durante la escuela media solía siempre estar sola, y eso era lo perfecto para mi, sin que nadie me molestase, sin tener largas platicas con alguien que no llevan a nada, sin tener que soportar a alguien que no me cae bien. Por eso, me es mejor ignor...
Justo después de que tu hermano le haya cerrado la puerta en la cara a NamJoon, dice que no le vuelvas abrir la puerta ni dirigirle la mirada.
Terminas pasando el fin de semana en el departamento de Jin, sin hablar entre los dos, pero se apoyaban mutuamente con su presencia. Llegó el lunes y tenías que ríete a la universidad.
–¿Tienes que irte? —Dice Jin desde el sofá, con las cobijas sobre el. –Tengo que, a mí no me dan tres días para descansar. —Te pones el saco.— cualquier cosa me mandas un texto. ¿Va? Te diría que me llames, pero tengo clase. Así que ya sabes. —apuntas a la cocina. —Hice comida, está el el refrigerador. Solo la calienta. Come, por favor. –Solo si vas a volver temprano. No quiero estar solo. –Llamé a Zico, vendrá a ver cómo estás en unos 40 minutos ¿ok? –El no me cae bien. Su cabello naranja me irrita. –Todo te irrita, princesa. —Desconectas tu celular del cargador y lo enciendes.
El se queda con un puchero en el rostro, pero al menos estaba algo conforme y había dejado de llorar. Anteriormente había conocido a Zico y aunque no se llevaban muy bien, era la única persona que podía cuidar a su hermano.
Cuando enciendes tu celular después de dos días, te das cuenta que tenia mensajes de Min YoonGi de la noche que sucedió aquel problema.
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Te sientes mal por el, pero no le tomas mucha importancia «¿Que importa? Simplemente tenia cosas más importantes que acostarme con el». Después de guardar el celular en tu bolsa, pones en marcha el auto y te diriges a la universidad. A medio camino te entra una llamada y miras en la pantalla el nombre de en qué no quieres pensar.
Llamada entrante: Kim Tae Hyung.
Y después de pensarlo dos veces terminas por responder la llamada con una presión en el pecho.
–Finalmente me puedo contactar contigo. —Se le escucha agobiado. —Estuve tratando de localizarte desde el sábado. Pensé que algo te había pasado, niña tonta. ¿Acaso no piensas en los demás cuando desapareces de esta forma y cuando no respondes tu celular? ¿Porque hiciste eso? –Lo aprendí de ti. —Haz dicho eso sin pensar. Te arrepientes a los segundos y te maldices. –Oye, eso fue cruel. –Se salió sin pensarlo. –Si. Me imagino. –Pasé el fin de semana con mi hermano. —Cambias el tema. –Tuvo un problema con tu primito. -¿Con Hyung? –Si, le ha encontrado besando a alguien más. A una mujer. –Oh mierda. Hablaré con el. –No hace falta. Mi hermano realmente no quiere saber nada de el. –Me imagino. Creo que lo más feo es ver que alguien te engaña. Y más si es quien amas. —Te viene a la mente cuando TaeHyung te echó a la cara que le engañabas, cuando no era así. –¿Experiencia? –No. Me lo imagino.
Quizá, deberías dejar a un lado a TaeHyung, pues cada que lo escuchas o lo vez, sientes que le serás infiel a YoonGi. Pues aún hay algo que existe entre ustedes dos y lamentablemente, si estás cerca de el moreno es algo que se te complica cada día más.
–Oye, TaeHyung. –Hay una película que salió hace poco. Me gustaría ir a verla ¿Te gustaría ir? No tengo nadie que me acompañe y no quiero ir solo.
Quizá su novia se ha peleado con el, tal vez es por eso que te está invitando.
–Disculpa, ¿ibas a decir algo? –Solo que... —Piensas en decirle o no que ya no se pueden ver. Pero las palabras no salen, ya que en verdad deseas verle. —Se me ha ido. Y sobre lo del cine ¿a que hora?
~YoonGi sale de su casa y al dirigirse al auto, se queda pasmado al ver quien le esperaba recargado en este. Inclina la cabeza y resopla con un aire de molestia.
