, me dijo  SeokJin que te trasladarán a una habitación particular.
–No sabía. Últimamente no me dice que esta pasando.
–¿Ya te enteraste?
–Si. Anoche me dio por escaparme y buscarlo. El no me reconoció, así que no lo molesté. Aunque las cosas se han complicado entre su mamá y yo. –Sorbo del vaso.
–Yo se que es difícil de entender, pero ya verás como sus memorias comenzarán a volver en un parpadeo de ojos.






~Unos días después.

–¿Ya te van a quitar los puntos?
–SoRim, perdón por lo de tu fiesta.
–Desde el primer día que te internaron llevas diciendo eso. Y solo la pospuse por dos semanas. Este fin de semana les daré la noticia. Algo más pequeño, solo entre amigos y familia.
–Aún así, me siento mal por eso. –La enfermera entra a mi habitación.
–Con que tú estés bien, no importa.
–Gracias. Por cierto. ¿Estás subiendo de peso? No es nada malo. Pero te miras más viva de cierta forma.

Me desvisto el torso pasa que la enfermera comience a retirar los puntos de la herida. Los últimos días las he pasado internada, días en los que he intentado estar bien. He visto a TaeHyung en el jardín, por la cafetería, por los pasillos. No cruzamos miradas, pero siento que el sabe que yo estoy ahí, siento que me mira de vez en cuando, que reconoce mi voz y también el olor de mi cabello cuando le paso cerca. También se que mi voz le eriza la piel. Tampoco quiero escucharme tan engreída, pero todo lo que pienso que a él le sucede por mi, es lo mismo que me pasa a mi.

Selena ha venido a visitar a Tae una que otra vez, no me gusta la idea de que recuerde a su ex y a mi no, pero incluso el viejo Tae Hyung no siente nada por ella.

–Oye, _______ ¿estás lista para irnos..? –Jungkook entra a mi habitación sin tocar y me mira medio desnuda. Rápidamente se da la vuelta y más rojo que un tomate comienza a disculparse.
–Jungkook, esta bien. Fue un accidente. –Le digo mientras So Rim muere de la risa.

La enfermera termina de quitarme los puntos y sale de la habitación. Me visto y le digo a Jungkook que ya puede despegar la vista de esa esquina en la que está.

–Te lo prometo que fue un accidente. Yo no quería ver nada, me arrepiento... bueno, no es que no quería, cualquier hombre quisiera. No. No es que cualquiera quisiera, es que eres muy guapa. Pero no es que por el hecho de que seas guapa y quiero verte...
–Jeon Jungkook. Cállate, por el amor se dios. –Le dice So Rim.

Salimos los tres juntos y caminamos por el pasillo, así como cuando caminábamos juntos por los pasillos de la escuela. El día es muy claro, la nieve es más blanca de lo normal, o al menos eso parece. El cielo está despejado y las luces entran por los ventanales. Al final del pasillo se encuentra el amor si mi vida, nos mira y queda atónito, de tal manera que no se mueve en lo absoluto.

Nos dijeron que no insistiéramos, que lo dejáramos pasar, al menos que el se acercase a nosotros.

Jungkook le sonríe, una manera de saludar que nunca se habían hecho. Algo así como amigos lejanos, de esos que solo se han hablado dos o quizá tres veces en sus vidas.

Me duele.

Le pasamos por un lado, como si nada. Nos sigue con la mirada. Se que el recuerda en donde ha visto ese tipo de escena.

–________.

La voz de Tae Hyung penetra nuestros oídos, la sonrisa se difumina de nuestros rostros. So Rim y Jungkook voltean a verlo. Pero yo. Yo solo me quedo ahí parada, esperando a escuchar algo más.

–¿Quién eres?

Las lágrimas comienzan a escapar de mis ojos y continuo caminando, porque se que si volteo correré a abrazarlo y a besarlo.

A  &  B. [TaeHyung Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora