Escribo, escribo porque no queda otra que escribir, porque las palabras no puedo gritarlas al viento, porque tu pelo es más bonito cuando lo miro yo y tus ojos se ven más brillantes cuando me miras a mí.
Qué desperdicio de tiempo, qué desperdicio de segundos. ¿Eso creo? No lo creo, pero qué remedio, yo solo sé observar, admirar, amar y luego callar.
Respiro a lo lejos porque puede contaminarme, puede herirme, en verdad sé que lo hará si dejo que pase. Por eso solo observo.
Fotografiar su alma y fotografiar el instante, dos cosas distintas que se complementan en cuanto se trata de ella. Tan penetrante como Medusa, tan suya como la primavera, tan mía como el oro... Porque no tengo, por eso no eres mía.
¿Y qué queda después de probar la perfección? Peor, ¿qué queda cuando no has probado la perfección y aún así sabes que te volverá loca? Yo no quiero perder mi cabeza, y si la pierdo que sea con ella, que sea de espaldas al mundo, segura de mis pasos. Tan segura que respire humo y no me queme el pecho.
¿Qué piensas cuando miras y te quedas parada? Cuando acto después sonríes y apartas la mirada... Porque yo, en esos momentos..., me atrevería a decir que siento magia.
Piérdete, que estaré a tus pies para ayudarte. Piérdeme, pero no me dejes sola después.
Soy tan ilusa, tan concreta y tan abstracta que no puedo mirar la vida de otra forma (de momento), contigo todo es un blanco y negro a color. Contigo es apreciar cada detalle que nos regala la vida. Pero a la vez no, estás a mi lado y siento que no pasa el tiempo, y si pasa que se pare.
Lo siento... Lo digo por mí, porque sé que viene más sufrimiento injustificado.
Lo siento por ti, porque no quiero tener que alejarme (y sé cómo acaba todo ya...)
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BlueMoon
Poetry¿No es sabido que quienes corrompen su cuerpo están ocultándose? ¿Y quienes profanan a los vivos son tan viles como quienes profanan a los muertos? ¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma? ¿Y si el cuerpo no fuese alma, qué es el alma?
