A & B. [TaeHyung Y Tu]

5

—Es por que me gustas, _____. —Regreso la mirada a el, me mira con delicadeza y una enorme sonrisa.
—¿Que?

Por un momento se me olvida que hay un guardia cerca de nosotros, así que por su comentario me exaltó un poco y golpeó la puerta, lástima dime la pierna. Antes de que pudiera quejarme el me silencia, poniéndo su mano por encima de mis labios. —¿Quien está ahi?— El guardia se asoma por la ventana de la habitación, pero gracias a la posición en la que estamos el no alcanza a vernos y se va después de unos minutos.

—¡¿Que demonios te ocurre?! —Doy un grito ahogado y lo empujo.
—Tenía que hacerlo, por qué si gritabas el guardia nos descubriria.
—No me refiero a eso, Kim Tae Hyung.
—¿Entonces?
—Eres un tonto. —intento salir del aula y siento como Tae toma mi brazo. Se lo que viene, lo he leído y visto en K-drama muchas veces. Me atrae hacía el.
—A partir de hoy, estamos saliendo.
—¿Que... Cara- —Sin antes poder decir algo, los labios de V hacen presión suave contra los mío y al despegarse miro como abre lentamente los ojos y esa sonrisa cuadrada que tanto me irrita aparece. No he podido cerrar los ojos ni un solo instante, estoy demasiado sorprendida. Estoy en shock.
—Vamos, o nos verá alguien aquí.
Sin soltarme de la mano sale del salón conmigo, casi arrastrandome a salir de aquí, no puedo dejar de verle sorprendida sin casi ni poder parpadear. ¿Que rayos le pasa por la cabeza a este chico? Me refiero a que... ¿Como le pude gustar si le mando al demonio? O más bien... ¿Como es que él fue mi primer beso y diga que ahora estamos saliendo? Joder, no llevamos ni dos meses aquí y ya me están pasando cosas inimaginables. ¿A caso eres masoquista, Kim Tae Hyung?

Bajamos los escalones que dan a salida rápidamente, al salir por la puerta principal logró notal que el ocaso ya está en su punto. —Solo caminemos a los dormitorios normalmente y así nadie notará que hemos estado aqui— continuo sin decir nada, estoy en shock por lo que hace unos minutos me acaba de decir. No ha soltado mi muñeca y yo no hago nada más que verle la espalda. —Kim Tae Hyung.— le hablo en un susurro que apenas es comprensible para sus oídos, voltea y parece que lo hace en cámara lenta, su cabello se mueve son suavidad y el sol hace alumbrar sus ojos. ¿Que es lo que siento en este momento? —Tu mano.— le señalo con la mirada como sujeta mi mano, el la mira y su sonrisa se esboza.

—Lo sé, no tiene nada de malo... Ya que, ahora estamos saliendo.
—¿Que?
—Recuerda lo que te he dicho antes.
—No puedo salir contigo.
—¿Porque? Soy buena persona, lindo y uno de los chicos más populares en el instituto.
—Eso no importa.
—¿Entonces?
—Me gusta alguien. —Hubiese mejor dicho algo como "No estoy lista" o tal vez "Ni te conozco", debí de haber tenido un poco más de sentido común, pero no fue así.
—¿Que? —La sonrisa que el tenía se desfiguró. Creo que es la primera vez que miro a Tae Hyung de esta manera. Su cara no era la misma de todos los días, lo había mandado tantas veces al carajo pero en ninguna de aquellas ocasiones el hizo esa cara. Es la cara que haces cuando tu serie favorita acaba, o cuando se comen lo que dejaste en la nevera. Pero con un poquito más de ¿Nostalgia? ¿Tristeza? No sé... Pero era un poco más grave.
Su mano comenzó a soltarme lentamente, pero por alguna razón no quería que lo hiciera, no estaba segura de lo que sentía. Pero por un momento, al sentir como sus dedos soltaban mi muñeca, dejé de pensar en el profesor Min YoonGi y solo en Kim Tae Hyung.
—Entiendo. Creo que mejor, mejor me voy a... A donde sea que tenga que ir.

