A & B. [TaeHyung Y Tu]

31

–Superior Zambrano.
–Hola, Jeon JungKook. ¿Pasa algo?
–¿Recuerdas el favor que me debes?
–¿Que es lo que quieres?
–Verás, en este momento mi club de baile está en riesgo y las competiciones son en dos meses. Si dices que si te traeré porción extra.
–¿Extra?
–Sip.
–Me parece buena idea. ¿Que días practican?
–Lunes, Jueves y Viernes.
–Los lunes tengo práctica de softball. ¿A que hora?
–De cinco a siete.
–¿Puedo llegar a las 5:30?
–Claro.
–Pero tráeme lo que te encargué.

–¿Vendes algún tipo de droga? —Le pregunto a jungkook después de que me cuenta cómo es que convenció a Zambrano de entrar al club de baile.
–No. Dulces. Pero no cualquier tipo de dulces.
–¿Dulces?
–La compañía de mi familia exporta dulces de Nueva Zelanda y hay unos en específico que le encantan. Pero la compañía los vende en tiendas específicas y no son baratos.
–Jungkook, todos los estudiantes de aquí tienen dinero.
–No son baratos, significa, no son baratos. Aparte que sus padres le prohíben comer eso.
–Vaya. ¿Porque?
–Problemas que ella tiene. Es todo lo que me dijo. —Me vino a la mente cuando la escuché hablar con mi hermano de su problema respecto a la anemia.
–Y a mi, me regalan muchos de ellos y no me gustan mucho que digamos.
–Lo que hiciste.
–¿Si?
–Se llama chantaje.
–Exacto.

So Rim me dijo que si logro convencer a HoSeok, ella dejaría a las porristas por el al club de baile sin pensarlo. El problema aquí es tratar de convencer a HoSeok, a quien por cierto no he podido ver en toda la semana cara a cara y lo entiendo ya que son las últimas semanas de competiciones para el equipo de atletismo.

Voy camino a la enfermería porque quedé con Jin de comer juntos después de que las clases acabaran. Cuando voy dando la vuelta al pasillo veo a Zambrano entrar a la enfermería y me detengo. Se que las cosas en este instante no van a salir bien y sinceramente no quiero estar involucrada. Así que vuelvo por donde venía y me quedo recargada a la pared, saco mi celular y comienzo a buscar una canción en mi celular para que así el tiempo pase más rápido.

–¡Oye!, Kim. —Despego la vista de mi celular para darme cuenta que es uno de los superiores.
–¿Que?
–¿Esa es manera de hablarle a tus superiores?
–Comenzaste gritando.
–Ah... está niña.
–¿Que es lo que quieres?
–El grupo de baile.
–Club.
–Lo que sea. Quiero entrar.

–¡¿Que?! —Quedé aturdida después de escuchar a So Rim gritar.— ¿Estas hablando de ese Zico?
–Si, el dijo que así le llaman.
–No lo puedo creer.
–¿Que tiene ese tipo?
–Es de Los chicos más temidos en el instituto, su nombre es Woo Ji Ho y por ahí dicen que por las noches trabaja en un bar y que el semestre pasado salía con una mujer de 28 que trabajaba en la mafia de el padre de el.
–Eres especialista en los chismes ¿cierto?
–Rumores. No se si lo que dicen sea verdad, pero dicen. Continuo pensando que esto es muy raro.
–Si, yo también.

SoRim continúa hablando sobre chismes que ha escuchado de ese mentado Zico y yo continúo con mi tarea. Escucho mi celular sonar y lo reviso para darme cuenta que es un mensaje de Jung HoSeok.