Empecé a soñar que quería probar, y tú, tan eficaz, te retirabas. ¿No es eso, pues, el miedo al cambio? Yo de ti no supe nada, tan solo estabas y podía observarte.
Más tarde, en algún momento, puse mis órbitas en ti. Me quebré en tu sonrisa, me perdí en tu pelo, soñé con tus labios, me quedaba estancada en cada movimiento y gesto. Tú respondiste antes, sabía que algo estaba pasando.
Si pienso en bajo me sale admirarte. Me sale creer en un tú y yo que todavía no existe, y que quizá, en un futuro, debería existir.
Lo que no me sale es mirar a otro lado. Cuando te siento al lado, mi mente viaja y se concentra en canalizar en mí tu calor, para no perderlo, para luego recordarlo. Me puede cuando se sellan con los míos. Y solo analicé una vez.
A veces el miedo acecha, no quiero alejarnos. Vamos con buen ritmo, por favor..., que según llega tan rápido, tan rápido puede irse... Y yo me niego a no estar, a no ser, a que no seamos.
Me tiene flotando, pero me queda mucho camino por recorrer... Nos quedan muchas cosas que sentir. Mientras tanto, dejémonos llevar y fluir.
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BlueMoon
Poetry¿No es sabido que quienes corrompen su cuerpo están ocultándose? ¿Y quienes profanan a los vivos son tan viles como quienes profanan a los muertos? ¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma? ¿Y si el cuerpo no fuese alma, qué es el alma?