–¿Tanta molesto te causa verme? Hace unos días atrás me llamabas para estar juntos. —Con las manos en los bolsillos, Ji Min se acerca a Yoon Gi. —Oye, yoon yoon. Te extraño. —Trata de tomarle la mano, pero le rechaza la acción. El pelirrojo aprieta la mano en un puño y suspira con dolor. –Te dije que esto ya había terminado. –¿Ya no me amas? —Yoon Gi levanta su mirada hacia el chico. Niega con la cabeza y una risa sarcástica nace. –¿Porque me preguntas eso? –Porque necesito saberlo, dime que me amas y detengo todos mis planes. Dime que me amas y que quieres estar conmigo. —Le toma de los hombros— No soy el malo en esta historia, Min YoonGi. Solo que estoy perdiendo al amor de mi vida ¿no puedes entenderlo? Estoy muriendo lento si no te tengo. —YoonGi se suelta y lo esquiva para ir a su auto, sin embargo, JiMin le abraza por la espalda para detenerlo. —No te vayas. No me dejes. Recuerda la preparatoria, tu último año. Cuando nos escondíamos en el aula del conserje para tocarnos por todos lados. Min Yoon Gi, no hay parte de mi cuerpo que no conozca la sensación de tus manos y esas partes de mueren por volverlas a sentir. –Ji Min... Detente. –No, no lo haré. No me detendré si no te tengo. —Se hunde el cuello del mayor. —Juramos amarnos para siempre, una eternidad. –Y siempre lo voy hacer. Más sin embargo no podemos estar juntos. Mis padres pueden enviarte lejos y desaparecerte una vez más, prefiero saber que vicies y estás bien aunque no sea conmigo. –¿Aunque no sea contigo? ¿De que nos sirve saber cómo está el otro, si en tu cama duerme alguien más? Escápate conmigo, vayámonos. –No puedo. Todo lo que soy está aquí. —Jimin lo voltea hacia el. –Todo lo que eres. —Le toma la cara entre sus manos— Todo lo que eres, soy yo. –¡Min Yoon Gi! —Gamboa muchachos voltean a ver de quien proviene aquella voz. –Jeon JungKook... —un nudo se forma en la garganta del mayor. —Esto no es lo que parece. –He escuchado lo suficiente para darme cuenta que si es lo que parece. —Ji Min se lleva la mano a la cabeza. Y el mayor se dirige al menor. –No es cierto, entre el y yo no existe nada. –¿Enserio? Lo recordaba de alguna parte, pues el siempre solía ir por ti al instituto. –Si, antes. Pero ahora solo existe _______. –El acaba de decir que hace unos días se miraban. —JungKook ríe con frivolidad. —Pobre ______. ¿Como pude dejarla en tus manos?
Sin más que decir o aceptar una explicación, el pequeño se aleja de ahí. Y entre los dos chicos se sentía la atención. Por parte del mayor existen los nervios y el miedo que tenía porque sabía lo que iba suceder.
– por eso te dije que no volviéramos a vernos. Porque sabía que todo terminaría arruinándose. –¿Arruinándose? –Si. –¿porque eres así conmigo? ¿Porque cambiaste tanto? –Ji Min. Quiero casarme, quiero tener hijos y una familia que sea aceptada por la sociedad. Quiero una vida normal alguien te alguien normal. Y lo que sucedió al inicio de nuestra juventud, son errores que te ayudan a entender cómo son las cosas en verdad. —Las córneas del menor se inundan al escuchar aquello. Pero, asienta, presiona sus labios y se da la media vuelta.
Las personas no miden sus palabras al hablar y duelen.
~JungKook llegó molesto a la compañía de su padre, directo a la oficina del presidente incluso cuando la secretaria le dijo que no podía verle.
–¡JungKook! —Le regaña su padre por haber entrado de aquella manera. –¡Quiero encargarme del proyecto con la familia Kim! —Su padre le mira sorprendido y contexto al mismo tiempo. –¿Hablas enserio? —El muchacho asiente —Hijo, pensé que no te interesaba la compañía. –No hasta ahora. No quiero que Park Ji Min se involucre en el proyecto.