Así mismo, sin decir ninguna otra cosa, sin yo responderle. Miré como se alejaba lentamente directo a la salida del instituto. Quería detenerle y decirle lo que decía mi interior "No te vayas", pero no tengo nada que justifique el hecho de que quiero que permanezca aquí, o que vayamos juntos hacía donde sea que tengamos que ir.

Saco mi celular y marco a la única persona que se que puede ayudarme en este momento.

—Hermano, ocupo tu ayuda.
—¿Que pasa? Tu voz suena extraña.
—¿Puedes llevarme a casa?

Creo que después de todo nececito regresar a casa, no quiero ver a Kim Tae Hyung en el campus y que mi mente empeore más de lo que ya está.
El regresar a casa el fin de semana hará que mi mente se aclare y pensar bien sobre lo que está pensado.
Estoy segura, por lo que he leído que estoy enamorada del profesor Min, es alguien a quien anhelo y quiero ver todos los días, ver su sonrisa y pasar momentos con el.

La puerta de mi habitación se abre y se quién es, la única persona que siempre entra sin tocar, mi hermano mayor. Trae té para los dos, a de pensar que le contaré por qué estoy así, pero esta equivocado.

—Creo que tengo un problema.
—No estarás embarazada ¿O si?
—Eres un tonto, obvio no. —Me cruzo de brazos.
—Lo sé, solo juego.
—SeokJin ¿Acaso me vez cara de que quiero jugar?
—No. Tú siempre tienes cara de amargada.
—¡SeokJin! —El de un pequeño brinquito.
—Ya, lo siento. ¿Que problema?
—¿Recuerdas el tipo A y B?
—Si, ¿Que pasa con ellos?
—El tipo B de me ha declarado, pero le he dicho que hay alguien que me gusta. Creo que me siento muy mal, no quise que se marchará después de que le dije y en mi interior sentí una especie de arrepentimiento al verle dicho eso.
— Entonces ¿Te gusta más el tipo B?
—Es lo que no entiendo. Siempre lo mando al carajo y me enojo mucho con el, pero siempre se queda. Pensé, qué tal vez el se quedaría.
—Mira, cuando te acostumbras de que alguien siempre va estar ahí, aunque tú seas una horrible persona. No tienes miedo o la preocupación de que se vaya, pero cuando lo hace lo lamentado. De ahí viene el dicho "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes".
—En dado caso... ¿Todo este tiempo me ha estado gustando?
—Probablemente si. —Toma un sorbo de su té— O eres una maldita que te gusta tener a los hombres comiendo de la palma de tu mano.
—¿Me estás llamando zorra?
—Perra diría yo. —Mi hermano puede ser mi confidente, pero en ocasiones se pasa de estúpido. Le aviento con los cojines que están en mi cama y se derrama el té en el pantalón, saltando y llorando de lo caliente que estaba.

El dolor parece desaparecer cuando su celular comienza a sonar, la expresión en su rostro cambia al ver el número de la llamada entrante. —Ya vengo— asiento y me entra un poco de preocupación.

Pov. Autor.

Jin sale de la habitación de su hermana, para aclarar las cosas el está recibiendo una llamada de alguien que no esperaba. Después de mucho tiempo la llamada que tanto tiempo esperó por fin llega.

—Habla Kim Seok Jin.
—Se quien habla, si no supiera tal vez no te estaría llamando. —Una voz gruesa se escucha tras la bocina.— ¿Como has estado?
—Pensé que ya no querías saber nada de mí, por ser como era.
—SeokJin...
—No digas mi nombre así, Kim NamJoon.
—¿Nos podemos ver?
—No quiero verte, no de nuevo. Solo me llamabas cuando quieras...
—¿Sexo? Si.
—Que cínico. Te aprovechabas de que estaba enamorado de ti para metermela. Aunque tú nunca aceptaste que eres más joto que Cristian castro. —Se escucha la risa ahogada y sarcástica de NamJoon resonar.
—Jin, tú sabes más que nadie cual era mi posición
—Si, vas a casarte en dos meses con la mujer que ha escogido tu familia.
—Iba.
—¿Qué?
—Quiero volver a verte.